La literatura actual demuestra que personas con TEA de alto-funcionamiento tienen un desarrollo afectivo-sexual comparable a sus iguales neurotípicos; tienen los mismos deseos y las mismas experiencias sexuales—solitarias y diádicas—a edades comparables, empezando a enamorarse y a tener deseos sexuales tan temprano como a los 13 años. Debido a los síntomas nucleares del trastorno, las personas con TEA tienen una dificultad extrema en establecer relaciones románticas y sexuales, en distinguir entre relaciones amistosas y de pareja, así como relaciones saludables y peligrosas, y en aprender y seguir las normas sociales y culturales afectivo-sexuales. Esto les hace excepcionalmente propensos a tener comorbilidades con ansiedad y depresión, a tener conductas afectivo-sexuales socialmente inapropiadas, a ser víctimas de abusos, acosos (incluyendo el bullying; acoso escolar) y violencias, a tener problemas legales y a tener relaciones afectivo-sexuales no satisfactorias.
Además, debido a su incapacidad (o gran dificultad) de aprender las normas y las habilidades sociales y afectivo-sexuales de manera “natural”, como las personas neurotípicas, necesitan una intervención explícita y específica a sus dificultades, para que puedan expresar y disfrutar su afecto y su sexualidad de manera socialmente correcta, segura, saludable y responsable.
Este trabajo pretende evaluar los beneficios de la TCC en las intervenciones afectivo-sexuales en adolescentes con TEA de alto-funcionamiento, abordar la intervención apropiada frente las alteraciones en la interacción socio-sexual que presentan los adolescentes con TEA, revisar los programas de educación sexual existentes para esta población y, como resultado, desarrollar una guía sobre la sexualidad y TEA, dirigida a padres y educadores, para facilitar la intervención y la comunicación afectivo-sexual.
Cristina Desouza Vigano