En estos últimos años, el número de terapias psicológicas que involucran a animales se está viendo incrementado considerablemente, ya que cada vez más, los estudios que avalan los múltiples beneficios que producen las Terapias Asistidas con Animales.
Terapias asistidas con Animales, ¿qué son?
Sin embargo, en España, las Terapias asistidas con Animales aún son algo bastante novedoso que cuesta no sólo de explicar, sino de hacerlo entender.
La Terapia Asistida con Animales no es más que una sesión de terapia realizada por un psicólogo cualificado, a la cual se le une un animal como parte importante del tratamiento psicológico.
Después de que Andrea Bracho y Mireia Bosch, antiguas alumnas del Máster en Terapia Asistida con Animales, se conocieran y vieran que tenían muchas cosas en común e incluso que compartían un mismo objetivo, decidieron iniciar su propio proyecto juntas.
El resultado de aunar dos de sus pasiones, psicología y animales; junto con sus ganas de emprender y mucho trabajo y esfuerzo, ha sido la fundación de Entrelazadogs.
Máster en Terapia Asistida con Animales, punto de encuentro
Mireia reconoce que iniciar su propio proyecto era algo que al principio les daba vértigo y que suponía un reto para ellas. Por su parte, Andrea reconoce que el hecho de cursar el Máster en Terapia Asistida con Animales en ISEP, les dio la oportunidad de conocer a diferentes profesionales dedicados al mundo de la terapia asistida con perros, los cuales, gracias a su apoyo, sus consejos y sus sugerencias, fueron los que les dieron el último empujón para aventurarse a iniciar su propio proyecto.
Después de haber iniciado Entrelazadogs en 2015, Andrea y Mireia confiesan que, en estos 4 años de andadura profesional, han conseguido crecer enormemente tanto en el ámbito profesional como en el personal.
En términos empresariales, se han visto obligadas a aprender sobre temas tales como economía, finanzas, administración o marketing con el objetivo de poder gestionar su propio negocio.
Por lo que hace al crecimiento personal, ambas reconocen que, aunque se trate de un trabajo vocacional muy bonito, éste requiere de mucho esfuerzo y dedicación, a su vez conlleva una gran responsabilidad.
Aun así, Andrea nos confiesa que, si tuvieran que retroceder en el tiempo, está segura que lo volverían a hacer porque merece mucho la pena poder trabajar en tu sueño.
Conoce la historia de Andrea y Mireia al completo en el siguiente vídeo:
