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EMDR como tratamiento para las adicciones

EMDR como tratamiento para las adicciones

¿Conoces que significa EMDR? Son las iniciales de Eyes Movement Desensitization and Reprocessing, por tanto, estamos hablando de una técnica que significa desensibilización y reprocesamiento mediante el movimiento ocular.

Esta técnica fue descubierta por la Doctora Francine Shapiro al final de la década de los 80.

Cuando mencionamos el EMDR estamos hablando de un proceso utilizado principalmente para situaciones traumáticas. Pero, como todo esto ha ido evolucionando hasta poder aplicarse como una herramienta muy potente en la que se pueden abarcar multitud de malestares, problemas y una aplicación genial para el ámbito de terapia.

EMDR ¿en qué consiste principalmente?

La técnica de EMDR se basa principalmente en la estimulación de ambos hemisferios cerebrales de manera alternativa a través del sentido de visualización.

El EMDR consiste en una herramienta muy compleja en la que el paciente se focaliza en distintos puntos a nivel visual de un lado al otro siguiendo los dedos del profesional. Además, se pueden incluir técnicas dentro de esta propia herramienta como el tapping, una estimulación más táctil o bien de manera más auditiva a través de distintos sonidos alternos en ambos oídos.

Aplicaciones del EMDR en Adicciones

Uno de los ámbitos en los que podemos aplicar EMDR es en las adicciones. Gracias a varios estudios científicos se ha demostrado que esta técnica actúa como un potenciador para el cambio acortando el tratamiento propio de este tipo de problemática como es la superación de una adicción.
Se ha demostrado que EMDR es muy efectivo para el tratamiento de distintos tipos de adicción tales como:

  • Adicción a la nicotina (EMDR para dejar de fumar)
  • Adicción a la marihuana
  • Adicción al alcohol
  • Adicción a la comida
  • Además, actualmente conocemos que su aplicación es significativamente eficaz para reducir o eliminar las conductas compulsivas.

¿En qué consiste el EMDR en las adicciones?

EMDR se focaliza y se centra principalmente en la desensibilización progresiva de los factores desencadenantes para este tipo de problemática en relación a la conducta adictiva.

Por tanto, consiste en un tipo de tratamiento que se centra en dirigir a la persona hacia un objetivo atractivo, alcanzable y positivo como una de las técnicas de visualización.

Gracias a la búsqueda de este objetivo podemos llegar a conseguir una reducción significativa de la conducta problemática pero además, nos dirigimos a producir un aumento importante en cuanto a las distintas creencias limitadores que bloquean a la persona para el cambio además de aumentar la autoestima.

Es importante trabajar este tipo de creencias limitantes que pueden aparecer en estos casos como “No voy a salir nunca de esto” o “No voy a ser capaz”.

Esto conlleva a factores estimulantes para la persona que sufre adicción y el resultado de la aplicación de EMDR produce una sensación de mayor capacidad para la persona creando una retroalimentación de índole muy positiva acelerando todo el proceso y el tratamiento para estos casos.

Tratamiento de adicciones con EMDR

Actualmente, el consumo de drogas, principalmente en España va aumentando cada vez más. El Instituto Nacional de Estadística (INE) demuestra a través de sus cifras que, cada vez más, existen consumidores habituales de todo tipo de drogas en los más jóvenes.
Sabemos que las sustancias más adictivas son:

  • Éxtasis
  • Marihuana
  • Polvo de ángel
  • Cafeína
  • Cocaína
  • Crack
  • Heroína
  • Alcohol
  • Seconal
  • Metacualona
  • Valium
  • Metanfetamina
  • Nicotina

Cuando nos encontramos con personas que están sumergidas en la adicción es importante dirigirnos hacia la raíz del problema, ya que nos encontramos principalmente con compensaciones a través de la sustancia adictiva para llenar, de alguna manera, un vacío emocional o algún tipo de carencia.

Gracias a la técnica de EMDR a través de los movimientos oculares que se producen en la fase REM del sueño, nos adentramos en las experiencias que el cerebro examina para procesarlas de manera adecuada y óptima.

De esta manera, todas aquellas experiencias que se han almacenado como carencias y/o vacíos emocionales se transforman de una manera más sana y cambiando las creencias de esos momentos a través de estos movimientos oculares.

Debemos entender que, cualquier hábito hacia cualquier sustancia en relación a la adicción, se trata de una conducta aprendida que, con el tiempo, se mantiene por el hecho de estar asociado a experiencias y sensaciones que, para cada persona, tienen un significado subjetivo e individual.

Todas estas conductas y el entorno van almacenando toda la información grabándose automáticamente en nuestro cerebro.

Por ejemplo, cuando hablamos de una adicción como es la del tabaco, se suele empezar en las primeras veces en edades muy tempranas en entornos muy sociales y entretenimiento.

Por tanto, el cerebro empieza a almacenar estos recuerdos respecto a las primeras veces, creando momentos sociales como momentos en los que la adicción aparece.

Aplicación de EMDR a dejar de fumar

Por tanto, cuando la persona, por ejemplo, da una calada, se producen sensaciones que suelen asociarse con connotaciones positivas y con recuerdos de esas primeras veces con interacciones sociales.

Al aplicar la técnica de EMDR nos adentramos directamente en los canales de información que están en el cerebro de la persona actuando a la falsa sensación de bienestar y calma que causa la sustancia adictiva, cuando realmente, es totalmente perjudicial para la persona.

Siguiendo con el ejemplo del tabaco, al final del tratamiento la persona tiene la sensación y la creencia totalmente convincente en relación a la no necesidad de esa sustancia, eliminando por completo la sensación de angustia al no poder consumir.

De esta manera, se crea una sensación de calma y liberación por parte de la persona en relación a la sustancia cortando con todos esos patrones que conllevan a las posibles recaídas.

Debemos tener en cuenta que, de la misma manera que estas experiencias y creencias son totalmente individuales y subjetivas, cada persona actúa y responde ante las sustancias de distinta manera. Por ello, es importante crear un proceso de EMDR totalmente individualizado y adaptado a las necesidades de cada paciente que sufre adicción.

El resultado final, por tanto, consiste en poder aplicar recursos y herramientas basadas en EMDR para poder controlar el hábito y desconectar los factores desencadenantes de la adicción conectando con nuevas respuestas más óptimas que actúan como conductas totalmente saludables y beneficiosas para la persona.

Si estás interesado en desarrollarte profesionalmente en este campo, no dudes en consultar nuestro Máster en Prevención e Intervención en Conductas Adictivas. 

 

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Acerca del autor:

Irene Gutiérrez Coranti
Especialista en psicología y psicoterapia humanista, concretamente en la gestión emocional y autoestima. Cuenta con experiencia en un centro humanista realizando sesiones grupales en estimulación y rehabilitación cognitiva. Alumna del Máster en Terapias de Tercera Generación y Aplicación de las Nuevas Tecnologías de ISEP.

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