Por norma general, tendemos a pensar que las personas con determinadas características no tienen sexualidad, deseos o encuentros eróticos. Algunos de estos ejemplos son los niños, los mayores o las personas con discapacidad.
¿Tienen deseos sexuales las personas con discapacidad?
Discapacidad, etimológicamente, significa “capacidad diferente”, por lo tanto, una persona con discapacidad será toda aquella que tiene una capacidad diferente en algún aspecto de su vida, ya sea psicológico o físico.
Pero, ¿es realmente cierto que las personas con discapacidad no tienen sexualidad, deseos o encuentros? Pues, evidentemente, no. Las personas con discapacidad, como cualquier otra, tienen sexualidad.
Otra cosa es que, debido a la discapacidad, se manifiesten conductas de otra manera – sobre todo en el caso de discapacidad cognitiva o psicológica – o no sepan cómo llevar a cabo los encuentros – en el caso de una discapacidad más bien física –.
Sexualidad y discapacidad intelectual
La discapacidad intelectual, pese a lo que mucha gente pueda pensar, no tiene características sexuales específicas, sino que es un problema de carencia de educación sexual, tanto en las personas con discapacidad intelectual como en sus familias.
En estos casos, normalmente, no suelen tener concepto de lo que es público y lo que es privado ya que están vigilados constantemente, resultando en una falta de privacidad y excesiva protección.
Al carecer del concepto de público-íntimo, pueden darse situaciones de personas con discapacidad intelectual, por ejemplo, masturbándose en plena calle. En el momento en el que se comprenda el concepto público-privado, estos problemas comenzarían a desaparecer.
Para ello, es indispensable que estas personas acudan a profesionales de la sexología, quiénes le ayudarán a desarrollar su educación sexual, asesorando e interviniendo cuando sea necesario.
Y, ¿qué ocurre con la sexualidad y la discapacidad física?
Son personas que presentan un desarrollo psicológico o cognitivo dentro de la normalidad, por lo que no están en el grupo anterior y, por ello, no suelen tener problemas a nivel de conductas como veíamos más arriba.
En cambio, se cree que, al tener un problema físico, no tienen necesidad de mantener encuentros, por lo que el problema será a nivel de aceptación de su sexualidad de manera social, y también en cuanto a cómo llevar a cabo esos encuentros.
En definitiva, debemos tener en cuenta que las personas con capacidades diferentes son personas que tienen sexualidad y que quieren hacer uso de ella. En estos casos, debería trabajarse más factores como la autoestima y el desarrollo de posibilidades, ya que son personas con ganas y derecho a expresarse, tanto social como sexualmente.