Iniciar tu práctica clínica como psicóloga o psicólogo privado puede ser todo un desafío. Sin embargo, con la orientación adecuada, puedes adentrarte en un nuevo proyecto con mayor seguridad.
De hecho, el auge de los psicólogos tres años después del inicio de la pandemia por coronavirus está multiplicando las posibilidades de inserción en el mundo laboral.
Si estás pensando en montar tu despacho o ya estás recorriendo los primeros pasos en esa dirección, hoy te compartimos algunos consejos para acompañarte durante el proceso.
Primero, adquiere experiencia
En lugar de establecer de inmediato tu propio espacio de trabajo, considera la posibilidad de trabajar para un gabinete de psicología, una clínica o un hospital.
Así podrás ganar experiencia, establecer conexiones relevantes con compañeros de profesión, nutrirte de sus propias experiencias y contar con ingresos estables, que te ayudarán a ganar tiempo mientras decides cómo vas a montar tu negocio.
Esta oportunidad, además, te permitará acceder a una información privilegiada, como son los aspectos operativos de administrar un negocio.
Una vez hayas adquirido experiencia, el camino se allana.
Segundo, desarrolla un nicho
Si bien al principio es posible que atiendas a clientes de diversos perfiles, especializarte en un nicho específico puede ofrecer mejores resultados económicos y permitirte enfocar tu tiempo y energía de manera más efectiva.
Considera las poblaciones con las que disfrutas trabajando y en las que tienes habilidades destacadas. ¿Se te dan bien los niños? ¿Prefieres los adolescentes? ¿Mucho mejor la población adulta?
Además, tal y como enfatiza Susan Heitler, PhD, una profesional en la práctica privada que ha logrado desarrollar su propio negocio, puedes evaluar si en el mercado existe realmente una demanda de servicios específicos:
Encontrar un nicho único por el cual las personas estén dispuestas a pagar te ayudará a destacar entre otros profesionales.
Tercero, mantente al día sobre las principales tendencias del mercado
Es fundamental conocer las tendencias sociales, geográficas, económicas y políticas que se alineen con tus intereses y experiencia.
Si te especializas en trabajar con niños y familias, por ejemplo, pero vives en un barrio con poca demanda, considera ejercer en otro, o buscar clientes en otra ciudad cercana.
En este caso, por ejemplo, deberías tener en cuenta el coste en dinero y tiempo de trasladarte del lugar donde resides al lugar donde atenderías a tus clientes. ¿Deberías subir precio? ¿O tal vez buscar un medio de desplazamiento alternativo que sea más barato?
La adaptabilidad es crucial, ya que las necesidades del mercado van variando con el tiempo y conviene no bajar nunca la guardia.
Cuarto, crea un plan integral
Desarrolla una declaración de misión, visión y valores para tu práctica y considera todos los aspectos que deberías tener en cuenta a la hora de elaborar un plan de negocios.
No tengas miedo a empezar. Dar el primer paso puede abrirte puertas que ni siquieras sabías que existían.
Busca el asesoramiento de expertos en legislación relativa a emprendeduría, contabilidad, impuestos y salud mental y consulta con los profesionales que ya se encuentren asentados para asegurarte de tener una comprensión integral del aspecto empresarial de la práctica privada.
Quinto, conquista continuamente nuevas habilidades
Para dirigir una práctica exitosa, necesitas desarrollar no solo habilidades empresariales, sino también experiencia en nuevas áreas temáticas en las que desees especializarte.
Lee ampliamente y sigue aprendiendo de forma continua para mantenerte actualizado en tu campo y mejorar tus habilidades.
Este desarrollo continuo puede generarte nuevas oportunidades de negocio, como puede ser escribir un libro, impartir talleres, brindar consultorías o dar clases.
Y sexto, promociónate
Ser un profesional habilidoso no es suficiente.
Debes promocionar eficazmente tus servicios. Ofrece charlas gratuitas en escuelas y centros comunitarios, establece conexiones con posibles fuentes de referencias como médicos y educadores y crea una sólida presencia online a través de un sitio web adecuadamente diseñado y con unas redes sociales perfectamente cuidadas.
Recuerda que tu competencia clínica hablará por sí misma bien de ti, pero el marketing adecuado es fundamental para darte a conocer en el mercado y ampliar tus posibilidades.
Como ocurre con otras profesiones liberales, los psicólogos también pueden encontrarse al inicio de su carrera profesional con poco volumen de trabajo.
No desistas. Si al principio tienes menos clientes, prográmate igualmente una jornada laboral de ocho horas. Tu trabajo, de hecho, consiste en buscar trabajo o trabajar en aspectos clave de tu marca personal, como puede ser crear contenido para tus redes sociales o establecer contactos en LinkedIn.
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Me ha encantando, muchas gracias por los consejos. Saludos de una psicóloga sanitaria en Madrid.
Muchas gracias por los consejos