Educar es una tarea ardua que implica compromiso por parte de los padres respecto a sus hij@s y el entorno que les rodea; sociedad, amistades y escuela. Así pues, estamos frente a una tarea llena de retos y dificultades que durará hasta la vida adulta del hij@.
En esta tesitura el apego será clave para forzar lazos de afecto que ayudarán a crear personas adultas, seguras y responsables.
Evolución de la educación de los hijos
Si realizamos un breve repaso a la evolución histórica de la educación, concluimos que la manera de educar ha cambiado. En las generaciones previas (nuestros padres y abuelos), la educación era más autoritaria y estricta. En cambio, la educación actual es una educación más flexible y más permisiva. De este modo, estamos en frente de un cambio impulsado en gran parte por los avances tecnológicos, la prosperidad , la introducción de la mujer en el mundo laboral, los anticonceptivos y la creación de distintos tipos de familias. Este hecho ha dado lugar a familias con pocos miembros.
Todos estos cambios han hecho que la sociedad sea más permisiva y que a veces, no se establezcan bien los límites. Por otra parte, a algunos padres les cuesta admitir los errores de sus hijos y, en vez de afrontar y aprovechar la ocasión para educar en responsabilidad, tienden a echar balones fuera o a hacer caso omiso de las acciones de sus hijos.
En este punto, cabe subrayar que los padres no pueden controlar los actos de sus hij@s en todo momento pero pueden y deben ser consecuentes con sus actos. Esto implica reconocer que nuestros hij@s se equivocan, que cometen errores tal como lo hacemos los adultos.
También exige una visión global de los hechos, reconocer que en un conflicto ambas partes tienen algo de razón .Es importante, mirar a lo sucedido de frente, hablar con los hij@s de lo sucedido y tener en cuenta también la otra parte afectada del conflicto.
Patrones de conducta en la educación
Es necesario observar, reflexionar y afrontar las dificultades de educar a un hij@ en una sociedad cambiante, dónde lo que se premia es la perfección y la apariencia.
Como todo ser humano, los hij@s necesitan patrones de conducta responsables y seguros, que sepan afrontar sus errores pero que sepan también guiarles hacia la buena conducta.
En este aprendizaje hacia la responsabilidad y la madurez, las dos partes aprenderán a base de cometer errores, de pedir perdón y de la confusión. Pero también es verdad que, partiendo desde la base del respeto y la humildad conseguiremos adultos e hij@s responsables.