Tras sufrir un ictus la persona queda con secuelas físicas, cognitivas y emocionales las cuales hay que tratarlas lo más pronto posible para intentar disminuir las mismas.
El objetivo de este trabajo es comparar la efectividad de la estimulación magnética transcraneal y de la punción seca en la mejora de un paciente con ictus en rangos de movilidad, control motor e independencia.
El método usado para realizar el trabajo ha sido la recopilación de artículos bibliográficos sobre los efectos de la estimulación magnética transcraneal y la punción seca.
Los artículos recopilados muestran una mejora de los pacientes en la disminución del tono muscular tras el uso de la PS y la EMT. Sin embargo, son técnicas aún muy jóvenes y no existe gran cantidad de artículos con resultados estadísticamente significativos referentes a los mismos.
Aunque ambas técnicas ayudan a disminuir la espasticidad, la EMT tiene más beneficios puesto que la PS únicamente ayuda en la parte motriz y la EMT en varios ámbitos neurológicos. La punción seca es una técnica más accesible en cuestión económica y debe ser considerada en el tratamiento de esta patología. La EMT se requiere gran precisión y conocimientos anatómicos para colocar el equipo en la zona correcta.
Jennifer Alexandra Zuñiga Espinosa