El aprendizaje adaptativo es un constructo que surge bajo la influencia de la educación, la neurociencia, la psicología y las tecnologías, lo cual incluye los métodos educativos que utilizan las tecnologías de la información y la comunicación (TIC´s) en interacción con el alumnado para atender las necesidades individuales de cada aprendiz.
El aprendizaje adaptativo se vincula estrechamente con el concepto de diversidad, ya que este enfoque reconoce y respeta las características individuales y los ritmos de aprendizaje de cada alumno. La diversidad se relaciona con los trastornos vinculados al proceso de enseñanza-aprendizaje incluyendo, la atención a deficiencias intelectuales, físicas, sensoriales, altas capacidades, o aquellas otras que se manifiestan en contextos socioculturales desfavorecidos.
Sin embargo, en muchas ocasiones el término diversidad es entendido desde un punto de vista reduccionista, vinculado a aquellos alumnos que se apartan del común denominador; es decir, se asocia con situaciones excepcionales. Con relación a ello, hay que tener presente que diversidad implica que no hay dos personas iguales, por lo que se tienen en consideración las diferencias evolutivas y el contexto de cada estudiante. El aprendizaje adaptativo propone una personalización que toma en consideración sus intereses académicos y profesionales, sus expectativas y sus proyectos de vida, lo cual es especialmente relevante en la etapa de la educación secundaria (Arnaiz, 2000). En este sentido, sus aplicaciones más significativas en el mundo académico son (Educaopen, s.f.):
- Dentro del aula, los maestros pueden emplear sistemas de aprendizaje adaptativo para identificar a los estudiantes que necesitan ayuda adicional y ofrecerles recursos personalizados.
- En las plataformas de aprendizaje online, como MOOC (massive online open courses o lo que es lo mismo, cursos en línea masivos y abiertos), el aprendizaje adaptativo mejora la retención de conocimientos y la satisfacción del estudiante, a partir del ajuste de contenidos (si un estudiante muestra dificultades con un tema específico, el sistema adaptativo puede ofrecerle recursos adicionales, como videos explicativos o ejercicios prácticos), el ritmo personalizado (el estudiante que avanza rápido puede irse a temas más complejos, mientras que el que requiere más tiempo, puede revisar el material hasta que lo domine) y las evaluaciones adaptativas (los exámenes se ajustan en tiempo real según el rendimiento del estudiante, proporcionando retroalimentación inmediata y ajustando el nivel de dificultad de las preguntas).
La inclusión que implica la escolarización de los alumnos con necesidades educativas especiales en la escuela ordinaria es un modelo actualmente, el cual se basa en la concepción de las necesidades educativas especiales, no solo como un rasgo exclusivo de la persona sino también como un rasgo que se manifiesta en un entorno escolar, familiar y social, espacios que deben convertirse en fuente de apoyo para que los niños se sientan respetados y reconocidos, cohesionados y tratados equitativamente en relación con sus pares.
En la personalización del aprendizaje aparece la cuestión clave de cómo enseñar, qué estrategias educativas son adecuadas ante la diversidad del alumnado y el debate de sí los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE) requieren estrategias distintas o no, en relación con el resto de sus compañeros. La respuesta a esta reflexión es positiva y negativa a la vez, ya que podemos contestar afirmativamente si consideramos que los alumnos con necesidades educativas especiales requieren adaptaciones curriculares extraordinarias en relación con el contenido, pero a su vez, si tenemos en cuenta que la mayoría de los alumnos pueden presentar alguna dificultad durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, planteamos que todos se benefician de las estrategias comunes que diseña e implementa el profesorado.
Partiendo de la idea anterior, el aprendizaje adaptativo no solo supone contribuir a que los alumnos con necesidades educativas especiales puedan impulsar su aprendizaje, sino que los beneficios repercuten también entre el resto del alumnado (Torras, 2018):
- Contribuye a una mayor retención de la información, ya que los estudiantes interactúan con el contenido en un contexto que se ajusta a su nivel de comprensión.
- Realiza un reconocimiento de la diversidad en sí misma.
- Permite una comprensión más amplia de la vivencia intercultural.
- Brinda un mayor respeto y un clima de tolerancia.
- Plantea una experiencia positiva de aprendizaje para todos.
- Potencia la diversidad de estilos de aprendizaje, adaptando el contenido y la metodología a las necesidades del alumnado.
- Representa un logro de los objetivos de aprendizaje.
- Fomenta una evaluación más ajustada.
- Reduce el riesgo de que los estudiantes se queden rezagados y abandonen sus estudios
- Promueve un clima de comunicación abierto y honesto.
- Ofrece una mayor efectividad en el trabajo en grupo.
- Impulsa las relaciones personales más allá del entorno educativo.
- Incrementa la motivación.
- Posibilita el ofrecer recursos que atiendan a las necesidades educativas especiales, de una manera no discriminatoria.
- Permite planificar el proceso de enseñanza aprendizaje basada en las necesidades educativas.
- Otorga un acceso equitativo a la educación, permitiendo que sea más accesible para estudiantes con discapacidades, al proporcionar recursos ajustados a sus necesidades específicas
- Incentiva las discusiones y reflexiones abiertas, consideradas como una oportunidad para la comprensión de la diversidad.
El principal desafío para los profesionales del ámbito académico, especialmente para el profesorado, radica en cómo obtener suficientes datos para evaluar los logros de aprendizaje de cada alumno y, una vez recopilados esos datos, en cómo ajustar el proceso de enseñanza-aprendizaje al ritmo individual de cada estudiante. Para abordar este reto, existen tres tipos de evaluaciones:
- Evaluación formativa: su objetivo principal es medir el nivel de comprensión de los estudiantes y diseñar el aprendizaje más adecuado. Según Kennedy (2007), se caracteriza por identificar los resultados de aprendizaje tanto para docentes como para alumnos, ofrecer una retroalimentación clara y enriquecedora, involucrar activamente al estudiante en su proceso educativo, establecer una comunicación efectiva entre docente y alumno, y responder a las necesidades específicas de los estudiantes.
- Evaluación sumativa: proporciona información sobre el nivel de logro en un contenido específico, generalmente a través de exámenes tradicionales. Sin embargo, debido a su enfoque limitado, solo permite evaluar parcialmente los resultados de aprendizaje.
- Evaluación continua: combina elementos de la evaluación formativa y sumativa. En la práctica, se trata de una serie de evaluaciones sumativas repetidas con registro de calificaciones, pero sin la obligación de proporcionar retroalimentación a los estudiantes.
En cuanto a la tecnología, los docentes disponen de entornos virtuales que funcionan como herramientas eficaces para recopilar datos sobre el ritmo de aprendizaje de los alumnos. Las plataformas LMS (Learning Management Systems) registran información como el acceso de los estudiantes, el uso de los recursos, y sus aportaciones en el aula, así como los informes los progresos del estudiante e informes del estado de los cursos. Estos datos pueden ser utilizados por el profesor para identificar y ajustar a los diferentes ritmos de aprendizaje (Torras, 2018)
Cuando hablamos de plataformas LMS, hay que tener en cuenta tres conceptos: a) la usabilidad, que estudia el nivel de satisfacción o de frustración que produce el manejo de un dispositivo, b) la ergonomía, que estudia la optimización de la relación entre un humana y una máquina y c) la accesibilidad, que valora el grado en que el diseño permite una experiencia adecuada para personas con discapacidad (Fonoll, 2011), lo que implica incluir innumerables recursos. Entre estos recursos destacan no solo aquellos que han sido desarrollados específicamente para las personas con necesidades educativas especiales sino también aquellos que son utilizados por los usuarios en general, como pueden ser el correo electrónico, los servicios de transferencia de archivos, el chat, la videoconferencia, los espacios web, los foros de debates, etc.
Es importante tomar en cuenta que la implementación de tecnología efectiva requiere de infraestructura tecnológica adecuada, que puede no estar disponible en todos los contextos educativos. A esto se le suma la necesidad de estándares comunes para mejorar la interoperabilidad entre diferentes plataformas de gestión del aprendizaje para comunicarse, interactuar y compartir datos de manera fluida entre sí y con otros sistemas o aplicaciones. La integración de inteligencia artificial avanzada permitirá una adaptación aún más precisa y personalizada que puede mejorar la interacción entre el estudiante y el sistema, proporcionando una experiencia de aprendizaje más fluida y efectiva (Torras, 2018).
Para culminar, las tecnologías de aprendizaje adaptativo representan una revolución en la personalización del conocimiento, ofreciendo soluciones innovadoras para adaptar la educación a las necesidades individuales de cada estudiante. Aunque enfrentan desafíos en su implementación, las oportunidades para mejorar el rendimiento académico, la equidad educativa y la eficiencia en el aprendizaje son vastas. A medida que estas tecnologías continúan evolucionando, tienen el potencial de transformar la educación, haciéndola más accesible, efectiva y personalizada para todos los estudiantes.
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