Si has perdido recientemente o si perdiste hace un tiempo a alguien importante en tu vida, es posible que estas fechas señaladas sean complicadas o dolorosas para ti. En las siguientes líneas espero poder dar algo de claridad a lo que estás sintiendo y a facilitarte la gestión del duelo en Navidad.
La pérdida
Las fiestas de Navidad ya están aquí y en nuestra sociedad tienden a tener un significado especial. Es una época de reunión con los seres queridos, de familia y de gestos de cariño. Sin embargo, en muchos otros casos también puede ser una fuente de malestar, ya sea porque en la familia haya algún tipo de conflicto, o porque haya habido una muerte reciente.
Es fácil que las familias en las que las Navidades son sinónimo de alegría tengan numerosos recuerdos vinculados a estos días. Por eso, ante la pérdida de alguien que quieren, las emociones afloran de forma más intensa en vacaciones de Navidad.
Consecuencias del duelo
Durante las Navidades, te haces más consciente de que esa persona no te acompañará ya físicamente en los momentos importantes y especiales, y por eso, la tristeza puede atravesarte de forma más profunda.
Es posible que eches especialmente de menos a esa persona, y que su ausencia se note de forma más evidente en las reuniones familiares, al haber dejado la silla vacía, al no ocupar ya el espacio que era suyo junto a la familia o amistades.
Realmente, durante el duelo pueden aparecer numerosos síntomas: apatía, falta de apetito, menos capacidad de concentración, insomnio, necesidad de aislamiento… Las consecuencias del duelo pueden instalarse durante un tiempo en ti, debido al golpe emocional, pero poco a poco se irá recuperando y colocando todo de nuevo.
Por último, es frecuente también que aparezcan sentimientos de culpabilidad por estar pasándolo bien, por sentirse feliz en estas fechas. Pero recuerda que las emociones agradables y vivir buenos momentos también es natural (y necesario), aunque estés en un proceso de duelo.
Cómo gestionar el duelo en Navidades
No hay una solución inmediata, ni nada que de forma mágica te alivie para siempre. Pero, si estás pasando por un mal momento y sientes que el dolor en Navidad va a ser más complicado de gestionar, aquí tienes algunas pautas que puedes probar para que sea más sencillo transitar tu duelo en estas fechas.
1. Planificación
Anticipa con tus seres queridos los planes que tenéis y cómo queréis que se desarrollen estas fiestas. Algunas personas no querrán celebrar nada, otras desean hacerlo como siempre, otras necesitan hacer algo distinto, como un viaje.
Pensad cómo podéis encajar estas Navidades todas las necesidades que tengáis, respetando al máximo el ritmo de cada persona y facilitando que podáis decidir libremente y de forma individual qué hacer y qué no hacer.
2. Cuenta con tu red de apoyo
Habla con tus personas de confianza sobre cómo te sientes y exprésate. Déjate cuidar, acepta la ayuda de tu entorno. Aprovecha los momentos de compañía que la gente que te quiere te ofrece, evidentemente respetando tus propios límites, pero siendo consciente de que esos momentos compartidos van a sentarte bien.
No te sientas mal por estar pasándolo bien. La tristeza, la alegría, la rabia… conviven y se entremezclan en todas las personas. Puede parecer incoherente, pero ser feliz no significa que no eches de menos a la persona o que la quieras menos, significa simplemente que también mereces esos momentos de tranquilidad y alegría.
3. Haced un homenaje
Puede ser muy reparador que realicéis algo simbólico en una de las reuniones familiares. Puede ser cualquier cosa que se os ocurra. Desde escuchar en compañía una canción que le gustara, poner una vela durante la cena, colgar algunas fotos o crear un álbum de recuerdos, cocinar su plato favorito…
Hay opciones infinitas para recordar y conectar con el amor que sentís por esa persona que ya no está. Encontrad la vuestra propia y daos un espacio en las fiestas para aliviar la herida y daros apoyo.
4. No evitéis hablar de ello
El silencio y el aislamiento no suelen ser buenos aliados del duelo. Hablar de cómo os sentís y compartirlo con personas de confianza o con personas que están pasando por la misma pérdida que tú puede reducir mucho el dolor y el peso que cargas.
Poner palabras a tus emociones y a lo que te sucede, desenreda y alivia. Siempre que así lo necesites, trata de expresarte y rodéate de personas que te lo permitan y te acompañen.
5. Respeta tu proceso
Ten en cuenta que las necesidades de cada persona son diferentes y tendréis que adaptaros. Cada proceso de duelo es único y necesitamos tiempos y ritmos distintos.
Permítete sentir todo lo que estás sintiendo: rabia, tristeza, alegría, culpa, miedo, cariño, ilusión… Y también permite que tu entorno procese el duelo de la forma que sabe y puede.
Ya sean o no las primeras Navidades u otro evento importante como aniversarios, el proceso de duelo es complejo y siempre es más lento de lo que nos gustaría. Pero el alivio, con el tiempo y los cuidados adecuados, va llegando. Ojalá estas líneas te hayan facilitado dar un paso más para que el dolor no sea tan desgarrador.
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gracias por la orientacion