El manejo de las emociones en la actualidad suele ser un problema para muchas personas, ya que nuestras vidas a diario están acompañadas de cambios, nuevos retos, situaciones inesperadas, perdidas, nuevos sucesos, toma de decisiones, entre otras muchas situaciones que son parte de la vida. Estas situaciones cada vez se hacen más difíciles de manejar por nuestro bajo control emocional, el cual tiene efectos en nuestro “segundo cerebro”, que es el tema que atañe a esta investigación práctica. En este trabajo, se da a conocer qué es el sistema entérico (segundo cerebro), los efectos que tiene sobre nuestras emociones, y la estrecha relación que existe entre este y el cerebro, la información que se trasmite del uno al otro y cómo esto repercute en nuestros estados emocionales, a su vez se muestra la relevancia que al paso de los años ha tenido este descubrimiento, relevancia de la cual ha nacido una nueva ciencia que es la neurogastroenterología de la cual hablaremos más adelante, resaltando la importancia que ha tenido a la hora de darle un enfoque biopsicosocial a las afectaciones gastrointestinales, o enfermedades funcionales. Este enfoque se diferencia del enfoque biomédico en cuanto a que antes, era el médico el protagonista, el que analizaba las cosas desde el punto de vista clínico e inclusive autorizaba procedimientos invasivos para confirmar o descartar una patología. Ahora, en el marco del enfoque biopsicosocial, los protagonistas son el paciente y su dolencia. Se realizan menos procedimientos intervencionistas y se busca mejorar los síntomas, más allá de que se encuentre alguna respuesta clínica o no.
Mi mayor motivación es realizar un protocolo de intervención basada en la psicoterapia cognitiva conductual que logre un mejoramiento en la relación de nuestras emociones y nuestro segundo cerebro evitando así la somatización y por ende las repercusiones en nuestro organismo.
Cómo Psicóloga y psicoterapeuta considero de vital importancia reconocer la relación que existe entre las emociones y el segundo cerebro como una clave para terapias más acertadas, adherencias a tratamientos más exitosas y lo más relevante; que las personas logren una estabilidad ya que como bien dicen: mente sana, cuerpo sano… Tengo la convicción de que la relación entre las emociones y el segundo cerebro merece una intervención de resultados efectivos, dando respuesta a la necesidad que actualmente es tan notoria en la medida en que cada vez se hacen más frecuentes las consultas de hombres y mujeres a centro médicos manifestando sus dolencias digestivas, sus dolores abdominales, intolerancias a alimentos, excesivas deposiciones, diarreas recurrentes, gases, deposiciones dolorosas entre otra sintomatología que difícilmente es tratada en su totalidad ya que el “problema” se soluciona por un periodo de tiempo corto y no es una solución definitiva terminando así en ser causa de problemas mayores y repercusiones en la vitalidad de las personas como lo nombre anteriormente.
Laura Estefany Másmela Rojas