Evaluación neuropsicológica en un caso de disfunción cerebral mínima
Inicio: 30/09/2014 18:00
Fin: 30/09/2014 20:00
Impartido por: Joan Deus. Doctor en Psicología. Psicólogo Clínico. Neuropsicólogo Clínico. Profesor agregado del Departamento de Psicología Clínica y de la Salud de la Facultad de Psicología de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Investigador colaborador de la Unidad de Investigación en RM de CRC-Hospital del Mar. Autor de diversas publicaciones en revistas técnico-científicas. Contribuciones en distintos congresos y reuniones científicas nacionales e internacionales. También director del Posgrado Rehabilitación Cognitiva de ISEP
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Nos he puesto el diagnóstico del caso porque quiero que lo vayáis digamos de alguna forma, pensando, lo vayáis intentando.. Es bastante antiguo pero que, con muchas controversias, pero que tiene su peso, tiene su concepto muy bien delimitado. Os voy a hablar de este tema y os pongo estas referencias bibliográficas para que si queréis ampliar un poquito el contenido del mismo pues podáis leer un poquito más. José Antonio Portellano es un profesor de la Universidad Complutense de Madrid, de lo psicólogo infantil. Es el autor del CUMANIN y del CUMANES portando baterías de expansión neuropsicológica en el ámbito infantil. Tiene este libro que os pongo aquí representando la econografía, muy muy sencillito si queréis, pero que es útil como al menos un primer manual de contacto en donde os habla del concepto de disfunción cerebral mínima y toda la entidad que tiene en sí misma. Obviamente también os he puesto a Fejerman, Fejerman es un neuropediatra de aquí de Barcelona, del hospital San Juan de Dios en donde hemos trabajado en su momento. Es un neuropediatra que toca muchos aspectos cognitivos y hay un capítulo que es Transtornos del Aprendizaje, Lenguaje y Conducta de este manual, que es un manual de neurología pediátrica clásico en el ámbito de la neuropediatría. Hay otros pero este es un manual que se utiliza como referencia y que también nos habla del concepto de disfunción cerebral mínima. Y finalmente, dentro de un artículo os hablo del perfil de lo cognitivo de lo que etiquetamos el Trastorno del aprendizaje no verbal que es algo que vamos a tocar hoy en el caso que nos pertoca. Bien, el fracaso escolar tiene una etiología o una causa multifactorial. ¿Multifactorial desde qué punto de vista? Desde un punto de vista pedagógico. Desde un punto de vista psicológico. Desde un punto de vista neuropsicológico. Desde un punto de vista pedagogo no vamos a entrar en el tema. Probablemente a propósito tratáis mucho más que yo del campo. Desde un punto de vista psicológico pues evidentemente cada vez hay más problemas emocionales en los niños que afectan al rendimiento de estos en el aula. Desde el punto de vista neuropsicológico cada vez también hay más, vamos a decir, casos de sospecha de algún tipo de alteración de la función auditiva que sospeche o que nos haga sospechar de un síndrome neuropsicológico bien definido. Bien sea un TDA, bien sea una dislexia, bien sea una discalculia, bien sea una disfasia del desarrollo o los logopedas etiquetan de trastornos del lenguaje, o bien sean de otros tipos de trastornos algunos poco conocidos como es el caso que nos pertoca y otros que se están plantando y todavía menos conocidos como por ejemplo las dismnesias, ¿no? Niños que no memorizan, que no graban, que no tienen aprendizaje. En muchos de estos casos que pueden dar fracaso escolar caen de lleno dentro del campo de las DCM de las Disfunciones Cerebrales Mínimas. Y por tanto aquí en el neuropsicólogo o la neuropsicología tiene su especial importancia de cara a un buen diagnóstico diferencial. Lo digo esto porque evidentemente cuando hay un niño con problemas de aprendizaje lo más habitual es enviarlo a una optometrista, para descartar problemas de vista o a un logopeda porque está en pleno proceso de adquisición de la lectoescritura. O bien a un psicólogo infantil porque no lo vemos bien, está nervioso, está agitado, está inquieto. Nos olvidamos muchas veces de que muchas de las causas de ese fracaso escolar pueden ser objeto de estudio de la neuropsicología infantil. Por tanto, el fracaso escolar está causado por distintos factores, factores extrínsecos, factores intrínsecos al niño, extrínsecos al niño, que de forma aislada os van a provocar un bajo rendimiento. El que nos ha de preocupar no es un bajo rendimiento puntual de un momento completo sino aquel niño que persiste en ese bajo rendimiento académico, incluso curso tras curso, porque la prevención es importante tenerla en cuenta es decir, la prevención de si un niño tiene un problema en un curso, no esperar muchos cursos para ver qué ocurre. Quizá si intervenimos pues podemos disminuir el efecto de este posible fracaso escolar. Hay dos tipos de trastornos del aprendizaje, según los autores, uno que podemos hablar de discapacidades mayores, y otras que son dificultades neuropsicológicas del aprendizaje. Las primeras es difícil que pasen desapercibidas, porque suelen ser niños con problemas neurológicos portando síntomas o signos neurológicos asociados y que, generalmente, evidentemente ya tienen acompañadas clínica, neurológica e incluso en algunos casos deficiencia intelectual, son los típicos niños que pueden tener pues epilepsias, pueden tener algún daño cerebral adquirido por problemas varios y que se acompañan de todos estos síntomas que ya son más evidentes. Pero estos son los que normalmente suelen pasar desapercibidos los que llamamos niños con falsos negativos, niños que no tienen aparentemente ningún problema que explique ese fracaso escolar y que son de posible base neuropsicológica. Son niños, además, que suelen tener una inteligencia preservada como veremos ahora de criterios en cuanto a su diagnóstico y que, por otra parte, pueden afectar a uno o varios procesos cognitivos: atención, cálculo, lenguaje escrito, lenguaje oral y funciones varias como son las funciones visoreceptivas o incluso las de memoria. Estos niños es lo que Porteros nos habla de las pruebas con los lados negativos. Son niños que todos los resultados, todas las pruebas que les pasamos, incluso las psicológicas, las emocionales suelen ser, en principio, normales. O si son positivas, no son suficientemente intensas como para explicar su sintomatología. Por tanto, el fracaso escolar, esta gráfica que he sacado intenta explicar un poco esta, digamos, causa multifactorial. Muchos factores pueden justificarlo, y muchas veces, muchas veces nos olvidamos de esa base neuropsicológica en donde la exploración neuropsicológica y, no otra, es la que nos puede dar la explicación de lo que puede estar pasando. Y esa exploración neuropsicológica evidentemente, la va a hacer un neuropsicólogo experimentado, un neuropsicólogo bien formado en ese campo. Pero es importante dos fases en ese fracaso escolar que tenemos muchas posibles causas. Por una parte, la sospecha que es donde se inicia en la propia escuela y, por otra parte, el posible diagnóstico y, después, una tercera fase que es el tratamiento. Es decir, sospecha, los indicadores, más a veces, difíciles de detectar por parte de un profesional en el ámbito escolar, sea un psicopedagogo en su ciclo escolar o el propio maestro, esos síntomas o esos signos que ellos detectan y que pueden hacer sospechar de un problema de esta índole derivado en un neuropsicólogo, el neuropsicólogo hace la exploración pertinente y después hace una intervención orientada al problema que tenemos. Esa exploración neuropsicológica no puede menoscabar otras posibles causas de ese fracaso escolar. No nos podemos sentar nada más que hay un problema de una posible disfunción del cerebro sino que tiene que tener en cuenta posibles factores emocionales, no emocionales, familiares, no familiares, pedagógicos, no pedagógicos, que puedan suponer ese fracaso escolar. Un ejemplo, niños que nos vienen adoptados de los países del este son niños que tienen baja estimulación cognitiva en esos países por la idiosincrasia del propio país. Esos niños probablemente cuando ingresan a una escuela van a tener un ritmo de desarrollo por debajo de lo esperado e incluso, por qué no, pueden tener un fracaso escolar en el momento de instalación del niño en la escuela. No tiene por qué tener una base o cualquier problema, sino simplemente ha habido una baja estimulación en periodos de maduración cerebral importante y por tanto, hay que esperar un poquito tiempo hasta que el niño se ponga un poco a tono en relación al ritmo escolar. Estas dificultades, vamos a dejar de lado las de mayor daño cerebral adquirido y nos vamos a centrar en las que históricamente se han definido como dificultades neuropsicológicas del aprendizaje que después han sido rebautizadas, rebautizadas. Vamos a ver que las dificultades surgieron en el contexto y asociado al término de Disfunción Cerebral Mínima. De tal manera que dicha denominación muchas veces se ha utilizado de forma indiscriminada y sinónimo de forma incorrecta al término del TDA, el Trastorno de Deficit de Atención con o sin hiperactividad, e incluso hasta finales de los años 60 del siglo XX era algo, vamos a decir, cuasi igual. Hablar de Disfunción Cerebral Mínima era hablar de TDA y hablar de TDA era hablar de Disfunción Cerebral Mínima, con lo cual esto también repercutió en la, diríamos, en el prestigio del término. En el 1962 este autor Samuel Kirk introdujo el término de dificultades del aprendizaje porque todos los niños con TDA vamos a asumir que van a tener dificultad de aprendizaje y son niños con potencial posible fracaso escolar. Nada más hay pocos casos que no tengan si están, diríamos, bien asesorados a nivel escolar, bien asesorados extraescolarmente, tienen una capacidad intelectual muy buena y controlan la sintomatología en estos casos, pues el niño va a seguir un proceso de aprendizaje probablemente normal. Bien, este término lo utilizó estos autores, para referirse a niños con una capacidad intelectual normal, concepto importante portando inteligencia normal, o dentro del intervalo de la normalidad. Lo que sí es cierto es que el cociente intelectual va a servir o nos va a ser útil, vamos a decir, como cojin de posible recurso cognitivo para que ese problema pueda afectar más o menos en el niño, pero que presentaban problemas específicos de distintos ámbitos escolares