Los primeros años de vida de una persona son cruciales tanto para la adquisición como para el desarrollo de destrezas y habilidades. Es por ello que, cualquier desviación que se produzca durante estos años, puede suponer en un futuro ciertas dificultades de aprendizaje.
¿Qué son las dificultades de aprendizaje?
En 1988, la National Joint Committee definió el término de dificultades de aprendizaje como “un grupo heterogéneo de trastornos que se manifiesta en dificultades significativas en la adquisición y el uso del habla, la comprensión oral, la lectura, la escritura, el razonamiento o las habilidades matemáticas”.
Dichas dificultades del aprendizaje son intrínsecas a la persona, por lo que pueden darse en cualquier momento del ciclo vital, aunque, lo más habitual es que aparezcan durante el transcurso de los procesos educativos intencionales de enseñanza y aprendizaje tanto escolares como no escolares.
Por ello, es indispensable que las personas más cercanas a los/as niños/as (familia, profesores, cuidadores…) presten especial atención a los indicios que pueden denotar la presencia de dificultades de aprendizaje con el fin de detectarlas cuanto antes. De este modo, se podrá intervenir de forma precoz y que, conforme el niño/a vaya creciendo, sus discrepancias entorno a las dificultades de aprendizaje respecto al resto niños/as sin dificultades, se reduzcan, llegando a unos niveles de competencia aceptables.
Indicios de dificultades de aprendizaje
Entre los indicios más frecuentes están los problemas a la hora de hablar, el retraso en las habilidades lectoras, la falta de comprensión para las matemáticas, la dificultad para aplicar los conocimientos a un contexto determinado o la falta de coordinación a la hora de llevar a cabo actividades sencillas como atarse los cordones o coger el lápiz.
Asimismo, es importante que a la hora de detectar una dificultad de aprendizaje, se haga una distinción entre aquellas que son transitorias, es decir, son propias de los inicios de ciertos aprendizajes; de aquellas que son persistentes y que por ende, tienen cierta repercusión negativa en el progreso del niño/a durante toda su etapa escolar.
En el caso de las dificultades específicas y persistentes, darán lugar a un Trastorno del Aprendizaje, el cual más allá de interferir solamente en el aprendizaje de habilidades académicas, también tendrá repercusiones en el ámbito social, conductual y/o emocional.
Principales Trastornos del Aprendizaje
Entre los Trastornos del Aprendizaje más comunes se encuentran:
Trastorno Específico del Aprendizaje con dificultades en la lectura
También llamado dislexia, hace referencia a las dificultades surgidas en la adquisición de la lectura en niños/as con inteligencia, motivación y escolarización adecuadas.
Se trata del Trastorno de Aprendizaje más prevalente (ciertos estudios apuntan a que lo sufren entre un 5 y un 17% de la población).
Las manifestaciones más frecuentes de la dislexia son:
- Dificultades en la adquisición de la conciencia fonológica (deletreo y manejo mental de los sonidos de las palabras).
- Dificultades para evocar nombres específicos (número, colores, letras, objetos…).
- Dificultades para aprender secuencias automáticas (abecedario, números, meses del año, días de la semana…).
- Dificultades para asociar fonema-grafema.
- Sustitución, rotación, omisión e inversión de letras en la lectura.
- Lectura lenta, forzada, con repeticiones y pausas
- Dificultad para aplicar las normas ortográficas de forma espontánea.
- Expresión escrita deficiente a nivel morfosintáctico.
- Afectación variable de la comprensión lectura.
Trastorno Específico del Aprendizaje con dificultades en la escritura
También es posible referirse a este trastorno con el término de disgrafía.
Dicha dificultad impide dominar y dirigir el lápiz para escribir de una forma legible y ordenada.
Las formas más comunes de expresar la disgrafía son:
- Omisión de letras, sílabas o palabras.
- Confusión de letras con sonido semejante o con formas idénticas pero con orientación distinta (p-b, d-q o p-q).
- Deficiente espacio entre las letras dentro de una palabra, entre palabras o entre líneas.
- Escritura lenta y meticulosa.
- Posición inadecuada del cuerpo a la hora de escribir.
- Inadecuada presión del lápiz.
- Dificultad para escribir sobre una línea y dentro de los márgenes.
- Mezcla de mayúsculas y minúsculas.
Trastorno Específico del Aprendizaje con dificultades en las matemáticas
Conocido también como discalculia, afecta al procesamiento numérico y al cálculo.
Las principales manifestaciones de la discalculia son:
- Errores en cálculos sencillos.
- Excesivo uso de los dedos para contar.
- Incapacidad para dominar el sentido del número.
- Manejo incorrecto de los datos.
- Dificultades en el razonamiento matemático.
- Problemas en la comprensión de enunciados.
- Falta de estrategias en la resolución de problemas.
- Desconocimiento del uso de la estimación.
Diagnosticar las dificultades de aprendizaje
A partir de la determinación del tipo de dificultad de aprendizaje que tiene el niño o la niña, ya se puede establecer el diagnóstico, el cual servirá de base para diseñar una intervención psicopedagógica adecuada a las características concretas del niño/a.
El objetivo de dicha intervención será la búsqueda de estrategias que compensen las dificultades específicas de ese niño/a para que pueda adquirir los conocimientos fundamentales para su desempeño diario. En estos casos, la clave será la coordinación entre la escuela, la familia y los especialistas que lleven a cabo tanto la intervención.