Teresa García, coordinadora del Máster en Logopedia en ISEP Madrid y Cristina Garcia docente del centro, hablan de cómo nos iniciamos en el mundo del lenguaje y de la importancia de la adquisición de las primeras palabras y del importante papel de los padres durante este proceso.
¿Cómo aprenden a hablar los más pequeños?
Si entendemos que hablar es el uso particular e individual que hace un hablante de una lengua, podríamos decir que los infantes aprenden a hablar cuando están preparados para ello, en este momento ya habrán hecho un recorrido por una serie de vivencias y etapas que conformarán su habla posterior.
Desde su nacimiento y a lo largo de su proceso evolutivo los niños se van desarrollando y comienzan un camino de comunicación continua con el mundo que los rodea, interactuando con éste y con las personas de su entorno cercano. Sus herramientas de origen serán el llanto, los gestos, los gorgoritos, las vocalizaciones, el balbuceo y demás emisiones que prepararán a la etapa verbal donde se producirán las primeras palabras.
Gracias a las aportaciones que le dará la experimentación, la imitación y las respuestas de sus seres cercanos lo/as pequeño/as irán adquiriendo capacidades básicas para su actual y futuro desarrollo lingüístico.
¿De qué forma son capaces de identificar una palabra entre todas las que oyen?
La entrada de información que nos llega a través de los sentidos, siendo en el oído donde se produce el proceso en el que uno de los objetivos principales es que el cerebro reconozca e interprete los sonidos de su alrededor, a ésto se le denomina procesamiento auditivo. El sonido fluye a través del oído, es trasformado en información eléctrica y el cerebro interpreta.
Esta información puede interpretarse correcta o incorrectamente. Ello depende en gran medida de la información que obtenga del contexto y del hablante (movimientos oculares hacia el objeto, gestos o indicaciones) y de las capacidades propias del sujeto, a nivel perceptivo, de atención, de su memoria, del interés que ponga, etc. todo ello, descartando un posible problema auditivo, inferirá en la interpretación e identificación de una palabra entre otras.
¿El bilingüismo dificulta el aprendizaje del habla o le proporciona más facilidades?
Según estudios de diferentes expertos en la materia ser bilingüe brinda al sujeto mayores recursos cognitivos y lingüísticos, mejoraría la memoria, la creatividad, la percepción y el pensamiento. Diferentes investigaciones avalan que la persona bilingüe tendría una mayor plasticidad neuronal y una mayor habilidad para aprender nuevas lenguas. Por lo que a la pregunta podríamos responder que aprender otro idioma durante la primera infancia sería casi hasta aconsejable. De todas formas el tema bilingüismo aplicado en pequeño/as con patologías del lenguaje habría que “mimarlo de cerca”.
Añadir que al igual que un bilingüismo bien desarrollado aporta beneficios en la persona, un bilingüismo mal implantado, mal desarrollado podría propiciar retrasos en la adquisición del lenguaje y en su desarrollo.
¿Cómo podemos saber que el niño está desarrollando su habla correctamente?
No hay más que mirar a sus iguales, un año por delante o un año por detrás. Todo lo que es diferente se detecta enseguida.
¿Qué situaciones o actitudes de los padres pueden retrasar el aprendizaje de la lengua?
Son muchas y variadas las influencias del entorno-familia que pueden propiciar el retraso de una lengua en el niño, entre ellas cabría destacar una estimulación lingüística pobre y deficiente, conflictos en la familia con afectación sobre el/la niño/a (no brindándole la seguridad que necesita para experimentar con la lengua), actitudes de los padres de sobreprotección, autoritarismo, lenguaje infantilizado durante largo periodo de tiempo (invalidando en estos casos al/a infante), intentar crear un bilingüismo “confuso” o poco estable que genera modelos no adecuados, etc.
¿Cuáles son los trastornos del habla y del lenguaje más comunes durante la primera etapa de la vida?
Entre los más habituales nos encontramos con aquellos que están relacionados con un incorrecto funcionamiento de los órganos fonoarticuladores, problemas de discriminación auditiva, baja propiocepción, etc., hablamos de las dislalias, donde lo/as pequeño/as harán sustituciones, omisiones, asimilaciones y/o deformaciones de los sonidos dentro de las palabras, estas en su mayoría son transitorias o evolutivas. Encontraremos disglosias, también denominadas dislalias orgánicas, originadas por una malformación orgánica en los órganos encargados de articular. Y hablaremos, por su frecuencia, de los retrasos del lenguaje, cuando a una edad en la que cronológicamente se espera que el lenguaje debiera ser más fluido, rico en comprensión y/o en expresión, este no es el adecuado respecto a su momento evolutivo.
¿Qué trabajo desempeña el logopeda infantil para ayudar al niño a solucionar sus dificultades en el habla?
El trabajo del logopeda empieza por hacer una evaluación lo más precisa posible de la dificultad que presenta el niño/adulto para, posteriormente y en base a ella, planificar su intervención que puede orientarse en casos más leves hacia una estimulación, una mejora de la utilización y funcionalidad de los órganos fonoarticulatorios que intervienen en el desarrollo del Lenguaje, o bien, optimizando los recursos internos y externos, si nos encontramos por ejemplo ante una dificultad o una patología más severa. El tratamiento para ser más eficaz atenderá tanto a los aspectos directos relacionados con el problema (órganos fonoarticulatorios, lengua, paladar…) como a los indirectos (respiración, postura, emocionalidad…), aspectos que sin duda repercutirán sobre el pronóstico y la evolución. La logopedia es una profesión con presente, y por tanto, con futuro, porque son muchas las dificultades que aparecen en el complejo desarrollo del lenguaje y la sensibilidad del sistema social y educativo ha mejorado en el sentido de normalizar la asistencia a sesiones de logopedia, desde edades muy tempranas, para impulsar, estimular y corregir, si fuera necesario, dicho desarrollo.
¿De qué forma los del área de Logopedia del ISEP forman a las nuevas generaciones de logopedas?
El ISEP, en su larga trayectoria formando a profesionales de la Logopedia, ofrece a sus alumnos una formación eminentemente práctica, en la que de la mano de profesionales prestigiosos y experimentados, el alumno entra en contacto con el ejercicio de la logopedia, no sólo en el aula sino a través de las prácticas que oferta en los gabinetes y en las que los alumnos se enfrentan a casos reales, tutelados por especialistas.