Estas últimas semanas, el tema del Coronavirus se ha establecido como el primer tema de conversación allá donde se esté. Tantas son las informaciones que han llegado a la población, que ésta ha empezado a trascender la incertidumbre y el miedo.
Pero, ¿por qué sucede esto con el Coronavirus?
Maribí Pereira, psicóloga y directora de Investigación y Relaciones Institucionales de ISEP, apunta a qué la sensación de pánico ha sido generada por el miedo proveniente de la ambivalencia en la información recibida por la población.
Es decir, no se puede decir que Sanidad transmite que no se trata de algo que deba preocuparnos, que simplemente es una gripe un poco más fuerte y que la tasa de mortalidad por Coronavirus está muy por debajo que la de una gripe convencional; y que después se estén anulando todas las actividades, congresos y eventos que conlleven la congregación de grandes grupos de personas, y que farmacias y supermercados se estén quedando sin abastecimiento de productos hidroalcohólicos y sin mascarillas. Se trata de algo que genera incongruencias, haciendo que se cree un ambiente de incertidumbre entre toda población, en donde la mejor opción acabe siendo el hipercontrol de una situación que, por el momento, se desconoce cómo avanzará.
Desarrollo del miedo, ¿Qué perfiles pueden ser más propensos?
Asimismo, ante situaciones como éstas, las personas que son más susceptibles a desarrollar pánico son:
- Personas con un perfil obsesivo, generalmente los somatizadores o los hipocondríacos.
- Personas mayores
- Personas con una enfermedad respiratoria previa como neumonía o asma.
De hecho, Maribí Pereira comenta que, en estos dos últimos grupos, la preocupación puede venir dada en muchos casos por el riesgo que sienten de morir, debido a que las noticias señalan que las personas que están muriendo por el Coronavirus son o bien personas de edad avanzada, o bien personas que tienen las defensas muy comprometidas, es decir, que están inmunodeprimidos.
En el lado opuesto, están las personas que están perfectamente sanas y que no tienen porque enfermar, pero que desarrollan cierto tipo de pánico hacia circunstancias como ésta, y que se restringen en casa y no salen de ella porque asocian el Coronavirus con la muerte.
Con la crisis del Coronavirus, ¿Cómo podemos actuar con las personas más temerosas?
Igual que se han visto anteriormente los diferentes perfiles que pueden verse más afectados por el temor a padecer Coronavirus, veamos que nos recomienda hacer la psicóloga Maribí Pereira ante estos casos.
Por lo que hace a las personas con perfil obsesivo, la psicóloga propone trabajar en no solo en la reestructuración cognitiva, es decir, tratar de identificar los pensamientos negativos y corregirlos; sino además tratar de abogar por una tranquilidad racionalizadora a través de información extraída de fuentes científicas y fidedignas que permitan rebatir los pensamientos distorsionados. “No se trata de obligar a los pacientes a venir a consulta, sino hacerles ver que el personal sigue funcionando con normalidad” señala la experta.
En el caso de personas inmunodeprimidas, Pereira sí que recomienda que opten por recogerse un poco más en casa, que eviten aglomeraciones innecesarias y que mantengan los cuidados higiénicos básicos, dado que se trata de personas más vulnerables ante este tipo de enfermedades. Sin embargo, la psicóloga recalca que es importante que estas personas no se encierren en casa, ya que este hecho potencia los pensamientos negativos, favoreciendo a su vez que se produzca una obsesión.
Asimismo, no debemos olvidar que las emociones negativas influyen en la inmunodepresión del ser humano, de manera, que se acaba convirtiendo en un pez que se muerde la cola.
¿Qué hacer para disminuir el temor con el Coronavirus?
Desde el punto de vista de Pereira, lo primero que se debería hacer es homogeneizar la información y la conducta que da, de modo que, eso contribuiría a que la población estuviera mucho menos temerosa.
Así pues, el mensaje que propone Pereira para hacer frente a esta situación de incongruencia sería “debido a la rápida expansión del Coronavirus, y teniendo en cuenta que se trata de una enfermedad con una cifra de mortalidad muy baja, vamos a suspender temporalmente las actividades previstas para tomar medidas preventivas entre las cuales están A, B y C.”
De la misma manera, Pereira apuesta por trabajar en una psicoeducación preventiva que huya de los extremos y que se no realice únicamente cuando la intervención ya es inminente, sino que se informe correctamente y se actúe en consecuencia, especialmente por lo que hace a los organismos del sector sanitario y político.
¿Cómo explicar a menores el Coronavirus?
En el caso de los niños, es importante tener en cuenta es la edad del menor, pues los niños menores de 7 años, al no tener aún desarrollado suficientemente el pensamiento abstracto, no son capaces de entender el pánico, sino que acaban pensando en función de lo que ven, especialmente en los entornos más próximos. En estos casos, lo que se debe hacer es psicoeducar a las personas de su entorno más cercano (padres, madres, abuelos, profesores, cuidadores…) para que no entren en pánico.
Por lo que hace a los niños a partir de los 8 años, éstos ya empiezan a pensar por sí mismos, por lo que se pueden emplear algunas metáforas o ejemplos previos.
Pereira propone hacerles un símil con constipados previos y decirles que, en esta ocasión, puede darse un poco más fuerte, pero que, con reposo, cuidado personal y algunos medicamentos, se curarán sin problema igual que les ha pasado anteriormente. Asimismo, se trata de un momento perfecto para introducirles una nueva rutina de limpieza personal parecida a la de cepillarse los dientes.
En los colegios, se deben seguir las mismas rutinas, incluso como dice Pereira, se puede convertir en algo divertido y que compartan todos los niños, involucrándolos con estímulos como cantando canciones o realizando ellos mismos los carteles de prevención.
En cualquier caso, lo que debería hacer la población en general es mantenerse informada, siendo conscientes de que se trata de un virus de rápida expansión y que con unas medidas básicas se puede reducir el riesgo de contagio; aunque paralelamente se filtre y se contraste la información que se está consultando para no acabar alarmándose de una forma tal vez innecesaria.
Finalmente, la psicóloga recomienda que más allá de estar hablando y consumiendo información del Coronavirus, la sociedad también debe informarse y hablar de otras temáticas completamente distintas, con el fin de no reforzar el pánico que actualmente se está generando por esta enfermedad.