lectura, escritura, ortografía, razonamiento, lenguaje, cálculo, a pesar de poder seguir un sistema educativo normal, no ha pesar sino incluso siguiendo un sistema educativo normal. Inteligencia normal, sistema educativo normal y el niño no funciona, esto es lo que nos decía este autor. Más recientemente, en el ámbito hispanohablante, se ha cambiado la denominación y hemos hablado de trastorno del aprendizaje, o más recientemente, según Fejerman, trastornos específicos para, de alguna forma, intentar focalizar el déficit del aprendizaje. Y dentro de los trastornos específicos del aprendizaje tenemos básicamente tres como veremos a continuación: dislexias, disgrafías, disortografías, discalculias. Esos serían los todotipos dentro de lo que llamamos trastornos del aprendizaje en el lenguaje escrito y matemático. Pero han ido surgiendo otros trastornos del aprendizaje que no hacían referencia a los trastornos del lenguaje. ¿Cómo lo podemos conceptualizar? Bueno pues son una modalidad del fracaso escolar. Es un tipo de fracaso escolar o de potencial fracaso escolar que, además están asociados a una importante base neurobiológica, es decir, no es que un niño no quiera, sino que realmente no puede. No tiene los recursos neurobiológicos suficientes y, por tanto, cognitivos para poder tener un rendimiento académico adecuado. Y que pueden preexistir antes, evidentemente de que inicie la escolaridad Lo único que pasa es que se ponen de manifiesto en el evento de escolarización. Si no se escolariza, obviamente, no se pondrán de manifiesto. Si un niño no aprende a leer y escribir, no sabremos si va a tener o no una dislexia. ¿Cuándo sabemos si tiene una dislexia? Cuando realiza ese aprendizaje. Habitualmente existe un solapamiento entre el DCM, la Disfunción Cerebral Mínima, y las dificultades neuropsicológicas del aprendizaje. Vamos a poder decir ya, hoy en día, que de hecho, las dificultades neuropsicológicas del aprendizaje es un subtipo de Disfunción Cerebral Mínima y esa Disfunción Cerebral Mínima, de hecho, ya tiene una sede, una base neurobiológica de alteraciones neurobiológicas que justifican todos y cada uno de sus problemas. Por tanto, podemos realmente decir que las dificultades neuropsicológicas del aprendizaje entendidas como un subtipo del DCM es una o es uno de los motivos más frecuentes en el ámbito de la neuropsicología infantil, por decir el más frecuente. Les puedo decir que una consulta privada pues puede ser de forma muy factible más del 75% de los motivos de consulta. Los daños cerebrales no son [ ] en un hospital grande, cuadros de epilepsia suelen aparecer, pero muchos en edad media, por tanto, ese grupo de niños son el motivo principal de consulta en las exploraciones neuropsicológicas infantiles. Siguiendo con esta conceptualización, ¿cuáles son las características principales? Podemos decir muchos los criterios diagnósticos de estos cuadros, de este tipo de trastornos. Hemos remalcado capacidad intelectual dentro de niveles normales. Importante este concepto porque ya es un diagnóstico, o un criterio de exclusión, mejor dicho. Si este niño tiene un nivel por debajo de 85 del CI, puede ser que no nos guste el concepto, puede ser que el Coeficiente Intelectual no nos guste, nos guste más el concepto de edad mental o nos guste el concepto de Coeficiente de Desarrollo pero es el que tenemos, ¿por qué? Pues porque realmente el Coeficiente Intelectual es bastante estable, mejor dicho, más que utilizar la palabra estable que no me gusta tanto, es bastante creíble a partir de los seis años. Y no es estable porque es dinámico, por eso me gusta más utilizar la palabra creíble, es decir, un niño con seis, siete añitos que me salga un cociente de 83 pues me lo voy a poder creer bastante. Lo que sí es cierto es que ese cociente va a ser dinámico, no va a quedarse ahí. Voy a tener un margen llamado intervalo de confianza que nos da ahora los cocientes intelectuales. Bien ese cociente intelectual que evidentemente no es el único tipo de inteligencia que podemos medir pero sí es la que está más relacionada con las funciones cognitivas que se aplican a nivel escolar al estar dentro de esos parámetros de lo normal, del 5 al 115. Bueno, si están encima del 115 pues mejor pero al menos no por debajo. ¿Queda claro? ¿por qué? Porque sino tenemos que hablar de un tipo, de otro problema, o bien un problema de una capacidad intelectual límite o una deficiencia mental en un grado determinado Deterioros significativos, fijaros, en uno o varios, no en uno. Es posible la concomitancia, la comorbilidad de las funciones cognitivas dentro del proceso de aprendizaje sea lectura, escritura, ortografía, cálculo, razonamiento. Los restantes procesos cognitivos pueden estar bien preservados. Y ojo, puede ser un elemento muy importante porque puede dar la reserva cognitiva del niño. En los recursos que pueda tener el propio niño. El problema ya estaba presente antes del inicio de la etapa.. remarcando la posible etiología neurobiológica congénita prenatal, por tanto, o perinatal en estos casos. La causa se debe por tanto a una alteración neurobiológica del sistema nervioso central, entendiendo que no se debe decir circuitos porque en muchos, ahora pasa más, pero hasta ahora no hace muchos, muchos casos no conocidos que justifican esa clínica. Hay un mayor predominio del sexo masculino. El por qué. Bueno pues porque parece ser que la hormona femenina protege, es una hormona neuroprotectora de posibles alteraciones de los circuitos neuronales en las fases prenatales y perinatales. Pueden existir otros problemas de conducta asociados pero lo que predomina en estos casos son los problemas de comisión. Es decir, podemos tener problemas de comportamiento, de irritabilidad, comportamiento negativista, comportamiento desafiante en el aula, incumplimiento de normas, inquietud motora ¿por qué no? Sin necesariamente tener un TDA. No hay alteraciones neurológicas graves que lo justifiquen y ahí vamos a los llamados signos neurológicos menores, que es algo que va asociado de forma histórica y de forma clínica a la disfunción cerebral del niño. Los factores exógenos pueden ser concomitantes. Podemos tener además algún problema que la escuela o el sistema educativo no sea más operativo para el niño. Que el número de niños en el aula no sea el más adecuado. Que a lo mejor esté pasando alguna situación familiar que pueda perjudicar al niño, pero no son la causa principal de los problemas. Por sí solas no lo justifican. ¿Vas entendiendo el concepto de Disfunción? Vamos estudiando causas, de tal manera, que ese problema cognitivo no permita justificarse por otras causas que no sea un posible circuito neurológico anormal. Por tanto, tampoco existen factores o trastornos psiquiátricos graves. Lo cual no puede dejar, o puede ocurrir de que haya alguna atracción emocional como consecuencia de ese fracaso escolar en el niño, incluso falta de motivación. Pueden existir trastornos emocionales asociados, persisten hasta la edad adulta, de hecho son trastornos crónicos. El TDA hoy en día en el adulto es algo que nos preocupa, es curioso ¿no? Diagnosticamos los TDA en el adulto, sin haberlo diagnosticado en los niños, cosa que huele mal. Si era en adulto, también lo era en niño. Y no podemos diagnosticar un TDA nada más en base, como se hace, a test únicamente de que viven impulsividad, porque la impulsividad, el trastorno del control de los impulsos no hace referencia al nivel de ansiedad sino a ludopatías, a piromanías, a otra serie de trastornos que tienen una base de factor de control de los impulsos. Ahora sí, la impulsividad forma parte del TDA. Fijaros que todo lo tenemos muy mezclado y requiere una intervención especializada en muchos casos. Bien sea logopédica, bien sea neuropsicológica, o bien sea de otro tipo como depende del caso que iremos viendo. Dentro de la clasificación de los estándares, es decir, de los criterios diagnósticos de la reserva de la salud de la OMS a través del CIE. Bien sea a través de los criterios diagnósticos del APA, del DCM, tenemos un apartado que podemos incabir este tipo de trastorno. Probablemente no está definido de la forma que quisiéramos, pero lo podemos incabir. Dentro de los CIE 10 tenemos el apartado de trastornos específicos del aprendizaje y dentro de esos trastornos específicos del aprendizaje tenemos estas entidades con sus criterios diagnósticos que podemos incabir este concepto de trastornos específicos del aprendizaje o dificultades neuropsicológicas del aprendizaje de lectura, ortografía, cálculo, trastorno mixto, otros trastornos del desarrollo del aprendizaje escolar y otros trastornos del desarrollo del aprendizaje escolar sin especificación. Aquí en estos dos últimos, realmente, es donde vamos a incabir nuestro caso de hoy, porque no tienen ningún nombre de los que aquí ves. Por tanto fijaros que todavía debemos avanzar más en definir este tipo de trastornos. En el actual DSM-V, os he puesto la carátura del DSM-IV porque todavía en castellano no la tenemos. La tenemos en inglés pero en el DSM-V tenemos también un trastorno del aprendizaje para referirnos a la lectura, a la expresión escrita y al cálculo, pero curiosamente nos quita el trastorno del aprendizaje no especificado. No nos lo ha dejado. Ese era un cajón de sastre que teníamos, pues ya no lo tenemos. Ambas clasificaciones, a pesar de la actual renovación del DSM-V y que ha mejorado en algunos aspectos y en otros es criticado, no nos permiten diagnosticar muchos de los trastornos específicos del aprendizaje, de las dificultades que desarrollan en el aprendizaje que tenemos hoy en día como justificante del fracaso escolar. Por tanto, hace falta todavía criterios externos que permitan establecer un diagnóstico más fiable. Y, evidentemente, tampoco incide en ninguno de ellos de la existencia de un déficit neuropsicológico ni una base neurobiológica para justificar sus problemas. ¿Por qué? Probablemente por una falta de consenso. Bueno, una falta de consenso hubieras dicho de entrada que el término DSM estaba más que discutido, más que controvertido. Vamos, visto este repaso y situación, que creo que os ha de quedar claro que en las dificultades neuropsicólogas del aprendizaje que engloba muchos trastornos, entre ellos, los trastornos específicos del aprendizaje: lectura, cálculo y escritura, ortografía, sí. Pero no otras cosas. Y esta a su vez queda englobado dentro un concepto más grande