¿Qué es un perro de terapia o intervención Asistida?
Un Perro de Intervención Asistida (IAP) es aquel que está seleccionado, entrenado y adiestrado específicamente para integrarse dentro de un programa terapéutico, educativo o lúdico como “herramienta” al servicio del profesional y permite alcanzar los objetivos marcados en la intervención de forma más rápida.
En este contexto, la selección del perro de Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) adquiere una importancia fundamental. La elección del compañero canino adecuado es un paso crucial para garantizar el éxito y la eficacia de los programas de terapia, educación u ocio asistida con perros.
En este artículo, exploraremos el perfil ideal, el carácter deseado, los criterios de selección y los tests disponibles para evaluar a los cachorros y perros adultos candidatos a perros de terapia o intervención.
Perfil del Perro de Intervención Asistida
- Altamente sociable: Un perro de terapia debe tener una naturaleza amigable y extrovertida, mostrando una predisposición natural para interactuar y establecer vínculos con personas de todas las edades y condiciones. Su capacidad para captar la atención con los individuos que participan en las sesiones de IAA es esencial para fomentar un ambiente de confianza y comodidad.
- Capacidad de resiliencia: El perro debe ser capaz de recuperarse rápidamente de situaciones estresantes o traumáticas, de manera que el equilibrio emocional y comportamental no se vean afectados.
- Sensibilidad corporal media-baja: Un aspecto importante a considerar en la selección de un perro de terapia es su sensibilidad corporal. Se busca que el perro tenga una sensibilidad corporal moderada o baja para evitar reacciones excesivas ante estímulos táctiles o ambientales. Es fundamental garantizar que el perro no se sienta incómodo en situaciones de mucha manipulación durante las sesiones de IAP. Un perro con una sensibilidad corporal adecuada será capaz de interactuar de manera tranquila y calmada con las personas, brindando apoyo sin sentirse abrumado por el contacto físico o el ambiente circundante.
- Ausencia de Agresividad: En la selección de un perro de terapia, la ausencia de agresividad es un aspecto fundamental a tener en cuenta. Se busca que el perro sea tranquilo y paciente, capaz de expresar incomodidad a través de señales sutiles en lugar de recurrir a comportamientos agresivos. Esta habilidad garantiza un ambiente seguro y positivo para todos los involucrados en la intervención.
- Ausencia de Miedos: En la selección de un perro de terapia, la ausencia de miedos es crucial. Debe estar libre de miedos o fobias que puedan interferir con su capacidad para desempeñarse de manera efectiva en diferentes entornos y situaciones. Un perro que experimenta miedo puede manifestar problemas de comportamiento y no ser capaz de brindar el apoyo necesario. En las intervenciones asistidas con animales, por encima de todo, se busca que el perro esté contento y no sufra. Si el perro experimenta miedo, no sé
cumplirían estas condiciones fundamentales para el bienestar del animal. - Motivación: Un perro de terapia debe mostrar una fuerte motivación para participar en las actividades propuestas durante las sesiones, ya sea mediante el juego, el refuerzo positivo, el aprendizaje o la interacción con las personas. Su entusiasmo y dedicación contribuyen significativamente al éxito del programa de intervención asistida con animales.
- Apariencia física agradable: Aunque la belleza exterior no define la capacidad de un perro, una apariencia física agradable puede ayudar a establecer una primera impresión positiva y a generar una conexión más fácil con los participantes. Una expresión amigable es un aspecto que contribuyen a crear un ambiente acogedor y reconfortante durante las sesiones de intervención.
Selección del Perro de Terapia según la edad
La edad a la que se selecciona al perro de IAA desempeña un papel crucial en su desarrollo y preparación para convertirse en un compañero efectivo. A continuación, exploraremos las ventajas y consideraciones asociadas con la selección de perros de terapia en diferentes etapas de su vida: desde cachorros, jóvenes y adultos.
Perro de Terapia de Cachorro:
- La selección de un perro de intervención desde la etapa de cachorro ofrece la oportunidad de moldear su comportamiento y habilidades desde una edad temprana.
