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Conflicto, convivencia y mediación: Parte I. Conceptualización del conflicto

Cuando se habla de conflicto, encontramos una bibliografía muy extensa respecto al tema,

¿Qué es el conflicto?

A partir de una profunda investigación y análisis se puede deducir que conflicto es un proceso antagónico, interaccional compuesto por dos o más actores sociales, que se desarrolla dentro de un contexto cultural, temporal e histórico, y que se va construyendo por las partes de manera compleja. Es decir, el conflicto nace, se desarrolla, se transforma y finaliza o permanece en el tiempo en forma latente por uno de los actores o todos quienes estén involucrados. Habitualmente predomina la interacción antagónica a través de acciones, pensamientos, afectos o discursos y puede ser conducido por los mismos o terceros.

Elementos que conforman un conflicto

Como anuncia Lederech, en su análisis en relación con los elementos del conflicto, un conflicto está compuesto por las personas, los procesos y los problemas. Las personas, que componen el conflicto, ya sea como protagonistas o actores sociales secundarios u otros, entendiendo que cada uno de los involucrados cumple un rol que influirá en la toma de decisiones y en cómo se desarrollará el conflicto. En relación con el tipo de conflicto, cabe mencionar que los conflictos pueden darse no solo con otro actor sino también en forma interpersonal a través de los aspectos psicológicos del ser humano tales como las emociones, sentimientos, ideologías, voluntades, entre otros.

Tipos de conflictos

Por otro lado, existen otros tipos de conflictos, aquellos que habitualmente estamos observando en nuestras vidas o en la de otros; éstos son aquellos que ocurren entre dos o más sujetos, llamados conflictos interpersonales, como por ejemplo a nivel familiar, marido-mujer, padres-hijos, empleador-funcionario, en fin, roles acordes a las situaciones cotidianas de las personas. Aquellos conflictos que se dan en una escala mayor y que involucran a personas del mismo grupo de participación, Lederech les llama conflictos intragrupales, es decir, sociedades, corporaciones, instituciones, ciclos, departamentos de…, organizaciones y/o familias extensas que presentan en forma interna conflictos. Finalmente cuando los conflictos salen de los grupos pertenecientes y se crean conflictos con otros grupos sociales, se les llama conflictos intergrupales.

Otro de los elementos relativos a las personas como elementos del conflicto, se encuentra la posición que el sujeto ocupa dentro del conflicto, entendiéndose como quien gana o quien pierde en relación a los intereses y necesidades que estén presenten, como también al poder que este actor desarrolle dentro del proceso y la influencia que ejerza en otros actores o más aún en el mismo mediador.

Tanto las percepciones, emociones/sentimientos y valores que las personas lleven consigo el problema tomará cuerpo, puesto que el entendimiento de lo que sucede según la visión será determinante para la toma de decisiones, del mismo modo, el estado anímico y los valores que éste adopta de su cultura ideológica familiar.

Procesos dentro de un conflicto

En relación con el proceso del conflicto, algunos elementos como la dinámica que existe entre los actores es fundamental para poder identificar si esta dinámica es latente por una de las partes o adversarial, donde las partes están completamente polarizadas. Con ello, se agrega la relación entre las partes considerando que aquellos sujetos que hayan tenido alguna relación cercana el conflicto pudiera ser más llevadero a su fin, mientras que aquellos que han tenido una pobre y deteriorada relación, pudiera ser más complejo llegar a puerto. La comunicación como elemento del proceso se verá influenciada a su vez por varios factores como igualdad de rol, estereotipo y prejuicios que previamente hayan existido y que, sin duda, podrían afectar o alterar de manera positiva o negativa en la resolución del problema.

El tercer elemento constituyente de un conflicto es el relativo al problema, y los elementos que abarca el concepto es el núcleo, comprendiendo que es lo que ha ocurrido entre las partes involucradas del conflicto, el tipo de conflicto, sea éste por la relación/comunicación que se da entre los sujetos; intereses/necesidades; conflictos por recursos, actividades o preferencias de estilos de vida a nivel ideológico, valórico y cultural.

La visión del conflicto

La visión de un conflicto puede ser funcional o disfuncional según el enfoque. En el primer término (funcional) hablamos de un conflicto cuando algo sucede y se debe tomar asunto; mientras que cuando existe un enfoque disfuncional frente al conflicto la visión podría estar influida por algunos elementos como los que menciona Deutsh 1973 y otros (Hockery Wilmat en 1985) siendo algunos de ellos, los procesos competitivos de las partes y los objetivos que cada uno de ellos posee; los sesgos y percepciones distorsionadas de la realidad; la emocionalidad que cada sujeto pone dentro del proceso del conflicto; la disminución de la comunicación con los actores antagónicos y el aumento de la comunicación con sus aliados. Por otro lado, otros elementos, tales como la difuminación de los problemas, los compromisos rígidos (aferrarse a las propias ideas), la exageración de las diferencias y minimizando las similitudes como la escalada del conflicto también afectarían al visualizar el conflicto bajo una perspectiva negativista y destructora.