que es Disfunción Cerebral Mínima. Situados, vamos al concepto de Disfunción Cerebral Mínima. Y, desde luego. vamos a los antecedentes históricos. Bueno, el término de lesión o daño cerebral mínimo fue utilizado ya en 1940 por este señor alemán Strauss para hacer referencia a niños que habían tenido un daño cerebral temprano. Fijaros que ya asumía la posible existencia … en el tejido. Un daño en el tejido cerebral pero muy precozmente y que esto afectaba a la adquisición de dichos aprendizajes. No obstante, además hacía referencia a niños con una inteligencia en torno a la media o por encima de esta. Fijaros que ese criterio persiste en los otros términos que hemos comentado, con ciertas dificultades en el aprendizaje. Por tanto, fijaros que ya incluía, originariamente, dificultades en los temas de aprendizaje en todos ellos y que podían oscilar desde leves a severas y, también, en problemas de conducta, en problemas de comportamiento motriz entre otros. Lo que ocurre es que este término pasó de lesión o daño cerebral mínimo, para diferenciarlo del daño o lesión cerebral adquirida en gran tamaño, porque se dio que realmente estos niños no tenían lesiones. Por tanto, no tenían un daño en el tejido estructural. Y entonces, se empezó a utilizar el término de Disfunción Cerebral Mínima, porque no había un tejido estructuralmente dañado, ¿queda claro? No había un daño físico en el tejido. Bien, hasta la segunda mitad del siglo XX asumíamos que el daño cerebral era una entidad no unitaria y en donde se tenía, en algunos casos, lesiones muy circunscritas que probablemente no justificaban el déficit cognitivo, o bien, en ausencia de esa lesión en las mayorías de las ocasiones. Esto lógicamente ha tenido controversia, porque claro, ¿qué entendemos por lesión? De entrada sería una pregunta. ¿Qué entendemos por lesión cuando hay un daño físico, cuando se puede ver, cuando se puede visualizar? Pero, macroscópica o microscópicamente, ya vamos al detalle. Si lo puedo ver un escaner, una resonancia a simple vista. O bien, la corteza cerebral con la cual está constituida puede estar dañada y eso también es una lesión. Bien, esa delimitación de hasta dónde empieza una lesión y dónde empieza una disfunción es lo que todavía no tenemos del todo muy claro. Rutter en el 60 utilizó el término de signos neurológicos menores, signos neurológicos leves que permitían un diagnóstico más objetivo y que eran niños que aparentemente eran normales en la exploración neurológica pero cuando se les exploraba habían pequeños signos que tienen las alteraciones que justificarían la anormalidad del niño, pero muy sutiles. Reflejos que probablemente no estarían, no habrían desaparecido a la hora que les pertocaba. Una inquietud motora, algún tipo de debilidad muscular sin problemas aparentes o sin dificultades a nivel escolar, toda una serie de síntomas o de signos que se consideraban menores porque tenían poca repercusión funcional. Y en el 62, o sea 22 años después, se entiende de que realmente no hay un tejido dañado, no hay un daño físico, se supone, presupone una alteración neurobiológica del cuadro, pero no debido a un daño sino a unos circuitos que no funcionan bien, de ahí el término disfunción, ¿de qué? Del cerebro y mínima porque nada más afectaban a zonas muy concretas de las áreas cognitivas, asociados negativamente con esos signos neurológicos leves. Por tanto, aparece en el 62 en Oxford el término de Disfunción Cerebral Mínima y en el 64 se propuso por primera vez esta definición mas consensuada que, a partir de aquí ha sido objeto este término de luchas feroces de si existe o no existe. ¿Como lo podemos definir? A partir de un escrito de Rapin en 1987 que Rapin pues es una neurocientífica muy conocida en el ámbito de la neuropediatría la neuropsicología infantil y, por tanto, es un referente. Rapin en este año nos dice: «este término del nuevo, podemos garantizar niños con inteligencia dentro de los límites de la normalidad, con dificultades del aprendizaje para coger este gran bloque que hablábamos de dificultades neuropsicólogicas del aprendizaje, o del comportamiento. Vamos a coger otro gran bloque, ahí fundamentalmente se van a situar los TDAs, fundamentalmente los TDAs, con desviaciones en la función del sistema nervioso central, con desviaciones de la función, no por lesiones. Desviaciones de la normal funcionamiento del sistema nervioso central. Dichas desviaciones se manifiestan por la combinación de trastornos de la percepción, conceptualización, lenguaje, memoria, atención, control de los impulsos y funciones motoras. ¿Cuál es la causa? Según esta definición, causados por trastornos genéticos en muchos casos presuponemos una base genética que incluso ya se han identificado contumacia en algunos de ellos y regularidad bioquímicas daño cerebral perinatal. El famoso concepto de que hemos de saber qué ha ocurrido en el momento de la expulsión, alrededor de la fase perinatal, otras enfermedades o daños …. de los llamados etapas críticas del desarrollo del sistema nervioso central, perinatal y posnatalmente. Entonces, durante la fase de gestación del bebé o después del nacimiento que los dos primeros años, son etapas fundamentales para el normal desarrollo de su cerebro. Este término puede ser de causa desconocida la mayor, claro parte de los casos, no sabemos cuál es la causa. Tenemos el diagnóstico, no sabemos cuál es la causa y puede permanecer durante toda la vida, por tanto, se le entiende un problema crónico. Cuando diagnosticamos ese caso lo va a hacer para el resto de sus días. Lo que vamos a intentar es que esos síntomas afecten de la menor manera posible a su vida cotidiana. Y en la edad escolar se manifiesta de una forma muy variada, muy amplia. De ahí la importancia de esta exploración neuropsicológica como podéis tener en cuenta. Fijaros, por tanto, que cuando a un niño lo etiquetamos de TDA (ya vais, me imagino empezando a sospechar de que el TDA es un subtipo de DCM) le estamos diciendo que su cerebro no está bien hecho, que hay un circuito neuronatómico que no funciona correctamente, que es disfuncional, que no sabemos en muchos casos las causas. Ahora, haced, por favor una crítica de cuántos TDAs se están diagnosticando hoy por hoy en las aulas. Tenemos un rango amplísimo, amplísimo. Un niño móvido ya es un TDA. No, un niño móvido no es un TDA, es un niño movido. Entonces veremos si puede ser un TDA o no puede ser un TDA, porque este movimiento puede ser por muchas causas. De entrada, si yo los pongo aquí a 38 grados de temperatura, la aula, pues probablemente, al cabo de 15 minutos, también seréis movidos. Y si yo os pongo aquí a una clase que en vez de explicaros en una lengua que me entendáis os la pongo en chino. Al cabo de 15 minutos quizá no, pero al cabo de una hora también seréis movidos Por tanto, un exceso de movimiento o de inquietud motora no es sinónimo de un TDA. Por eso hemos trasladado también, hemos invertido el término. Hay un trastorno de Deficit de Atención con su hiperactividad, ¿vale? Por tanto, todos estos niños cuando los… y lo mismo hablo para las dislexias, lo mismo hablo para las disfacias del desarrollo, y lo mismo hablo para las disfemias, el tartamudeo, ahora se llama… Los logopedas utilizan otros términos: disfluencias. Bueno, es igual. Tartamudeo o disfemias. Y lo mismo hablo para aquellos niños muy pocas veces diagnosticados de problemas en el desarrollo psicomotriz. Claro, como no dan problemas, no los enviamos para explorar. Son niños con torpeza motriz, que se caen habitualmente, que tienen problemas [en la coordinación] óculo-manual o incluso de motricidad fina. Pero no los enviamos a explorar ni a tratar porque no dan problemas en otras áreas, quizá, más importantes ahora en el ámbito académico. Las características, según Portellano, de las DCM, yo diría que son las mismas que he puesto antes, exactamente las mismas. Al destacar que las técnicas de la neuroimagen estructural son anodinas, son negativas, pero las técnicas de la neuroimagen funcional pueden convertirse en un instrumento en un futuro inmediato o más tardío para, por una parte, comprender la [nebulosidad del trastorno] o incluso ayudar a su diagnóstico. Todavía estos no son eficientes. Yo digo porque nos encontramos en consulta que me vienen ahora y me dice: «Es que me han dicho que si le hago un escaner o una resonancia ya saben si es un TDA o no es un TDA». Pues mire señora, no es así. Todavía no lo tenemos. Sabemos que hay anormalidades que se pueden medir en esa prueba pero no visualmente se pueden detectar, se tienen que medir, se tienen que valorar; hacer un análisis de la imagen. Qué más podemos decir aparte de lo que nos decía anteriormente y la incidencia del problema en los varones por lo que os decía, ese componente hormonal que es protector desde el punto de vista neurobiológico y la expresión de la Disfunción Cerebral Mínima puede demorar su aparición en el tiempo. Puede demorar su aparición en el tiempo. Y hace que algunos trastorno se diagnostiquen más tardíamente. Ejemplo: si yo tengo un TDA con hiperactividad es muy fácil diagnosticarlo Si la hiperactividad realmente no está justificada por ninguna otra causa. Con el problema funcional tengo la inquietud motora, a los 8, 7 años puedo hacer un diagnóstico suficientemente fiable. Entre 6 y 7 es sospechoso, y antes de los 5 no me los creo. ¿Por qué no me los creo? Pues sencillo, porque el TDA tiene una disfunción del sistema [en el lóbulo] frontal. Lóbulo que a partir de los 6 empieza a madurar en el niño. Por lo tanto, si no lo tiene maduro, cómo voy a diagnosticar algo que no tiene el circuito bien construido. Otra cosa es que tenga síntomas que me hagan pensar en un futuro. Posible TDA. En eso estamos de acuerdo. Por tanto, antes de los 5 difícilmente me lo creo. De 6 a 7 posible, hay que hacer un diagnóstico evolutivo y a partir de los 7 fiable. Pero hay niños con TDA sin hiperactividad que los podemos diagnosticar a los 12, 14, 16 años. Son generalmente niños, niñas con una reserva cognitiva, inteligentes que han superado sus propios déficits. Por tanto, no nos ha de extrañar que haya otros trastornos o dificultades neuropsicológicas del aprendizaje que el diagnóstico lo pospongamos os haga más tardíamente. Es posible, es factible, no es un error del psicólogo de la escuela que muchos papás se nos van: «¿Cómo que no lo han detectado antes?» Porque puede pasar, sobre todo si el niño