- Los cachorros tienen una capacidad de aprendizaje excepcional y son altamente maleables, lo que facilita el proceso de entrenamiento y socialización.
- Conocer todo el historial comportamental del cachorro brinda una ventaja significativa en el proceso de selección.
Perro de Terapia de Joven:
- Los perros jóvenes, generalmente entre los 6 meses y los 2 años de edad, también pueden ser seleccionados y entrenados para convertirse en perros de terapia.
- A esta edad, los perros han pasado por la etapa de socialización inicial y están
desarrollando su personalidad y habilidades sociales. - Los perros jóvenes pueden ser más activos y en ocasiones desafiantes de entrenar en comparación con los cachorros, pero aún tienen la capacidad de aprender y adaptarse a las demandas del programa de IAA.
Perro de Terapia de Adulto:
- La selección de perros adultos para intervenciones asistidas con animales puede ser adecuada en ciertas situaciones, especialmente si tienen un historial conocido de comportamiento estable y adecuado.
- Los perros adultos pueden ofrecer la ventaja de una mayor madurez y estabilidad emocional, lo que puede ser beneficioso para empezar su entrenamiento de inmediato.
- Sin embargo, la selección de perros adultos también puede presentar desafíos en términos de adaptación a nuevos entornos y rutinas, así como en la modificación de comportamientos arraigados.
Herramientas para evaluar y seleccionar el perro de terapia
Para garantizar la idoneidad y el éxito de un perro de terapia en un programa de Intervenciones Asistidas con Animales (IAA), es crucial llevar a cabo una evaluación exhaustiva de sus habilidades, temperamento y compatibilidad con los objetivos de la intervención. Aunque existen varios test de selección disponibles para diferentes etapas de la vida del perro, es importante tener en cuenta que estos no son determinantes por sí solos y que la selección debe ser personalizada, considerando las necesidades individuales de cada animal y del programa de intervención.
Aquí presentamos algunos de los test más comunes utilizados para la evaluación de perros de terapia en diferentes etapas de su vida:
- Test de Volhard: Evaluación de la reactividad, la sociabilidad, la sensibilidad al tacto y la capacidad de recuperación del cachorro.
- Test de Evaluación de Temperamento de Puppy Aptitude: Evaluación de la curiosidad, la confianza, la capacidad de juego y la capacidad de recuperación del cachorro.
- Evaluación de la Reactividad y Sensibilidad: Observación del comportamiento del cachorro frente a estímulos visuales, auditivos y táctiles para evaluar su nivel de reactividad y sensibilidad.
- Test de la Delta Society: La Delta Society, una organización dedicada a la promoción de las intervenciones asistidas por animales, ha desarrollado un conjunto de criterios de evaluación para seleccionar perros de terapia. Estos criterios incluyen la capacidad del perro para mantener la atención, su disposición para aceptar nuevas experiencias y personas, su nivel de control y obediencia, así como su capacidad para mantener la calma en situaciones desafiantes.
La selección del perro de terapia es un proceso fundamental en los programas de Intervenciones Asistidas con Animales (IAA), ya que determina en gran medida el éxito y la eficacia de las intervenciones terapéuticas, educativas o lúdicas. A lo largo de este artículo, hemos explorado los criterios y consideraciones clave para la selección de perros de terapia, destacando la
importancia de tener en cuenta factores como la edad, el temperamento, las habilidades sociales y la historia comportamental del perro.
Formación relacionada
La Terapia Asistida con Animales conforma parte de una intervención en la que se incluye el apoyo a un ser vivo, el cual está entrenado para participar en las sesiones y para convertirse en un apoyo a los tratamientos. Por este motivo, es fundamental conocer el perfil antes de tener un animal de terapia.
Si estás interesado en ampliar tus conocimientos sobre las intervenciones asistidas con animales, te invitamos a informarte sobre el Máster en Terapia Asistida con Animales de ISEP.
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