En el post de hoy os traemos a Sílvia Vergés, alumna del Máster de Psicología Clínica y de la Salud y Psicoterapia Cognitivo Conductual de ISEP, que nos habla del TEPT y sus consecuencias.
¿Qué es el TEPT o Trastorno por estrés postraumático?
El término Trastorno por estrés postraumático (TEPT) se acuñó por primera vez en la comunidad científica en 1980, en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales III (DSM-III), aunque sus características ya habían sido descritas a principios del siglo XX a raíz de las secuelas psicológicas observadas en los soldados de la 1ª Guerra Mundial.
Características del TEPT
En un contexto de brutal violencia, elementos amenazantes y miedo omnipresente, surgió un tipo de síndrome que no se había descrito en guerras anteriores, caracterizado por la confusión, el deterioro de la memoria, dolor de cabeza, dificultad para concentrarse, temblor y sensibilidad a ruidos fuertes. Dicho síndrome se observó de nuevo en eventos traumáticos posteriores como la 2ª Guerra Mundial, la Guerra de Vietnam o, más recientemente, el atentado de Nueva York del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center.
El Trastorno por estrés postraumático (TEPT) y sus consecuencias
A día de hoy, se sabe que entre el 25% y el 75% de la población se ve expuesta a acontecimientos traumáticos como accidentes, heridas, muertes, agresiones o desastres naturales, pero sólo 1 de cada 4 acaba desarrollando un TEPT. Entonces, ¿en qué consiste exactamente el trastorno por estrés postraumático? Para poder responder adecuadamente a esta pregunta, primero debemos definir qué es un trauma. Podemos decir que un evento se considera traumático si:
- Constituye una amenaza o un ataque que sucede inesperada e impredeciblemente.
- Excede los recursos percibidos por el individuo para poder manejarla.
- Altera el marco de referencia del sujeto a partir del cual entiende el mundo.
Durante la exposición al acontecimiento estresante, la persona responde con miedo intenso, impotencia, horror, aturdimiento, desorientación y síntomas de desesperanza. Si la reacción traumática se mantiene transcurrido 1 mes desde el evento, estaremos hablando de la presencia de un TEPT o Trastorno de estrés postraumático.
Cómo afecta el TEPT a las personas
El desarrollo del TEPT implica un nivel de afectación muy elevado en la vida de la persona. Por un lado, esta sufre flashbacks del evento traumático, es decir, re experimenta lo sucedido en forma de recuerdos muy vívidos. Las re experimentaciones se acompañan de sensaciones, pensamientos e imágenes de una intensidad tan alta como si el evento traumático estuviese ocurriendo en ese mismo momento. La persona siente un gran malestar y ansiedad, lo que la impulsará a intentar evitar estos pensamientos por todos los medios posibles, y también los lugares, situaciones o personas relacionados con ellos. Es precisamente esta evitación lo que agravará el trastorno, dado que convertirá los elementos dolorosos en objetos importantes y amenazantes a los que hay que atender y prestar atención de forma prioritaria, con el fin de localizarlos y así poder evitarlos. De este modo, el sujeto se fija no en lo que ocurre a su alrededor, sino en la posible presencia de lo que quiere evitar que pase, derivando en un estado de hipervigilancia, ansiedad, irritabilidad, problemas de concentración y/o alteraciones del sueño.
Otra consecuencia que se observa en las personas que sufren TEPT es que cambia su concepto de sí mismas, ya que al no poder controlar los pensamientos dolorosos, se sienten inútiles y surgen en ellas sentimientos de depresión y autovaloraciones negativas. La impredecibilidad e incontrolabilidad del evento traumático les lleva a temer una nueva aparición de evento traumático, lo que las hace sentir vulnerables e indefensas y les genera una visión del mundo como algo hostil y peligroso.
También su actividad habitual y las relaciones sociales se ven afectadas, puesto que se evitan múltiples lugares y situaciones, y además el malestar emocional les genera un importante desapego y desinterés por los demás y por las actividades sociales.
Contacta con un especialista en TEPT
Llegados a este punto, resulta evidente que las personas que se encuentren en esta situación necesitarán consultar a un especialista y se beneficiarán de llevar a cabo una terapia. La intervención en el trastorno por estrés postraumático irá orientada a regular las emociones y la ansiedad y a restablecer el nivel de vida habitual del paciente antes del trauma mediante la exposición y reelaboración de la experiencia traumática. Los objetivos principales serán que la persona logre aproximarse al recuerdo del trauma sin reacciones de miedo intenso y ansiedad, modificar sus creencias negativas respecto a sí mismo y al mundo, y recuperar un nivel de actividad diaria normalizado.
El tratamiento del estrés en el Máster de Psicología Clínica
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