Todos tenemos amigos, amigas, conocidos que de alguna manear atraviesan por un momento delicado en su relación de pareja. La intimidad emocional es un concepto clave para fortalecer el vínculo en la pareja.
Las transformaciones en la esfera de la intimidad están relacionadas con la modernidad, en la que cada vez más prevalecen procesos de individualización, búsqueda del éxito y libertad personal. Estos cambios, impactan directamente en los conceptos y en las actitudes asociadas a las relaciones de pareja, el género y la familia (Giddens, 2000). Surgen muchas las disyuntivas entre las idealizaciones románticas acerca de las parejas concebidas como la unión de dos personas que comparten un proyecto de vida en común, y otras idealizaciones en las que se concibe a los individuos como sujetos guiados por valores relacionados con la libertad y la autonomía. Estas personas, buscan la realización personal en ámbitos como la formación profesional y el trabajo, y que no necesariamente persiguen la institucionalización de la relación de pareja ni la formación de una familia (Beck y Beck, 2001).
Todo ello, acompañado de formas de vida en las que el ámbito laboral demanda horarios tan extendidos que se diluye la frontera entre tiempo laboral y tiempo de ocio y descanso, así como la intensificación del uso de redes sociales en la vida cotidiana, las cuales expanden el mundo de lo privado y de lo público (Sibilia, 2008), acaba potenciando la diversificación de relaciones afectivas y sexuales. Eso genera tensiones en las expectativas de sus miembros respecto al conocimiento y control sobre la vida del otro.
Los conflictos de pareja no son sencillas de manejar y si no se cuenta con los skills necesarios, puede que las ayudas se conviertan en expectativas que no arrojen esperanza. Te recomiendo, si te quieres especializar en esta materia, que consultes el Máster en Sexología Clínica y Terapia de Pareja.
Nuevas reglas en las relaciones de pareja en la sociedad occidental
En ese sentido, las sociedades occidentales están conformando nuevas reglas amorosas y sexuales donde el sentimiento y el placer podrían ir o no juntos, aspecto que impacta en la configuración de las parejas. Esto conlleva a que el espacio de la intimidad se convierta en un terreno de conflicto, reflexión y negociación (Rodríguez, T., Cuevas, A., Rodríguez, Z., y Castillo, A., 2020).
La vida en pareja tiene costos y beneficios. La intimidad es una experiencia en la que confluye el mundo personal subjetivo y el mundo interpersonal-social del individuo (Cruz, 2011:186, cp. Rodríguez, T., Cuevas, A., Rodríguez, Z., y Castillo, A., 2020). Este espacio experiencial se relaciona con la estabilidad y el estilo de vida rutinario. Sin embargo, se está volviendo cada vez más heterogéneo y dinámico producto del surgimiento de nuevas formas conyugales que abren el abanico de las relaciones de pareja.
Teorías sobre la intimidad emocional en la psicología de pareja
La intimidad se estructura en base al lenguaje y la comunicación; es vivencial, cambiante y negociable a partir de las acciones de los miembros de la relación. Desde la teoría del apego (1969, 1980), se propone que la calidad de la relación de pareja está influenciada por los patrones de apego desarrollados en la infancia; por ejemplo, un apego seguro facilita la intimidad emocional.
Por otro lado, la teoría de la autoexpansión (1969) sostiene que las personas buscan relaciones que les permitan crecer y expandirse y la intimidad se logra cuando ambas partes se sienten libres de ser auténticas y apoyadas en su desarrollo personal.
Por su parte, el modelo de vulnerabilidad y estrés (1977) señala que la intimidad emocional depende de la capacidad de manejar el estrés y las inseguridades personales de manera conjunta, creando un entorno de confianza y apoyo mutuo.
