Blog de ISEP

Interculturalidad. Un proyecto educativo. Parte 2

Interculturalidad. Un proyecto educativo. Parte 2

Continuamos en esta ocasión en nuestro blog con esta serie de posts iniciada con la primera entrada: «Interculturalidad. Un proyecto educativo«. Nuestra antigua alumna Paula González, continua con la segunda entrega:

“¡No puede quedarse! No tenemos profesionales para él…»

«Joseph es un niño de 11 años, Haitiano, llegado al país hace días y llega a una escuela prestigiosa a pedir una vacante. Lamentablemente al aplicar las pruebas de selección, Joseph no entiende el idioma español y no puede leer lo que le preguntan. La psicopedagoga intenta hablar en español, en inglés; sin embargo, Joseph solo habla francés. La especialista logra tener algunos códigos que le permiten a Joseph descifrar la evaluación de matemáticas pero no pudo colaborar en la evaluación de la prueba de lenguaje. Al entregar las pruebas de Joseph al equipo directivo, se decide rechazar a Joseph por no tener el personal idóneo para este desafío.»

La transformación educativa y cultural del siglo XXI

“Es tarea fundamental de la educación y de nuestra sociedad, transformar nuestra región, en un lugar diverso, pluralista, integrado e intercultural, a partir del respeto por los valores y costumbres culturales que cada persona trae consigo”.

En 1982, la Unesco afirmó, que:

– Toda cultura representa un conjunto de valores único e irremplazables.
– La identidad cultural contribuye a la liberación de los pueblos.
– Todas las culturas forman parte del patrimonio común de la humanidad.
– La comunidad internacional considera un deber velar por la defensa y conservación de cada pueblo. (ISEP, 2013)

Considerando estás afirmaciones, la temática de la interculturalidad abarca muchos aspectos tanto lo personal, sociocultural, político y económico.

El derecho de las personas a vivir dondequiera que se encuentren y “deber ser” partícipe de una sociedad distinta a la que perteneció es el inicio de la tarea de una sociedad intercultural, pero ¿qué sucede cuándo un niño de otra lengua llega a nuestro establecimiento educacional y no entendemos su idioma? ¿De qué manera aterrizamos esta teoría? ¿Estamos preparados para recibirlo? ¿Quiénes son o somos los responsables de poder darle la cobertura y el derecho a ser educado en la escuela? ¿Tenemos dentro del staff personal multilingüe? ¿Respetamos el derecho a la igualdad? ¿Cómo, dentro de la institución escolar podemos distinguir el exitismo fantoche de resultados, cuando los estudiantes son escogidos con pruebas de alto nivel con el propósito de no desperfilar los altos resultados obtenidos a través del tiempo?

A pulso, dentro de la escuela, nos damos cuenta de esto. Sentimos frustración de ver como a nuevos integrantes no solo se le cierran las puertas, sino que se le priva de oportunidades, aun cuando estas sean para el proceso de socialización, que es muy importante.

La importancia de la Diversidad y la Interculturalidad

Los primeros proyectos que incorporaron el tema de la diversidad fueron realizados por Estados Unidos en la década de los setenta y en España en la década de los ochenta. La comunidad Europea y el Consejo de Europa son dos organismos que mayoritariamente han trabajado el tema de la interculturalidad.

Interculturalidad, término usado indiscrimanadamente, significa desde la pedagogía una interacción múltiple y dinámica. Se trata de una educación que debiera ser comprometida con la comunidad entera y no servirse de los buenos resultados de alumnos aventajados y exitosos.

Para la elaboración de un proyecto educativo se requiere la voluntad política, igualdad de oportunidades y un potente diálogo cultural y enriquecedor bajo los principios de una visión amplia, global y mundial, de carácter de políticas públicas con una concepción dinámica y de valoración positiva cultural; con una escuela abierta y comprometida en los procesos de transformación y apoyo a inmigrantes, con docentes preparados, con inversiones concretas y reales al apoyo de estas necesidades educativas especiales.

Ahora bien, las funciones de la educación intercultural que debieran desarrollarse apuntan a la función transformadora, controladora del proceso y prospectiva de los objetivos, es decir, la realización de un trabajo sistemático y constructor, además del desafío creador de mejorar lo ya hecho, teniendo como propósitos ofrecer mejores condiciones, igualdad de oportunidades, valores de base y comunes entre los miembros de esta comunidad multicultural, rescatando y valorando la diversidad a través del respeto entre los actores sociales, tomando conciencia de optar por buenas prácticas sociales e individuales y colectivas, desarrollando nuevas propuestas multiculturales para superar todo o gran parte de los etnocentrismos favoreciendo así, un mejor desarrollo de una identidad cultural abierta y flexible que inserte cada uno de los elementos propios de cada cultura.

En la tercera parte de esta temática se darán a conocer los diferentes modelos y programas existentes en la educación intercultural; sin embargo, la reflexión pedagógica en más que una lectura teórica, más bien una invitación a hacer realidad… una pedagogía intercultural.

Avatar de Paula Gonzalez Valenzuela

Acerca del autor:

Paula Gonzalez Valenzuela
Paula González Valenzuela. Educadora de Párvulos. Universidad Nacional Andrés Bello. Postítulo en Psicopedagogía y Lenguaje. Universidad Central de Chile. Postítulo en Especialización en Inglés para Enseñanza General Básica. Universidad de Santiago de Chile. Magister en Educación, Mención Gestión Educacional. Universidad de Santiago de Chile. Máster en Intervención en Dificultades del Aprendizaje. Instituto Superior de Estudios Psicológicos. Diplomado en Mejoramiento Escolar. Universidad de Chile. Diplomado para líderes Instruccionales. Aptus Chile. Mi nombre es Paula González Valenzuela. Nací en Chile, en 1980.Vivo en Santiago, Capital de Chile al Sur de América, junto a mi esposo e hijos y mis padres. Dediqué gran parte de mi juventud a estudiar educación con el propósito de ser un aporte a la sociedad desde la primera infancia. Sigo creyendo que los vínculos y el compromiso son fundamentales para el aprendizaje y el desarrollo integral de los niños y niñas.

Ver todas las entradas por Paula Gonzalez Valenzuela

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *