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Variantes atípicas de la enfermedad de Alzheimer

Variantes atípicas de la enfermedad de Alzheimer

La Enfermedad de Alzheimer es la demencia degenerativa primaria probablemente más conocida y temida entre la población adulta y anciana. Su incidencia poblacional es de un 5-10% de personas mayores de 65 años y su prevalencia aumenta con la edad, siendo así la forma más común de demencia.

El Alzheimer y la Neuropsicología

A nivel neuropsicológico el patrón cognitivo más común en la enfermedad de Alzheimer se caracteriza por una disfunción de la capacidad mnésica (inicialmente la semántica y la episódica mayoritariamente), la capacidad de aprendizaje de nueva información, déficits en la denominación y fluidez verbal (sobre todo semántica), desorientación espaciotemporal, apraxias y agnosias. Este sería, a grandes rasgos, el perfil típico de una persona que sufre esta enfermedad, aunque también dependerá del momento en el que se realice la valoración y el tiempo transcurrido desde la detección de los primeros síntomas de alarma.

No obstante, hay veces en que la enfermedad de Alzheimer se presenta cursando otros patrones, llamados atípicos, que no son los “comunes” o “esperables” en la valoración neuropsicológica de esta enfermedad. Principalmente, encontramos dos variantes atípicas del Alzheimer que explicamos a continuación.

Variables atípicas de la enfermedad de Alzheimer

Variante frontal

En este caso, los pacientes con Alzheimer empiezan a presentar síntomas de alteración precoz de la personalidad, conducta y de la capacidad de razonar, planificar y ejecutar (funciones ejecutivas). Estas manifestaciones clínicas se producen a edades tempranas (50-60 años) y son comúnmente diagnosticadas como Demencias Frontotemporales por su semejanza clínica.

Variante posterior

El perfil cognitivo de esta variante se caracteriza por aparición de problemas visoespaciales, alexia y agnosia visual. Este tipo de demencia también se conoce como Atrofia Cortical Posterior (ACP).

Proteinas características en la enfermedad de Alzheimer

Pero, ¿cómo se sabe que estamos hablando de variantes atípicas de la enfermedad de Alzheimer y no de otro tipo de demencias? La respuesta a esta pregunta viene de la mano de numerosos estudios post-mortem o de bancos de cerebros de algunos países en los que se ha comprobado que las dos proteínas características de la enfermedad de Alzheimer, la beta-amiloide (que produce placas) y la proteína TAU (que produce ovillos) se encuentran presentes en todos los subtipos de Alzheimer, incluyendo los dos perfiles atípicos de los que hablamos en esta entrada.

Las diferencias entre perfiles son consecuencia de la localización de los ovillos de proteína TAU, que se encontraban en regiones corticales muy distantes al hipocampo y que, se supone, son las causantes de los problemas de conducta, ejecutivos o visuales. Las placas de amiloide eran prácticamente iguales en todos los tipos de pacientes analizados (Clínica Mayo, 2014).

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Acerca del autor:

Acurto
Licenciada en Psicología URV. Psicóloga General Sanitaria Acreditada. Experta en Neuropsicología por el COPC. Postgrado en Psicología Infanto-juvenil y estudiante Máster Neuroeducación y Optimización de capacidades de ISEP. Máster en Neuropsicología: Diagnóstico y Rehabilitación cognitiva.

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