Beneficios de la intimidad emocional en las relaciones de pareja
Independientemente del modelo relacional de la pareja, la intimidad emocional tiene múltiples beneficios entre los que destacan la comunicación abierta, honesta y asertiva, en la que ambos miembros se sienten valorados y escuchados. De este modo, se aumenta la sensación de seguridad, conexión y compromiso. Como bien dice Carlos Mateo (2016, p.60): “Una pareja que no se comunica adecuadamente, con alta probabilidad acabará fracasando”.
Asimismo, las parejas con alta intimidad emocional fomentan el respeto por el espacio personal y la propia identidad, puesto que parten de la base de que, para querer de la forma sana, es importante no perder la propia identidad, sino aprender a potenciarla, y ayudar a al otro a que también lo haga, dentro de la idea de pareja que crece uno junto al otro y no en dependencia del otro (Cahue, M., 2016).
Además, las parejas con una intimidad emocional óptima presentan mayores recursos para afrontar conflictos, crisis y dificultades puesto que los viven como una oportunidad de crecimiento, centrándose en no perder el control durante los momentos más delicados; no ofender, ni agredir, ni humillar, y ponerse manos a la obra en la búsqueda de soluciones, no de culpables. En consecuencia, evolucionan en conjunto y permanecen mayor cantidad de tiempo juntas (Cahue, M., 2016).
Estrategias para fortalecer la intimidad emocional
A partir de ello, se resaltan algunas claves para potenciar la intimidad en la pareja:
- Asertividad: emplear un estilo comunicativo honesto, claro y respetuoso en el que se considera y respeta los sentimientos, necesidades y opiniones de la pareja, y a su vez, se expresan los deseos y necesidades propias empleando el “yo” en lugar del “tú”.
- Tiempo de calidad: bien sea en actividades que ambas partes disfrutan o bien, en propuestas de nuevas actividades que se comparten mutuamente.
- Rituales de pareja: fomentar y mantener pequeñas tradiciones o rituales, que sean plausibles dentro de la rutina semanal, como, por ejemplo, ver una serie o salir a cenar.
- Reconocimiento y gratitud: reforzar y agradecer los esfuerzos, las conductas y las cualidades de la pareja de forma genuina y espontánea.
- Estrategias constructivas: para abordar los problemas de forma sensata y enfocando la solución más que la culpa hacia el otro. En este punto es relevante considerar el perdón como proceso psicológico para liberar el resentimiento y restaurar la armonía en el vínculo.
- Contacto físico: como expresión no verbal del afecto, reflejado en abrazos, besos y caricias, no solo en el contexto sexual.
- Confianza y seguridad: a partir del cumplimento de pactos y acuerdos, la honestidad y el soporte emocional en momentos de estrés y dificultades.
- Metas compartidas: a partir de objetivos comunes que fortalezcan la unión y el sentido de propósito compartido.
- Autocuidado: centrado en el crecimiento personal y el bienestar individual, ya que una pareja se conforma de individuos saludables.
- Aceptación: respetando las diferencias y singularidades del otro desde la empatía y compasión, considerando su historia de apego y sus experiencias vitales.
- Cambio y crecimiento: apertura a los cambios y adaptaciones de las distintas etapas vitales de la relación y asumiéndolos como oportunidades de redescubrir al otro.
Finalmente, la vida en pareja puede ser uno de los mayores retos, pero también, uno de los mayores logros en el desarrollo del individuo. Ya en su momento, Erich Fromm dijo: “El amor es un desafío constante; no un lugar de reposo, sino un moverse, crecer, trabajar juntos; que haya armonía o conflicto, alegría o tristeza, es secundario con respecto al hecho fundamental de que dos seres se experimentan desde la esencia de su existencia, de que son el uno con el otro al ser uno consigo mismo y no al huir de sí mismos”.
Espero que te haya gustado el contenido y que os haya aportado alguna reflexión, idea o conocimiento inspirador. Sí que me gustaría antes de terminar, comentarte que si estuvieras buscando formación, tenemos un máster que trabaja sobre los principales aspectos de actuación en aspectos de sexología, pareja… es el Máster en Sexología Clínica y Terapia de Pareja, puedes consultarlo aquí.
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