El 15 de abril se celebra el día mundial de la Atención Temprana. Al acabar de leer esta frase seguramente te hayas dado cuenta de que no conoces este concepto y tu curiosidad innata te haya llevado a preguntarte sobre su significado. Quizás tus primeras conjeturas hayan sido: “atender con prontitud”, “asistir o cuidar antes” entonces, no vas desencaminado/a.
¿Qué es la atención temprana?
La Atención Temprana (AT) trata de dar respuesta a las necesidades que presentan los niños (desde su nacimiento hasta los 6 años) con trastornos en su desarrollo o que están en riesgo de padecerlos. Está presente en multitud de servicios tan cotidianos como los hospitales, por ejemplo. Pero hay centros específicos y especializados donde se da esta Atención, denominados Centros de Desarrollo y Atención Temprana (CDIAT). Estos centros resultan desconocidos para la mayoría de nosotros, y en cambio son uno de los servicios más importantes e imprescindibles para la comunidad, ya que favorecen y ofrecen oportunidades para el óptimo desarrollo de los niños y niñas.
¿Te imaginas que alguien no conociera las guarderías? Parece inaudito, ¿verdad?. La misma sensación nos provoca a nosotros, los profesionales de Atención Temprana, ya que más de un 10% de la población infantil entre 0 y 6 años puede padecer trastornos en su desarrollo. La Atención Temprana debería estar dentro de la cartera de Salud y ser un servicio más, reconocido por todos los ciudadanos.
Importancia de la atención precoz
Hay muchos niños que presentan dificultades de lenguaje, motoras, cognitivas, sociales… y el paso del tiempo no ayuda a que evolucionen por sí solos. Con una adecuada atención pueden comenzar y/o mejorar el habla, el caminar, las relaciones… Y estas afirmaciones las hacemos basándonos en la ciencia. Que la atención cuanto más temprana mejor, sea lo más indicado, tiene una justificación: la neuroplasticidad. Seguro que has escuchado la expresión “los niños son como esponjas”, y es que, en estas etapas precoces del desarrollo, existe mayor capacidad de asimilar e integrar nuevas experiencias. El cerebro forma nuevas conexiones nerviosas en respuesta a estímulos externos. Esta capacidad resulta trascendental porque posibilita la mejora de cualquier individuo durante su evolución.
Atención en los CDIAT
A nivel estatal existen muchas diferencias en la composición y el funcionamiento de los Centros, pero todos tienen un objetivo común y es lograr que los niños sean lo más funcionales, autónomos, independientes… posible. Sin embargo, acudir a un CDIAT por primera vez es una situación que se vive con angustia por parte de las familias y donde surgen, comprensiblemente, mil dudas y miedos: ¿A mi hijo/a le pasa algo grave? ¿Logrará ser independiente? ¿Qué profesionales lo tratarán? Se requiere un equipo formado y preparado para poder dar respuesta a todas estas inquietudes. La familia será acogida por un equipo integrado por profesionales provenientes de diferentes disciplinas (psicología, logopedia, trabajo social, neuropediatría, fisioterapia…), un equipo que trabaja conjuntamente para dar respuesta lo antes posible a las necesidades de los niños/as y de sus familias. Las respuestas pueden ser de carácter preventivo (atender a menores con riesgo de padecer alteraciones en su desarrollo) o intervenir directamente sobre las dificultades del neurodesarrollo, tanto crónicas como transitorias, que ya presentan los niños.
Durante el proceso de evaluación y tratamiento, se actúa conjuntamente con otros profesionales directamente vinculados con los menores. Una coordinación necesaria con Servicios Sociales, Hospitales, Colegios… los contextos donde el niño/a interacciona en su día a día y donde se le puede ofrecer y facilitar también recursos para promover un mejor funcionamiento y bienestar.
En definitiva, para los profesionales dedicados a la Atención Temprana, ésta es:
recibir y escuchar la preocupación de una familia,
acompañar y apoyar emocionalmente,
comprender, respetar y tolerar,
descubrir las potencialidades del niño y de su familia,
luchar en los momentos difíciles,
satisfacción ante los pequeños logros,
bienestar del pequeño y su familia,
integrar todos los entornos del niño y su familia,
…
Es ESTAR con la FAMILIA.
Necesidad de visibilizar y normalizar la Atención Temprana
Pero para las familias, acudir a los Centros de Atención Temprana supone una doble preocupación: una, por su hijo/a; y otra, por ser aún un tema poco conocido en nuestra sociedad. Los retrasos en el desarrollo o trastornos, suponen aún para algunos un tema tabú. Es necesario que actualicemos nuestra forma de entender las necesidades que pueden presentar nuestros niños y normalizarlas. Siendo realistas y partiendo de las características y dinámicas de la sociedad actual, todos somos susceptibles de necesitar en un momento u otro, de acompañamiento y apoyo profesional.
Celebremos el día mundial de la Atención Temprana para darnos a conocer, divulgar lo que somos, nuestra labor, hacernos más visibles para todas las instituciones y reclamar mayores esfuerzos para lograr un servicio de mayor calidad. Todos los recursos que se inviertan en Atención Temprana, serán una ayuda para el futuro de los niños, ya que presentarán menos dificultades en su vida adulta y esto reportará en beneficio suyo, de sus familias y de la Sociedad.
excelente información