Estilos de aproximación al conflicto

Para José María Puig, existen cinco estilos básicos de aproximación al conflicto, los cuales considero un gran aporte. Ellos son:

1. La competición
2. La acomodación.
3. La evasión.
4. El compromiso.
5. La cooperación o colaboración.

En el primer estilo, fundamentalmente importa el objetivo de uno de los actores participantes del conflicto que intenta a totalidad ganar, imponer y dominar el problema.

En el segundo estilo, la acomodación, el sujeto se somete y acepta la decisión del resto, se suma al acuerdo y reconoce errores dándose por vencido.

El tercer estilo, la evasión, la persona tiende a evitar, se retira y desvía la atención, permite que el opuesto haga lo necesario para el cumplimiento de su objetivo.

En el cuarto estilo, el compromiso, la idea es que ambas personas logren alcanzar sus objetivos con un costo para ambos, es decir, los dos ganan algo, los dos pierden algo.

Finalmente el quinto estilo es la cooperación y/o colaboración, que apunta principalmente a que ambos sujetos o bandos ganan y logran sus objetivos. Intentan satisfacer ambas necesidades bajo un acto racional y respetuoso con ánimo de solucionar y cooperar frente al problema.

El problema en sí, presenta ciertos parámetros para regularse comenzando por comprenderlo. La historia del sujeto define en cierto punto el conflicto, los acontecimientos que haya experimentado la persona, sus comportamientos y percepciones influirán directamente en la toma de decisiones dentro del conflicto. La escalada intensidad, es otro elemento de los parámetros del conflicto, es decir, es la tensión o intensidad que se produce entre las partes durante el conflictos y, los desencadenantes (acontecimientos que se produce el desenlace) siendo directamente este último la causa de la discrepancia en los actores y finalmente los actores que acompañar a los actores colaboran en la escalada o desescalada de tal conflicto.

Dinámicas del conflicto

Cuando hablamos de conocer la dinámica del conflicto, esta dependerá de la intensificación o escalada, (la percepción selectiva – compuesta por: la evaluación selectiva del comportamiento; la devaluación reactiva; búsqueda de la evidencia confirmatoria y distorsión atribucional- , la profecía autocumplida como llamó Robert Merton en 1948, el entrampamiento y estancamiento); estancamiento y desescalada que desencadenarán a tres posibles desenlaces: el primero, relacionado con el fracaso de las tácticas competitivas, el segundo agotamiento de los recursos necesarios y tercero, la pérdida de apoyo social y la inaceptabilidad de los costes.

Todos los elementos que se han considerado en este estudio, dan cuento sin duda de la necesidad imperante del ser humano en busca de la satisfacción de sus necesidades, intereses y motivaciones; las formas en que se desarrolla la historia del conflicto dependerá en gran parte de la visión y percepción del sujeto frente a determinados estímulos y/o motivaciones que se encuentran dentro del entorno más cercano, como también aquellos factores sociales, culturales, psicológicos; biológicos e ideológicos que se han llevado a cabo durante el recorrido de la vida de la persona.

En la segunda parte, de este tema, se abordará el tema de la convivencia en los centros educativos, para finalizar con una tercera parte relacionada con los procesos de mediación.

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Acerca del autor:

Paula Gonzalez Valenzuela
Paula González Valenzuela. Educadora de Párvulos. Universidad Nacional Andrés Bello. Postítulo en Psicopedagogía y Lenguaje. Universidad Central de Chile. Postítulo en Especialización en Inglés para Enseñanza General Básica. Universidad de Santiago de Chile. Magister en Educación, Mención Gestión Educacional. Universidad de Santiago de Chile. Máster en Intervención en Dificultades del Aprendizaje. Instituto Superior de Estudios Psicológicos. Diplomado en Mejoramiento Escolar. Universidad de Chile. Diplomado para líderes Instruccionales. Aptus Chile. Mi nombre es Paula González Valenzuela. Nací en Chile, en 1980.Vivo en Santiago, Capital de Chile al Sur de América, junto a mi esposo e hijos y mis padres. Dediqué gran parte de mi juventud a estudiar educación con el propósito de ser un aporte a la sociedad desde la primera infancia. Sigo creyendo que los vínculos y el compromiso son fundamentales para el aprendizaje y el desarrollo integral de los niños y niñas.

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