ha ido compensando por sí mismo esas deficiencias. ¿Cuál es la etiopatogenia de estas DCMs? Os lo hemos comentado, ¿no? Durante los denominados periodos críticos o sensibles del desarrollo que haya un factor exógeno o endógeno que pueda afectar al normal desarrollo de su cerebro o bien que genéticamente estén determinados y que en definitiva induzcan a establecer circuitos neuronales anómalos que dificulten la adquisición de dichas funciones cognitivas. Factores nocivos que pueden ocasionar incluso necrosis o muerte cerebral. Drogas, por ejemplo, en periodo de gestación os quedarés parados de la cantidad de drogas que pueden llegarse a tomar hoy en día las mamás sin reconocer que lo hacen. De hecho el llamado síndrome neuropsicológico fetal o el síndrome de alcoholismo fetal: mamás que han bebido de una forma importante durante el periodo de gestación. Han salido de un periodo de gestación normal, no lo ha declarado, no lo han dicho a su ginecólogo y el niño sale con problemas de aprendizaje cuando evidentemente tiene la edad para detectarlos y se sabe porque la primera caquita del niño, el meconio, tiene niveles anormales de etanol que por tanto ha absorbido el niño. Causas que se pueden hablar, por tanto, prenatales, antes del nacimiento, mala alimentación, ingesta de drogas, intoxicación por fármacos. Por eso hoy en día las mamás se cuidan tanto o son tan bien cuidadas por parte de los obstetras. Perinatales o posnatales, al momento del parto, después del nacimiento. Importante los periodos críticos del aprendizaje, los dos primeros años. Es importantísimo ese periodo del desarrollo en el niño. Pensar que aumenta su peso de una forma muy importante respecto al cerebro total que va a tener. Factores genéticos: cada vez hay más cromosomas implicados en cada uno de esos llamados síndromes. Y alteraciones neuroquímicas, pues que puedan justificar evidentemente la sintomatología que en algunos casos la conocemos como es en el caso del TDA. Esto da lugar a este cuadro, que algunos que me conocéis siempre lo pongo pero que es muy representativo. En donde tenemos que Fejerman nos dice: bueno, teniendo en cuenta todo esto de las disfunciones cerebrales mínimas, mal funcionamiento del cerebro mínimo focal de un circuito de una función cognitiva específica, las podemos dividir en estos síndromes. Síndromes entendiendo trastornos o conjunto de síntomas. Cuando tenemos problemas de conducta, porque fijaros que el TDA clínicamente no entendemos por qué. ¿Por problemas de atención? Si hablamos de la habilidad atencional de distractibilidad con problemas de comportamiento e inquietud motora. Por eso el TDA sin inquietud motora no lo detectamos hasta edades más tardías. Suele estar compensado. Fejerman habla de problemas de conducta. El TDA, problemas de motricidad, torpeza motora, torpeza motriz. Tenemos un diagnóstico tanto en el CI-X como DCM para este tipo de problemas: Trastornos de la coordinación motora. Problemas del lenguaje verbal, Ferjeman habla… Me gusta más ese término que el que utilizan en el ámbito logopédico: Trastornos Específicos del Desarrollo, con un suprema del desarrollo, del Lenguaje. Los logopedas utilizan el término de TEDL: Trastornos Específicos del Lenguaje. Aquí es donde podemos incluir las disfacias del desarrollo y las disfemias del desarrollo. Tenemos los Trastornos Específicos del Aprendizaje en donde hablamos de las dislexias, las disgrafías, disortografías y las discalculias, por tanto del lenguaje escrito y del lenguaje matemático. Después tenemos los trastornos del aprendizaje no verbal que también veremos que hay discusiones en si denominarlo así o denominarlo de los trastornos del aprendizaje procedular. Son los dos términos que se están utilizando para designar a este tipo de niños en donde el problema es una incapacidad de desarrollar correctamente las funciones visoperceptivas y visoespaciales. Con lo cual, muy probablemente, esas funciones no se utilizan hasta muy tardíamente en la etapa a nivel escolar y, por tanto, se detectan más tardíamente. Aquí podemos ir añadiendo columnas nuevas que están apareciendo también dentro de las DCMs, entendiendo el concepto de que no hay lesión de [los signos del circuito neuronal]. ¿De acuerdo? Por tanto, un niño que tiene la… como síntoma, como queja principal, que no es capaz de memorizar, no es capaz de aprender, sin ningún otro problema, se están hablando de dismnesias. Evidentemente descartamos focalidades epilépticas, evidentemente descartamos cualquier otro de los otros problemas. Son niños que no hay manera que aprendan. Que tienen problemas en la memoria anterior a la capacidad de aprendizaje y por tanto, evidentemente puedes fracasar escolarmente. También se están ubicando en este espacio. ¿De acuerdo? ¿Qué ocurre cuando esté un niño con uno de estos síndromes? O podemos tener un niño que, por desgracia tiene varios de estos síndromes. Es decir, que hay una comorbilidad entre ellos, dando lugar a las formas mixtas de la Disfunción Cerebral Mínima. ¿Queda claro? Este es el pool que mentalmente os tenéis que quedar para justificar posible fracaso escolar de base cognitiva o de la … psicológica. ¿Me explico? Por tanto, yo os estoy diciendo muchas cosas implícitamente, porque todos estos síndromes tienen en común que hay un circuito cerebral focalizado alterado de causas, la mayoría de las veces, desconocidas con una inteligencia normal sin factores psicopatológicos que lo expliquen y como síntoma fundamental un déficit cognitivo que impide tener un desarrollo del aprendizaje normal a nivel académico. ¿Me habéis entendido? Por tanto, si entendemos que las funciones del neuropsicólogo es explorar las capacidades cognitivas estos síndromes son objeto [disfasia] neuropsicológica infantil. Y cuando esto descartemos que hay un problema vamos a buscar otros. O a la inversa, descartemos que hay ese problema y busquemos cuales son los que puedan [provocar] ese fracaso escolar. Vamos a detenernos en el caso. Dichos estos preámbulos. Bueno, el motivo de consulta es un paciente de 14 años es diestro, por eso os pongo manidiestro que acude a consulta acompañado en primera visita de sus padres biológicos, sus progenitores biológicos por bajo rendimiento académico y, por tanto, por potencial fracaso escolar. Con presencia de distractibilidad y ausencia de hábitos de estudio. La ausencia de hábitos de estudio puede ser un motivo de fracaso escolar. Claro que sí. Es algo que se tiene que incidir, si el niño no estudia, no está motivado. Nada más va a la escuela, a clase y no hace ninguna actividad escolar fuera de la escuela puede tener fracaso escolar. Quizá si es inteligente los primeros años puede ir pasando pero cuando va aumentando la dificultad académica pues va teniendo esos problemas. Y es remitido, insisto, bajo rendimiento ¿Cuántas veces un psicólogo clínico va a tener como motivo de consulta bajo rendimiento escolar? También muchas veces, ¿vale? Sin hábitos de estudio ¿cuántas veces lo vamos a tener? Muchas veces. Es cuando el psicólogo clínico infantil aplica técnicas de estudio. Pues no, en este caso fueron remitidos a la exploración neuropsicológica. ¿Cuál es la historia de la enfermedad? Muy, muy esquemáticamente. A las pocas semanas del inicio del curso escolar la psicopedagoga de la escuela. Acordáos que tiene 14 años. Tuvo una reunión con los papás, con los padres del menor, debido a que los profesores se quejaban de falta de atención en el aula, y que era muy inconstante en los estudios. Hasta la fecha el niño había sido de una escolarización normal. Desde la escuela nunca, por tanto, se habían referido problemas ni de lectura, ni de escritura, ni de cálculo. Evidentemente, de ningún otro problema. Tampoco se referían problemas respecto a la actitud o comportamiento en el aula. No había comportamientos antisociales, no había comportamientos negativistas, no había alteración de la conducta. El problema empieza en 1ro de ESO, tras cambiar de centro de estudios pues el contraste entre ambos fue muy brusco, según refiere la madre. La madre intentando explicar causas: «Sí,como lo cambiamos de centro. En un centro donde exigían menos, que en este que exigen más y, por tanto, choca el nivel de exigencia, fracasa. Los padres refieren que el menor no tiene hábitos de estudio.Reconocido por el propio menor. En la escuela hace refuerzos y hace grupos de taller. En casa tienen que obligarle a que estudie porque no lo hace voluntariamente. Si a los 14 años no tenemos hábitos de estudio es un problema, ¿eh? Los padres refieren que la comprensión lectora, la caligrafía y la ortografía son correctas para su edad. E insisto en que la escuela en ningún momento se quejaba del tema. La expresión verbal, eso sí, es mejor que la escrita, aunque también la consideran adecuada. En cuanto al cálculo el menor refiere que sabe aplicar las operaciones matemáticas, aunque tiene dificultad en comprender algunos de los temas que explica la profesora. Dos muy en específico les aqueja. Los padre explican que el menor se pasa varias horas al día jugando a videojuegos online. Nos suena esto, ¿no? Menores de distintas edades. Se refiere la presencia de tics oculares desde hace 3-4 años y cuando está nervioso Tics oculares, ¿en qué nos hace pensar? ¿Qué trastorno? «Un Gilles de la Tourette» Un Gilles de la Tourette, pero ¿un Gilles de la Tourette con 14 años? ¿Que no se había manifestado antes? Podría ser, podría ser. La madre refiere que ella también tenía de pequeña, presencia de palabras malsonante cuando está jugando. Cuando está jugando es despistado y desordenado. Tiene buenas relaciones sociales, es educado, respetuoso y no tiene problemas de comportamiento ni en el aula y fuera del aula, como habréis dicho. Antecedentes personales: Bueno, vamos a los antecedentes perinatales y no hay complicaciones del periodo gestacional. Durante la gestación la madre no refiere ningún tipo de problemas. Durante el parto, por tanto periodo perinatal, hay un parto distócico por instrumental. En el momento que es instrumental ya es distócico, sino sería el parto espontáneo, natural. Con forceps, pero al término, a las 39 semanas de gestación, con un peso de 2’950 kg, por tanto, dentro de la normalidad. Pero claro, con 39 semanas de gestación, podríamos pensar de hacer cábalas, ¿no? muchas semanas de gestación y un peso que tenía que ser un poquito más alto, ¿no? Pero, ya veis que es inespecífico. Está todo dentro de