Blog de ISEP

Psiconeuroinmunología: conexión mente-cuerpo

máster en psicoterapia del bienestar emocional

Nuestros pensamientos son los que, en gran medida, han creado y diseñan nuestro cerebro día a día. Esta afirmación antes la decían los videntes y los sabios, y ahora la confirman los científicos.

El Dr. Mario Alonso Puig, miembro de la Harvard University Medical School, de la New York Academy of Sciences y de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia ha declarado en numerosas entrevistas que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión favorecen las funciones superiores del cerebro.

La psiconeuroinmunología estudia la conexión que existe entre pensamiento-palabra-mentalidad-fisiología del ser humano. Esta conexión desafía el paradigma tradicional, entendiendo el pensamiento y la palabra como una forma de energía vital con la capacidad de generar cambios físicos profundos en nuestro organismo (Sanchís y Giraldo, 2010).

Ser una persona ilusionada, comprometida y con confianza en sí misma permite alcanzar muchas más metas e ir más lejos de lo esperado. Y para conseguirlo, el Dr. Puig asegura que podemos entrenar la mente, ejercitarla y desarrollar la flexibilidad y tolerancia. De hecho, diversos estudios demuestran que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja al sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas.

El distrés (sensación de agobio permanente) produce cambios en el funcionamiento de nuestro cerebro y en la producción de hormonas, por su capacidad para lesionar las neuronas de la memoria y el aprendizaje del hipocampo, así como afecta también a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo zonas del cerebro más necesitadas que intervienen en la toma de decisiones (Sanchís y Giraldo, 2010).

Como recursos contra la preocupación, el Dr. Puig recomienda a sus pacientes llevar la atención a la respiración abdominal, que por sí solo tiene capacidad para producir cambios en el cerebro: favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía entre los dos hemisferios. Con ello lo que se consigue a nivel emocional es sacar del foco de atención esos pensamientos que nos están alterando y provocando rabia o preocupación y, como consecuencia, hacen que nuestra toma de decisiones parta desde un punto de vista inadecuado. Podríamos decir que la respiración serena nuestro estado mental (Sanchís y Giraldo, 2010).

Coincidiendo con el doctor madrileño, siempre se encuentran razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza… pero como psicoterapeutas del bienestar emocional debemos enseñar a nuestros pacientes a basar nuestros pensamientos en cómo queremos vivir y que esta sea nuestra línea de pensamiento (por ejemplo, vivir sin tristeza). “Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando”, declara el Dr. Puig.

La palabra como forma de energía vital
Se ha podido fotografiar (con tomografía de emisión de positrones) cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades. Este hecho apunta que las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pongamos un ejemplo: pueden activar los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos (Sanchís y Giraldo, 2010).

Sin entrenamiento previo o voluntad de transformación, nuestro cerebro funciona según automatismos que hemos incorporado con los años y, algunos, imposibilitan el cambio. Esta es, quizás, una de las tareas más relevantes del psicoterapeuta en consulta: enseñar a nuestro paciente a aceptar quien es y lo que se le resiste.

“Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”

Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906

Avatar de Maribí Pereira

Acerca del autor:

Maribí Pereira
Psicóloga general sanitaria de adolescentes y adultos. Especialista en Psicología Clínica y de la Salud. Con un enfoque terapéutico cognitivo conductual, integrador, trabajando las habilidades emocionales para promover el cambio en pensamientos y conductas poco adaptativas, ISEP Clínic, Barcelona y consulta propia. Directora del departamento de Proyectos Formativos de ISEP Formación. Docente, tutora de prácticas y trabajos finales de máster en los programas formativos de Psicología Clínica y de la Salud, Terapias de Tercera Generación y Neurociencia, neuro talento y coaching empresarial, de ISEP Formación.

Ver todas las entradas por Maribí Pereira

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *