¿Qué trata la neuropsicología?
Sin duda alguna, uno de los campos científicos que más está creciendo y evolucionando en los últimos años es el relacionado con las neurociencias: neuropsicología, neurología, neurofisiología, neuroeducación, etc. Los años 90 se conocen como la “década del cerebro”, ya que la revolución de las técnicas de neuroimagen impulsó un gran avance en el estudio del cerebro. Así pues, dichas técnicas marcaron un antes y un después, por lo se considera que, pese a que todas las áreas que abarcan las neurociencias son aún muy jóvenes, éstas tienen un prometedor futuro tanto en investigación como a nivel clínico.
¿Qué es la neuropsicología?
La neuropsicología es una de las especialidades de la psicología, en la que se mezclan conocimientos de diferentes ramas, tales como: la psicología, la psiquiatría, la neurología y la neurofisiología. De modo que, integrando los conocimientos de todas estas neurociencias, estudia y comprende la relación entre el sistema nervioso central con todas sus estructuras y redes neuronales y las manifestaciones cognitivas, conductuales y emocionales del ser humano.
Áreas de la Neuropsicología Clínica
Asimismo, la neuropsicología abarca diferentes áreas como la investigación, docencia o clínica. En ésta última, los campos de intervención podrían resumirse en los siguientes:
- Trastornos del neurodesarrollo (trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDA/H), trastornos del aprendizaje (dislexia, disgrafía, discalculia), etc.
- Daño cerebral adquirido (traumatismos craneoencefálicos, tumores, ictus, infecciones, etc.)
- Deterioro cognitivo y demencias (deterioro cognitivo leve, Enfermedad de Alzheimer, demencia frontotemporal, demencia por cuerpos de Lewy, etc.)
Por lo tanto, interviene tanto en población infantil, adulta y en envejecimiento, realizando evaluación, diagnóstico e intervención para cada caso.
¿Cómo trabaja un/a neuropsicólogo/a?
El/la neuropsicólogo/a, tal y como se ha explicado en el apartado anterior, interviene sobre diversos trastornos neurológicos, siguiendo el siguiente esquema:
- En primer lugar, realiza una entrevista clínica con el/la paciente y/o su familia, donde se recogen datos de su historia clínica y se realiza la anamnesis. En ella se incluyen cuestiones como: el motivo de consulta, la sintomatología que observa el/la propio/a paciente o su familia, los antecedentes personales y familiares, las patologías y tratamientos, etc.
- Tras la entrevista inicial, se lleva a cabo la evaluación neuropsicológica, mediante test y baterías que evalúan las diferentes funciones cognitivas (atención, velocidad de procesamiento, funciones ejecutivas, memoria, lenguaje, praxias, gnosias), la conducta y la emoción. En función de los resultados, saldrá un perfil cognitivo con el que se realizará el diagnóstico sindrómico (síndrome amnésico, afásico, disejecutivo etc.) y dependiendo de la patología, con la combinación de dichos síndromes y síntomas conductuales y emocionales, se llegará al diagnóstico diferencial (por ejemplo Enfermedad de Alzheimer, TDA/H, etc.)
- Finalmente, se lleva a cabo un plan de intervención, en el que, dependiendo de la patología, se intentará rehabilitar, compensar o sustituir las funciones cognitivas en las que presente dificultades (déficits atencionales, lingüísticos, etc.). Por ejemplo en un paciente que ha sufrido un ictus, se intentarán rehabilitar aquellas funciones cognitivas con el fin de volver a un funcionamiento normal de las mismas y en las que no se pueda rehabilitar de manera que desaparezca el déficit, se utilizará la compensación o sustitución mediante ayudas externas, pautas, etc. para que el/la paciente pueda ser lo más funcional posible en su día a día. El principio en el que se basa la rehabilitación neuropsicológica es la plasticidad neuronal, definida según la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “la capacidad que tienen las células que conforman el sistema nervioso para reconstituirse de forma anatómica y funcional, después de ciertas patologías, enfermedades o incluso traumatismos”.
Por lo tanto, el/la neuropsicólogo/a, convierte el cerebro en pequeñas piezas (éstas serían las funciones cognitivas anteriormente mencionadas) y valora qué piezas no encajan bien para realizar un diagnóstico e intervención y volver a encajarlas lo mejor posible, devolviendo así la máxima funcionalidad posible al/la paciente.
Comprender el cerebro para entender la cognición, conducta y emoción
Es importante conocer el funcionamiento del cerebro para comprender mejor qué es lo que le pasa a nuestro hijo que presenta un TDA/H, a nuestro padre que ha sufrido un ictus o a nuestra abuela que padece algún tipo de demencia.
¿Mi hijo es un vago o tiene dificultades atencionales y de funciones ejecutivas?; ¿mi hijo es un maleducado o tiene una disfunción a nivel frontal que le impide la inhibición y autorregulación conductual?; ¿mi padre es un “viejo verde” o presenta problemas de desinhibición sexual por una demencia frontotemporal de variante conductual?; ¿me enfado con mi abuela porque no “sabe” cómo ponerse una blusa, o comprendo que tiene una apraxia del vestido?