la normalidad. Una puntuación de Apgar de 9-10-10. Lactancia materna hasta los 5 meses de edad, combinando desde los 3 meses de edad con lactancia artificial. Paso de lactancia de mixta a sólido adecuado. La evaluación neuropediátrica de los 3 primeros meses fue perfectamente normal. Sin ninguna complicación y no hay antecedentes médicos ni psicopatológicos personales de interés, ni tampoco familiares de interés para el caso. No tenemos nada. Lo único que tenemos es una clínica descrita por parte de los papás y de la queja de los profesores. Antecedentes evolutivos: Normales, si no recuerdo mal. El desarrollo motor totalmente normal. Control cefálico en posición decúbito prono pues son estos meses. Sedestación 5-6 meses, bipedestación 11-11 meses, deambulación autónoma 13 meses. Y no referían problemas de desarrollo de motricidad gruesa o fina en ningún caso. Dominancia lateral manual gráfica y funcional bien definida, en el hemicuerpo derecho a los 3 años, a la que le pertoca. Orientación izquierda-derecha intra y extrapersonal adquirida. Pero la extrapersonal también, es decir, la intrapersonal es la que hace referencia a mi derecha y mi izquierda. Y la extrapersonal es mi derecha-izquierda pero en el espejo. De acuerdo, que es más complejo, se adquiere generalmente a los 9 años de edad como fecha final. Siendo que los antecedentes evolutivos en cuanto al lenguaje antes del aprendizaje de la lecto-escritura, comprensión de las órdenes orales simples e intención comunicativa. Por tanto, praxis gestual antes de los 12 meses, normal. Ausencia de dislalias y el resto del lenguaje con expresión oral y comprensión oral, normal, con una adquisición del vocabulario también normal Control de esfínteres 24 meses, sin recaídas y desarrollo de la gnosis cromática tampoco sin dificultades. Pensar que en el ámbito de la neuropsicología infantil es importantísimo hacer una buena exploración del desarrollo evolutivo del niño. Lo que pasa es que claro, con 14 años, a los padres les queda muy lejos. Entonces, nos van a decir fechas exactas. Muy fácil. Si los papás no recuerdan ningún hecho evolutivo es que todo ha sido normal ¿vale? Hagámoslo a la inversa, seamos prácticos. Si que en el carné de vacunación que tenemos aquí en Cataluña hay una página que de seguro que no habéis visto, porque si no lo miráis no lo véis, que son las edades evolutivas para distintos hitos evolutivos. Entonces es una página que debería de rellenar con los papás o los pediatras pero que finalmente está en blanco. Cuando le pides el carné de vacunación y vas a esa página está pero en blanco, entonces no hay datos, ¿vale? Otros antecedentes de interés pues a nivel académico. Inició la escolarización a los 3 años de edad en esta escuela de Llavaneres donde cursó la Educación Primaria. Desde los 12 años estudia en una escuela de Escola Pia de Mataró. ¿Vale? Por tanto lo único que tenemos de antecedentes de interés es que la escolarización fue iniciada en un área normal. Los 3 años, bueno, hay muchos papás que hasta los 3 años no lo llevan a la guardería, o a la escuela en brazos o como quieras llamarle o la educación infantil si que hay que decir que es importante que tengan una buena estimulación de base acordaos de los dos primeros años del desarrollo infantil. Antecedentes sociales: No hay problemas de adaptación, no hay problemas de comportamiento, por tanto, excluimos cualquier alteración psicopatológica que pueda justificar ese problema de fracaso escolar o de bajo rendimiento. Bien, llegado aquí, llegado aquí tendríamos que hacer hipótesis diagnósticas. Realmente, las hipótesis diagnósticas que tenemos son muy escasas, porque aparte de la [labia atencional], no tenemos muchos otros déficits asociados, aparte del fracaso escolar y de la falta de hábitos de estudio. ¿Vale? ¿Por qué nos planteamos ese diagnóstico: trastorno del aprendizaje no verbal? Bueno, nos lo planteamos de entrada, porque el niño mostraba una cierta, según la escuela, distractibilidad pero no de suficiente intensidad como para plantear un problema de TDA, de entrada. Si lo tenía, lo había subsanado durante todo este periodo de tiempo porque no había inquietud motora. Por otra parte, cuando el primer día de consulta le hicimos dibujar, le hicimos copiar un dibujo realmente vimos que la reproducción del dibujo era muy difícil. Por un lado teníamos un problema de atención, un problema en la reproducción del dibujo, que no era habitual o no es habitual a esa edad y que extendíamos un problema que se había manifestado, vamos a decir, tardíamente, porque antes de esa edad el rendimiento había sido prácticamente normal. Incidimos en el desarrollo motriz del niño y los papás nos enfatizaban que «hombre que si pensaron en un niño que tampoco había sido motrizmente muy bueno pero que su desarrollo en cuanto a las edades de caminar, de ponerse de pie, había sido perfectamente adquiridas. Con lo cual con esos 4 elementos que cogidos si queréis por los pelos, nos hizo pensar en la posibilidad de tener un trastorno del aprendizaje no verbal, como un trastorno poco conocido, muy poco conocido y que además, suele pasar desapercibido y suele diagnosticarse más allá de los 12 años de edad. Porque meramente no suele dar esencialmente problemas. ¿Qué es esto del Trastorno del Aprendizaje? Bueno, es un trastorno, ahí os pongo una referencia aquí en Cataluña que podéis utilizar como manual complementario, que en el 70 nuestros autores nos describen como niños con problemas visoespaciales, incapacidad para comprender el significado del contexto social y de la comunicación no verbal, es decir, del lenguaje textual. Incluso algunos autores se han atrevido a decir que puede ser, o se puede englobar dentro del espectro autista y ahora veremos una tabla que nos permite diferenciar los dos trastornos. A pesar de tener una habilidades verbales y una inteligencia dentro de la normalidad En el 82 Rourke propuso el primer modelo etiológico del Trastorno del Aprendizaje No Verbal, basándose en diferencias entre el funcionamiento de los dos hemisferios entre el derecho y el izquierdo, y apuntando que es un trastorno centrado en una disfunción del hemisferio derecho y presumíblemente con una afectación de la sustancia blanca, específicamente de fibras largas biomedizadas, las fibras de sustancia blanca, se me afiguran que son unos soles largos que permiten conectar largas distancias en el cerebro y que eso permite integrar las funciones en un todo. No está estrictamente localizadas. El hemisferio derecho tiene una forma de funcionamiento muy global, por lo tanto, necesita conexiones muy largas para funcionar más como un todo de forma más global, más holística. En el 83 para dar importancia al componente emocional. Vamos a decir que es el elemento autista que hay por ahí colgando, este señor nos lo definió como del aprendizaje socioemocional y más recientemente insisto que se le ha añadido el término de trastorno del aprendizaje procedular. Lo he puesto por Narbona y otros autores de los cuales que pues admiramos mucho por sus aportaciones, pero yo personalmente no estaría muy de acuerdo en esa descripción. Porque Narbona dice: «bueno, llamémoslo como queramos pero incluso hay unos síntomas que ahí definen a un grupo de niños.» ¿Por qué os digo eso? Por que el trastorno del Aprendizaje no verbal parece ser que se engloba como una disfunción más global en el hemisferio derecho, mientras que el trastorno al Aprendizaje procedural queda circunscrito más a un problema del lóbulo frontal y, además, no tan solo circunscrito en el lóbulo frontal sino también que tiene que ser bifrontal cuando implicamos al hemisferio izquierdo y, además, subcortical porque hay un circuito hay un loop que involucra a ambos sistemas Cosa que el trastorno al aprendizaje no verbal hace que el déficit fundamental es un déficit de procesamiento visoespacial. ¿Queda claro? Bien, los niños con este trastorno, vamos a definirlo tienen un lenguaje reservado oral, presentan dificultades de uso perceptivas, también suelen tener manifestaciones alexitímicas, les cuesta expresar sus emociones o reconocerlas. Es este componente autista que comentábamos anteriormente, y que, por tanto, les dificulta comprender el contexto social, ahí el término del aprendizaje socioemocional. Y además, de la comunicación evalúa gestos, caricias o expresiones. No es muy frecuente que este problema pase desapercibido por los profesores, padres y profesionales. Si no vas a buscarlo porque tu intuición dice que puede ir por aquí, es difícil a veces detectarlo. Diversos estudios de neuroimagen revelan leves anomalías en el hemisferio derecho. Especialmente las fibras que os he comentado antes que conectan de forma interna dicho hemisferio y el hemisferio izquierdo. Pero la fase no psicológica circunscribe un déficit fundamentalmente del funcionamiento del hemisferio derecho. Deciros en este punto que cuando una exploración neuropsicológica realmente nos apunta, nos señala una disfunción del hemisferio derecho, es una disfunción muy importante. Porque el hemisferio derecho cuando hay lesiones adquiridas, suelen pasar desapercibidas. Por tanto, un hemisferio derecho que es sintomático quiere decir que es muy mal funcionante o hay una disfunción. ¿Vale? Aquí os pongo esta tabla comparativa entre el funcionamiento del hemisferio izquierdo y el derecho, sobre todo para remarcaros que evidentemente el hemisferio derecho hay una parte que procesa el componente emocional de las emociones pero, sobre todo para remarcaros que procesa las funciones visoperceptivas, visoespaciales, geométricas y su forma de procesar holística global necesita esas fibras largas de conexión intraespecífica dentro del propio hemisferio. Siendo que en el concepto, Narbona y Magallón, en esta revista que nos aporta pues una especie de revisión de este tipo de trastorno, fijaros que utiliza ya el término trastorno de aprendizaje procesal o procedural. Nos señala que también hay una dificultad de aprendizaje de rutinas implícitas. Es decir aquellos aprendizajes en el que el sujeto no ha de prestar mucha atención o una atención no consciente, no voluntaria. Automatismos motores y estrategias cognitivas serían dos elementos más añadidos a los síntomas de estos niños y que facilitan gran parte de las conductas habituales que ahorran el costo energético en el cerebro para su funcionamiento. Por eso pues muchas veces estos niños no automatizan así como si no aprendieran de una forma automática sus comportamientos. Ahí que haya algunos autores que señalan que la dificultad de estos niños para adquirir y automatizar procedimientos motores y estrategias cognitivas de resolución de problemas. Estas estrategias cognitivas resuelven problemas, Narbona, sobre todo y Magallón lo utilizan para hablar de una memoria, de un déficit de la memoria procedural. Lo que ocurre es que la memoria procedural no se entiende nada más desde esa perspectiva, se entiende como una dificultad o una memoria, mejor dicho, que aprende procedimientos. Para que lo entendamos, vosotros y nosotros cuando aprendemos a conducir estamos aprendiendo procedimientos, eso es una memoria procedural. Evidentemente, si la aprendemos nos va a permitir resolusar conflictos. Pero de entrada la primera cosa es aprender procedimientos, ¿de acuerdo? Por tanto, algunos autores señalan, os pongo por eso este artículo, para describir a estos niños como Trastornos del aprendizaje procedural. Fijaos que para estos chavales, tenemos ya tres términos: trastorno del aprendizaje no verbal, trastorno del aprendizaje socioemocional, y trastorno del aprendizaje procedural. Cuando lo veáis en la literatura es todo lo mismo. ¿Queda claro? Bien, pero os he dicho que estos niños tenemos que hacer un diagnóstico diferencial importante desde el punto de vista emocional, que es el síndrome de Asperger. ¿Vale? Y como tenemos aquí una serie de un médico que no sé si veías es el Doctor House en la televisión que es el defensor del diagnóstico que ya es importante hacerlo. Consecuentemente os pongo una tabla que nos permite en alguna medida, clínicamente diferenciar ambos trastornos. De entrada, bueno el Trastorno de Aprendizaje No verbal frecuente como disfunción ejecutiva se puede entender y se justificaría lo que Narbona nos dice del Trastorno del Aprendizaje no procedural mientras que en el Síndrome Autista es en ocasiones razonamiento no verbal menor que el razonamiento oral. Importante: esto siempre en el aprendizaje no verbal y en ocasiones en el Asperger. Mejor aprendizaje con pistas verbales que con pistas visuales. Que piensa más en el hemisferio izquierdo que en el derecho: Siempre, en el primero En ocasiones, en el Asperger. Lectores precoces: frecuentes en el TANV, y en ocasiones en el Asperger. Habilidades fonológicas y sintácticas preservadas: frecuentes en el primero y en ocasiones en el segundo. Patrón de habla repetitiva o relevante: en el TANV raramente, mientras que es muy frecuente, como sabéis en el Asperger. Dificultades en las relaciones entre iguales: frecuente, acordaros del término de aprendizaje socioemocional, en el TANV, pero siempre en el Asperger. Rigidez: en ocasiones en el primero, siempre en el Asperger. Poca empatía: en ocasiones, acordaros que en este caso no teníamos problemas de interacción social. Siempre en el Asperger. Intereses restringidos: raramente en el TANV y siempre en el Asperger. Rutinas rituales: raramente el mismo tiene sintomatología que nos quiera sospechar de un TOC subclínico por los rituales; Frecuente en el Asperger. Por tanto, con esta tabla los autores dicen: «Hombre pues el Trastorno de Aprendizaje No Verbal, o como lo queramos llamar, no es un Asperger». Ni tan solo lo podemos incluir dentro del espectro de los Asperger. ¿Queda claro? Perdón, de los autistas. Y también, obviamente, del Asperger. Algunos clínicos, no obstante, siguen defendiendo que es un continuo, bueno de hecho ya sabéis que con el DCM-V el Asperger …. Los Asperger ahora no se llaman aspergers, se llaman espectros autistas. Y no de fantasmas, sino de abanico. Bueno, hay una debate ahí. Un asperger sigue siendo un asperger, un autista sigue siendo un autista. Todos son problemas de neurodesarrollo, y todos tienen sus síntomas diferenciales. Ambos síndromes se describen como muy verbales pero con dificultades sociales, bajas habilidades visoespaciales y alteración de la prosodia con dificultades motoras. Pero, fijaros que la diferencia si pudiéramos medir la tabla, ¿no? Arriba predomina más un problema cognitivo si queréis resumirlo, mientras que en el Asperger predomina más un problema emocional, social y [ ] ¿Queda claro? Nuestro claro, ¿qué le exploramos? Bueno, pues evidentemente si queremos seguir un diagnóstico diferencial lo primero que tenemos que hacer es un cociente intelectual. Por dos razones: primero, porque vamos a saber su cociente intelectual. Segundo: porque nos va a permitir diferenciar distintos cocientes, pero podemos añadir una tercera, que nos habla del factor aprensional de esta prueba. ¿Qué véis ahí? ¿Qué me podrías decir? Así a simple vista viendo la tabla de WISC. ¿Qué os llama la atención? Hay algo muy evidente , ¿eh? «Lo verbal por encima de lo perceptivo». Muy bien. Lo verbal muy claramente por encima de lo perceptivo. Habríamos ahora de mirar en las tablas si es psicométricamente significativo, clínicamente no lo es. Estamos hablando de una diferencia de escasamente 12 puntos. A partir de 15 o 20 es cuando consideramos sus niveles. Pero como mínimo tenemos CI verbal más grande que el manipulativo. Muy bien, ¿qué os llama más la atención? «Las figuras incompletas están muy por debajo». Están por debajo, ¿no? O sea que es una cosa fácil, teniendo en cuenta que la búsqueda de símbolos la tienen normal, ¿no? «Es que esta globalidad partida como que no lo ve. Como que es muy analítico, ¿no? porque las figuras incompletas las podemos unir cuando ven la globalidad holística, lo que es la globalidad de la figura, pero claro cuando ya es más analítico…. pues en principio no tienen problemas con eso, pero claro ahí» Aquí te falla. «Y encaja con la dificultad del dibujo, como ya lo habían comentado» Correcto. ¿Qué más os llama la atención? «El CI normal.» Evidentemente tenemos un CI normal, eso de entrada, es decir… hay dos preguntas que tenemos contestadas, ¿no? CI dentro de la normalidad y tenemos un CI verbal por encima del manipulativo. Y ahora sí vamos al detalle, vemos unas figuras incompletas, tiene un análisis más holístico, ¿no? Como tú comentabas. «Los cubos no tienen que estar un poquito más bajo, o sea están relacionadas figuras incompletas y cubos…. para ver qué hemisferio en principio estaría más, no sé si la palabra es deteriorado o…» Vamos a decirlo así, ¿no?, más disfuncional. Muy bien. Fijaros también la velocidad visoperceptiva, es baja. Que implica componente motor, velocidad. «Bueno es que además tiene que mirar a un lado a otro cuando tienes que, es como si copia de la pizarra a ver cómo copia. Porque los niños cuando a veces tienen que copiar de la pizarra son los espacios que tienen que tener los casos se pierden. Entonces, cuando tú le miras la libreta en el cole es que o está torcido o se ha saltado un renglón, o cuando estaba copiando una cosa.» Que podríamos hacernos pensar en problemas optométricos, pero que no necesariamente los tiene que tener. Evidentemente estos casos también hemos de descartar esos problemas que justifiquen los fallos visoperceptivos, pero fijaros la atención vamos a decir el factor atencional auditivo, está dentro de la, vamos a llamar, normalidad baja. Contrasta con una heterogeneidad, vamos a llamarlo así, de la atención visual del factor atencional visual, ¿no? en donde nos falla un procesamiento holístico, si lo comparamos con las praxis y nos falla un componente o al menos la amplitud atencional visual o del componente de velocidad motora, ¿no? Tenemos también un cociente de memoria de trabajo bajo, ¿no? bajo respecto… Normal respecto al grupo normativo, pero bajo respecto a sí mismo, ¿si? Estamos haciendo un análisis neuropsicológico. Fijaros que ya no me centro nada más en las puntuaciones sino que voy más allá. Estoy interpretando y podemos interpretar más. En un chaval en donde el vocabulario y las semejanzas son buenas. El vocabulario, factor general de inteligencia que el razonamiento verbal y que un razonamiento verbal es mucho mejor… perdón, es igual que el razonamiento visual. Por tanto, el factor general de inteligencia me está diciendo que probablemente este nivel esté un poquito más alto y que esté descompensado por alguna otra disabilidad intrasujeto de su propio rendimiento. ¿Si? La memoria verbal inmediata, bueno aquí la tenemos con función atencionales. Bien, vamos a dividirlo por funciones: Funciones atencionales inmediata, verbal, ya lo hemos visto, en puntuación escalar de 8. La de trabajo ya la hemos visto también en puntuación escalar de 8. Las claves ya la hemos visto escalar de 7. Figuras incompletas, escalar de 7. Cálculo, escalar de 8. No decimos nada que no hayamos visto, pero lo grabamos entre las funciones atencionales. Siendo que las funciones atencionales que pasamos del D2, un test que es poco conocido, pero que realmente es una compilación de pruebas de atención. Se utiliza o se le pasa durante 21 minutos por tanto es un test de atención bastante duro. Cada una de las pruebas duran 7, 5 y 7 minutos. Entonces estamos hablando de, seguidas, estamos hablando de una medida de atención muy importante y cómo podéis ver, hay discrepancia de ejecución, ¿no? El D2, un test, que como tú tenías el exceso de [lectura] nos sale dentro de la entrada de la normalidad. Si querés ser muy pulistas, vale. Percentil 45 está dentro de todo de la normalidad, a partir del percentil 25 habríamos de pensar algo. Pero en cambio, el Instituto en el Test de Atención que os comentaba del Instituto Psicopedagógico de San Jorge no lo busquéis porque no lo vais a encontrar, porque no está editado que yo sepa o reeditado. Es de aquellas cosas que vais a una feria de libros te lo encuentras. En algún librero que se haya recopilado de todas las librerías cosas y lo tiene ahí y no sabe lo que tiene, ¿no? Pues yo lo encontré así. Y vemos, fijaros antes de los cuadraditos ese el cuadrito típico de Toulouse Pierón. El test de los laberintos es el test típico en donde tiene una línea, empieza y acaba. Pero no una, hay doce líneas con intersecciones entre ellas. Y sin reseguirla [ ] por la vista, tiene que ver dónde empieza una línea y dónde acaba, dónde acaba esa línea en el otro lado, poniendo los números. Y el test de las letras, pues también lo conocemos cuando hay dos vocales seguidas o continuas, ¿no? Entonces lo hace por líneas y se contabiliza en función de los seis minutos su rendimiento. Todo es inferior. Evidentemente, como os podréis suponer el último test mide bastante fatiga. Como lo pasamos al final, después de haber hecho los anteriores estamos viendo fatiga atencional y fatiga visual de una forma considerable. Lo tiene abajo. Funciones Mnésicas: bueno, pues memoria verbal inmediata, de nuevo normal bajo. Trabajo, normal bajo. Y la figura compleja de rey, la memoria visual a corto plazo, fijaros un percentil inferior a 1, es decir muy deficitario. Aquí encontramos un contraste aún cuando, dentro del interior tenemos un test que nos permita comparar la parte visual con la verbal de forma equitativa si queremos tener una diferencia entre el procesamiento visual y el procesamiento verbal. Lo cual nos va decantando un poquito cada vez más a una disfunción más del hemisferio derecho. Bien, las funciones lingüísticas podemos ver que el lenguaje espontáneo era perfectamente normal. No había ningún tipo de dificultad. El deletreo mental normal, el inverso alterado. La lectura digamos que en general su nivel de lectoescritura estaba dentro de los niveles de la normalidad respecto a la edad, respecto a su nivel académico, en cuanto dentro de la normalidad. Ahí el consecuentemente del lenguaje oral y escrito no había problemas. Y al nivel de esfación de los progenitores lo que llamamos la exploración psicopatológica a través de la edad, de la elaboración del trastorno por Déficit de Atención señalan como significativo problemas de inquietud motora de hiperactividad. Señalan además problemas atencionales y los problemas de conducta también que clínicamente no aparecían, aquí nos salen. Fijaros no significativos. Fijaros no significativos. Tanto el padre como la madre no había discrepancias. Bien, vamos a ver si este caso nos cumple los criterios del trastorno del aprendizaje no verbal. Y de entrada, según Rourke tenemos deficits en la percepción tactil. Esto no lo hemos explorado, más marcados en el hemicuerpo izquierdo que en el derecho. Déficit bilaterales de la coordinación psicomotora más marcados en el cuerpo izquierdo, lo contrario es el derecho, que en el cuerpo derecho. No lo hemos valorado estrictamente. Y no lo hemos valorado porque las claves podríamos entender como coordinación visomotriz pero no es quizá el mejor elemento, el mejor test para valorarlo. Dificultades en la percepción visoespacial La figura compleja de Rey era absolutamente caótica, no se podía culpar. Si la memoria era de 1 ¿por qué era mala memoria visual? Porque realmente la copia era de un desastre. Auténticamente caótico. Dificultades para trabajar con informaciones y situaciones nuevas y complejas. Aquí tampoco tenemos un subtest que realmente te lo valore. Déficit en la resolución de tareas no verbales. Tenemos las praxis consultivas. Dificultades en la percepción de sentido del tiempo. No lo hemos valorado. Buen desarrollo en las habilidades verbales automatizadas, lo tenemos en tanto citas como orales. Verborrea caracterizada por mecánica repetitiva de otros trastornos pragmáticos del lenguaje. Puede ser que no tenía, su lenguaje era normal, no era verborréico. Déficit en la mecánica aritmética. Bueno, sus acrobacias en aritmética salían normal bajo. Sí que os puedo decir que tenía problemas con la mecánica aritmética no tanto en el razonamiento, en la operación que tenía que realizar sino cómo la lleva a cabo. Marcado déficit en la percepción, juicio e interacción social que aumentan evidentemente los problemas de trastornos psicopatológicos. En este caso no teníamos tampoco ese criterio. Bien, de esos déficits que tenemos ahora os pondré un cuestionario que los aglutina y nos los puntúa y nos da un punto de corte para poder decidir si hay o no un trastorno de aprendizaje no verbal, estos son los criterios que nos pone Rourke en el 89 y que ahora vamos a ver cómo los analizamos o los extendemos más. ¿Qué podemos decir en cuanto a estos diagnósticos? Bueno, hay presencia de antecedentes familiares. En nuestro caso no tenemos antecedentes, no hay datos. Pensar que también es un trastorno cada vez más reciente, en cuanto a su concepto y menos conocido hace tiempo. Los déficits perceptivos ya lo hemos dicho que se manifiestan más en el hemicuerpo izquierdo porque lo contrario el hemisferio derecho. Acordáos de las vías cruzadas al nivel motor. Mayor expresividad de los símbolos en niños de mayor edad, siendo más explícitos a medida que el menor se acerca a la adolescencia. Es lo que os decía antes. No es nada infrecuente detectarlo o diagnosticarlo a partir de los 12 años. Incluso alguno de los autores especulan que es difícil hacerlo antes de esa edad, antes de esas edad. Y aún cuando se presupone la existencia de anomalías estructurales en el hemisferio derecho y la neuroimagen sale normal. Por tanto, el única dato clínico que tenemos es una disfunción de dicho hemisferio a través de pruebas neuropsicológicas. Bien, ¿qué manifestaciones podríamos tener a nivel de este trastorno neuroverbal en tres ámbitos: emocionales o sociales, académico y cognitivo. Pues tenemos este autor en el 2009 García-Gómez que nos los explica. Me interesa, los cognitivos ya os lo hemos comentado. A nivel emocional vamos a decir alguno más pero a nivel académico fijaros, fijaros que nos puede dar a confusión en cuanto a la exploración del fracaso escolar, déficit en el razonamiento matemático y en el cálculo matemático. Que se evidencia con el paso de los años y no en las primeras etapas del aprendizaje del lenguaje matemático. Déficit de la comprensión lectora: no es nuestro caso. Escritura lenta, dificultosa y disgráfica. Yo le diría sobre todo disortográfica, con mayores problemas en la copia, más que en la redacción espontánea. Dificultades en actividades escolares que requieren habilidades motoras finas: recortado, moderado, y claro con 14 años eso no es fácil, pero sí que históricamente, evolutivamente es lo que has de preguntar a los papás y los profesores que no lo miran en edades, que sé que sí hacen, 4, 5, 6, 7 años. A nivel emocional, dificultad en lo que llamamos conexión social. Acordáos que son alexitímicos, en cómo percibo mi conducta cómo afecta a las demás personas. Dificultades para entender el lenguaje gestual, de entenderlo y de utilizarlo. Dificultades en la interacción social: nuestro chaval de momento no ha tenido sus problemas o al menos aparentemente no los verbalizaron los padres. Mayor autoestima, perdón, baja autoestima y consecuentemente pueden tener más problemas de ansiedad, más problemas del estado de ánimo, depresivos y, por tanto, y consecuentemente más riesgo de suicidio que incluso otros niños con fracaso escolar. Por eso fijaros que el detectar estos casos son altamente importantes. Aquí tendrías la reproducción de nuestro caso. La figura compleja de Rey, a la copia, ya la vimos ya. Queda claro ¿no? que ahí falla algo que se llama procesamiento visoperceptivo, visoespacial. Algunos autores tienen de la planificación, ciertamente, lo hemos hecho con colores. De ahí problemas de planificación. No planifican bien. Eso nos presupondría disfunciones aglutivas, lóbulo frontal. Con lo cual ese elemento nos decía del término del aprendizaje procedural está ahí. De acuerdo, está ahí. ¿Y qué tenemos? Pues bueno esa figura está totalmente anormal. Con lo cual ante un caso así siempre sugiero que sea aconsejable hacer una evaluación optométrica. ¿Por qué? Porque una evaluación optométrica me permite descartar que no haya problemas visoperceptivos, visoespaciales, que se queden justificados por mal procesamiento optométrico. ¿Queda claro? No problemas oculares, sino por problemas de procesamiento occipital. ¿Vale? Bien, algunos autores, algunos autores clasifican las manifestaciones cognitivas en tres tipos o tres estadios: primarios, secundarios y terciarios. Primarios: afectan percepción visual y táctil, problemas de coordinación motora y dificultades para afrontar nuevas situaciones. Secundarios: atención táctil y visual y conductas exploratorias. Y terciarios: memoria táctil y visual, formación de conceptos, razonamiento abstracto y velocidad de procesamiento de la información. Si os fijáis en nuestro caso tenemos déficits a los tres niveles. Déficits en los tres niveles. No todos los tenemos. Tenemos problemas de percepción visual. La táctil no lo hemos hablado. Problemas de coordinación visomanual. Dificultad para afrontar nuevas situaciones, no lo hemos explorado. Atención táctil, no lo hemos explorado, pero sí la visual, figuras incompletas. Y además acordaros del test de San Jorge. Conductas exploratorias no lo hemos explorado. Memoria táctil-visual, la táctil no pero la visual sí. Evidentemente justificado por problemas de procesamiento visoperceptivo. Razonamiento abstracto, de entrada el verbal y visual están aparejados, no había problemas. Y velocidad de procesamiento de la información. De pronto tenemos problemas en estos niveles. Y las dificultades de organización espacial, adaptación a nuevas situaciones y problemas para la interpretación de la información no verbal. Lo que justificarían un problema de procesamiento en el hemisferio derecho. Siguiendo a este autor, García-Nonell, en cuanto a manifestaciones cognitivas y de acuerdo a áreas. Fijaros que donde tienen más problemas es a nivel de la área académica, lo cual justifica ese potencial posible fracaso escolar. Lógicamente a nivel social, el hecho de que tengan problemas para comprender y expresar el lenguaje gestual, dificulta la interacción social, pero nunca a un nivel de la media en Asperger ni evidentemente a un signo de autista. Obviamente, problemas visoespaciales, fijaros lo que tú me comentabas, ¿no? las figuras incompletas. Problemas de atención al detalle. Este análisis que has hecho es claro.. Parece que te hayas leído el autor. Motora: fallos en la coordinación de las habilidades motoras y emocional. Bueno, tienen problemas de empatía, la alexitima que hemos comentado, tendencia a los trastornos de ansiedad, temor a sitios nuevos, a cambios de la rutina, no porque sean obsesivos, sino por los problemas o dificultades de interacción social. Lógicamente, deciros en este punto que este chaval, a parte del cambio que había tenido en la escuela, a nivel social no tenía muchos cambios de relación social. Por tanto, podríamos especular que no tenía problemas de relación social porque sus rutinas estaban estables. Sería interesante haber visto que pasaba si ese chaval con nuevas situaciones sociales. Bien, por tanto, una exploración neuropsicológica que nos podría permitir, de acuerdo con todo lo dicho, diagnosticar a un paciente con un trastorno de aprendizaje no verbal, un trastorno de aprendizaje socioemocional o un trastorno de aprendizaje emocional, como queráis llamarlo, sería este que os pongo aquí. Parte la hemos hecho y otra parte nos ha quedado sin hacer. Donde el dominio, sería este, inteligencia general, comprensión verbal, memoria, funciones visoespaciales, visoconstructivas, visoperceptivas, instrumentales y ejecutivas. Este sería el dominio. ¿Cuál sería el componente en cada dominio? En la memoria: verbal y visual. En las instrumentales: lenguaje espontáneo y escritura espontánea, y cálculo también como expresiones del lenguaje. Y a nivel ejecutivo: planificación, razonamiento y funciones premotoras. Y aquí pongo algunas pruebas psicométricas que nos permitirían explorar estos dominios y estos componentes. A mí lo que me importa es que tengáis en cuenta esto. Esto es ponerle el nombre del test que queráis. Pero lo importante es valorar estas funciones o estos dominios cognitivos. Evidentemente puse el WISC con la Edición Española. El factor de comprensión verbal del WISC que acordaros que en este caso era alto. Memoria verbal con la curva de aprendizaje el TAVECI podría ser un buen elemento. El subtest de dígitos del WISC o amplitud de memoria. A nivel visual la Figura Compleja de Rey, utilizaríamos esta porque nos mataría varios pájaros de un tiro si exploráramos también las funcione visoperceptivas. Pero lo podrías explorarla a parte utilizando, por ejemplo, la memoria visual de Benton, que es una memoria inmediata y es más sencilla que la copia compleja de Rey. La copia tanto memoria como copia de esa figura. Funciones visoespaciales siguiendo el test de Orientación de Líneas de Benton, los subtest de cubos de WISC con las praxis, y el subtest de Rompecabezas. A nivel del lenguaje espontáneo, los aspectos no verbales: lenguaje gestual fluencia, contenido, construcción de la frase, uso de vocabulario. A nivel de escritura: el prolec porque las edades que corresponden son estas. Cálculo: Subtest de Arimética del WISC, planificación podríamos utilizar el subtest de historietas del WISC. Razonamiento: semejanzas. Si queréis el verbal: semejanzas, las matices del visual. Y las premotoras las alternancias gráficas de Lúria. Con esto terminamos una esfación mínima, para valorar casos de este tipo. Fijaros que el componente emocional sería un elemento añadido. Pero ciertamente es que sabes, tenemos pocos instrumentos para valorar habilidades sociales, sí para valorar el componente emocional. Un elemento que podríamos añadir al nivel emocional sería el TAMAI que nos permitiría valorar adaptación social e interacción social en ese chaval. Bien, fijaros este autor siguiendo con un nuevo neuropediatra Artigas en el 2006 nos remarca sobre todo la diferencia que habíais visto tú de la discrepancia entre el cociente verbal y el cociente manipulativo en donde aquí claramente vemos un cociente verbal muy bueno, extraordinariamente bueno, y un cociente manipulativo bastante bajo con un total que queda evidentemente no comenzado si no lo podemos interpretar esa diferencia. Pero os he puesto esta gráfica para que veáis lo que se puede llegar a remarcar la diferencia entre el componente de hemisferio izquierdo y el componente del hemisferio derecho. Y aquí tenéis el cuestionario que lo podéis sacar por Internet. Aquí tenéis la referencia de la página web. ¿Vale? Es un cuestionario digamos clínico que lo ha de contestar el clínico en base a la exploración que le pueda hacer la paciente Y fijaros que es muy, la verdad es que puede ser muy útil, ¿no? Si el WISC el cociente intelectual verbal y el manipulativo hay diferencias sobre 10 puntos, nuestro caso lo cumple. Acordáos que teníamos 12 puntos, perdón 15 puntos. Puntuaciones altas al menos en dos de las siguientes escalas, del WISC: Vocabulario, Semejanzas e Información, aquí también lo cumplimos. En información y en vocabulario. Puntuaciones bajas en dos de las siguientes escalas del WISC: cubos, rompecabezas y claves. Aquí también lo cumplimos. Cubos y claves. La inteligencia se encuentra dentro de la normalidad: también lo cumplimos. El rendimiento lector es superior al rendimiento en cálculo y numeración: también lo cumplimos. Acordaos que el cálculo era normal bajo, mientras que el rendimiento lector era bueno. Dificultades para imitar movimientos con una mano, con la otra o con ambas, es decir, praxis: Aquí no lo hemos valorado. Escasas habilidades táctiles: no lo hemos valorado. Gnosis digitales: no lo hemos valorado. Mala esterognosia: tampoco lo hemos valorado. Todo lo que es tacto fijaros que es importante en nuestros casos: no lo hemos valorado. Normal o superior fuerza de presión-medida por observación clínica o con dinamómetro: aquí sí que os puedo decir que era perfectamente normal. Simplemente ver, observar cómo coge el lápiz o como realiza la aprehensión. Valorar el componente motor con el test de Groove Pegboard, que hay varias modalidades, o varios formatos: aquí no lo hemos valorado. Evidencia de errores somatosensoriales o psicomotores fundamentalmente en el lado izquierdo del cuerpo: no lo podemos aquí decir que sí porque no lo hemos hablado de forma directa. Y habilidades lingüísticas superiores a lo normal: discurso superior a lo normal y también en percepción auditiva y cierre gramatical. Aquí lo que podemos decir es que sus habilidades lingüísticas son superiores a sus habilidades no lingüísticas. Tenemos las puntuaciones y tenemos que de 1 a 4 [hay baja probabilidad de] TANV, de 5 a 6 sí es posible TANV, de 7 a 8 sí es probable TANV. En nuestro caso tenemos 8 síes, por tanto, probable TANV. A partir de 9 es cuando tenemos ya más componente astereognósico o táctil podemos decir, o hablar de TANV definitivo. Fijaros que es un cuestionario que se tiene que contestar después de haber realizado la exploración. Bien, una vez dicho esto, ahora hay autores que hablan de distintas modalidades de Trastornos de Aprendizaje No Verbal, es decir, ya no tan solo tenemos problemas para diagnosticarlo sino que encima nos dicen: «caray, hay distintos subtipos: expresivo, receptivo y mixto». ¿Vale? expresivo, receptivo y mixto. Dentro del Expresivo, pues sobre todo lo que es capacidad de expresión, básicamente Expresión emocional, aplanamiento de sus sentimientos y mejor preservada la capacidad para intepretar, comprender sentimientos y emociones con las demás personas, que de expresarlas. Receptivo: lo contrario, dificultad de comprender emociones ajenas, y mejor preservada la capacidad de expresar emociones. Bien sea a través de la prosodia, bien sea a través del lenguaje gestual. Y el TANV de tipo mixto, es la consistencia de las dos cosas. Aquí podemos hacer la crítica de que se basa fundamentalmente expresivo, receptivo, mixto de emociones, de la especificidad emocional, dejando de lado los otros déficits productivos que pueden presentar el paciente y que definen realmente dicho trastorno. Bueno, con este caso ¿qué tenemos? Pues esta es la impresión diagnóstica que nosotros ponemos. De entrada decimos la exploración congitiva o neuropsicológica actual consta de una capacidad intelectual normal ¿cierto o no? Con una importante diferencia significativa entre el cociente de Memoria de Trabajo y el resto de los índices calculados. Factor atencional homogéneamente afectado. Homogéneamente afectado el del WISC. Acordaos que teníamos figuras incompletas bajas, claves bajas, y después todo el factor del plan de trabajo que es atención bajo, ¿de acuerdo? Nivel normal-bajo del Índice de Memoria de Trabajo. Nivel normal-bajo de la memoria verbal inmediata, de la de trabajo, de la velocidad de procesamiento y del cálculo mental. Importante alteración de la memoria visual a corto plazo, pero así del procesamiento visoperceptivo, visoespacial y de la coordinación visomotora. Figura compleja de Rey, todo el pack. Desde un problema de la figura que mide todo eso. En cuanto a la lectoescritura, rendimiento dentro de los límites de la normalidad. Bien, de acuerdo a estos resultados, tenemos un trastorno por déficits de atención sin hiperactividad, porque no había inquietud motora. Acordaos que el factor atencional era normal-bajo o alterado en algunas pruebas y teníamos el test psicopedagógico de SAN JORGE muy deficiente, muy alterado. ¿si? Pero le ponemos Trastorno del Aprendizaje No Verbal, que según el DSM-V, lo tenemos que etiquetar en otros trastornos del neurodesarrollo porque no tenemos etiqueta para diagnosticarlo. Y ahora me decís: «hombre pero todo nos lo has enfocado a Trastorno de Aprendizaje No Verbal, ¿cómo es que ahora le ponemos la etiqueta de TDA?» La coexistencia entre TDA sin hiperactividad, y Trastorno de Aprendizaje No Verbal es muy alta, se calcula por encima del 70%. Hay una superposición muy importante, con lo cual no es infrecuente encontrarnos estos casos. Eso implica que cuando os encontréis casos de TDA en adolescencia o tardíos, siempre habréis de descartar la comorbilidad o no de un posible trastorno de aprendizaje no verbal. ¿Queda entendido? ¿Qué aconsejamos? Obviamente descartar déficits optométricos que pudieran afectar al procesamiento visoespacial o visoperceptivo e incluso, ¿por qué no? recomendar terapia visual si llega el caso. Se aconseja rehabilitación cognitiva de la atención selectiva, del área de trabajo, de la memoria visual, corrección de hábitos y pautas de estudio, así como también la posible instauración de farmacoterapia a esa edad por el neuropediatra o el psiquiatra infantil. Porque teníamos un problema atencional que estaba repercutiendo en su rendimiento académico, a parte del problema visoperceptivo y visoespacial que lo justifica. Control cognitivo para seguimiento del caso. Nuevamente estos casos se tienen que valorar al cabo de un año. Porque antes de un año dificilmente va a haber cambios y acordaos que tenemos problemas de aprendizaje relacionados con los que les pasamos. Y, bueno, evidentemente, siempre ponemos la frase final de que para cualquier duda ponerse en contacto con los que firmamos. Obviamente si es un caso en donde la rehabilitación ha de ser neuropsicológica a todos los niveles, menos la valoración y terapia visual que pudiera ser orientada en este caso. ¿Entendido, queda claro? Esto es todo. ¿Alguna preguntilla? Bueno, hemos acabado.
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