Millones de conflictos se presentan a diario alrededor del mundo, muchos de ellos en las aulas de clase o en diferentes entornos, como consecuencia de la inadecuada resolución de los mismos, la formación convencional en pocos casos prepara a sus docentes para que primero tomen conciencia de sus emociones y posteriormente ayuden a sus estudiantes a reconocer y gestionar de manera adecuada las mismas.
Uso de la violencia en la familia
Los entornos escolares (familia y comunidad) múltiples veces están atiborrados de situaciones problemáticas en las que casi siempre de manera instintiva, es decir, con generación de violencia, intentan solucionar las disputas entre sus miembros. La pandemia ha incrementado la violencia intrafamiliar en nuestros países: violencia verbal, física, emocional o de otros tipos, hacen presencia en muchos hogares, todo como consecuencia de la inadecuada conciencia emocional, si como sociedad tenemos dificultades para reconocer nuestras emociones mucho más aún para su regulación y la autogestión de las mismas.
La educación, con todo y las dificultades propias que enfrenta, se convierten en un maravilloso escenario para la enseñanza y aprendizaje, no solo de competencias cognitivas sino también de habilidades para la vida, en éste artículo, profundizaremos sobre las características del educador y mediador emocional.
Importancia de la conciencia emocional
Tener conciencia de las cientos de emociones que se experimentan cada día no es fácil, en la escuela se enseñan muchas cosas pero poco se aprende sobre conciencia emocional. ¿Cómo enseñar algo que difícilmente hemos aprendido?
En éste escrito quiero referirme de forma general al educador como E-Mediador y su trascendental importancia en la generación de la conciencia emocional, la autorregulación y la autogestión de las emociones por parte de los estudiantes en todos los niveles educativos, sobre todo porque la situación sanitaria que vivimos ha acelerado la implementación de las tecnologías de la información en la enseñanza y aprendizaje a nivel global.
E-Mediador, una figura indispensable en la conciencia emocional
Entendido de ésta manera el E-Mediador (especialmente aquel cuyo desempeño se efectúa en entornos virtuales de aprendizaje,) posee una gran responsabilidad en la búsqueda de la conciencia emocional de sus estudiantes, lo que en realidad se constituye en un reto, primero por las pocas herramientas con las que cuenta para tal fin, y segundo, por las propias dificultades que encuentra en hacerse consiente de sus emociones.
Al lograr el difícil reto que tiene el E-mediador de alcanzar el objetivo de etiquetar sus emociones y a partir de allí, regularlas y autogestionarias en su vida profesional y cotidiana, podrá promover y gestionar estrategias que posibiliten lo mismo en sus estudiantes. La pregunta es ¿cómo hacerlo?. No obstante, la respuesta no es sencilla sobre todo porque no existe un programa formalizado dentro del currículo que pueda seguirse por parte de los docentes.
En el ejercicio profesional del E-Mediador se sugiere, por lo tanto, apropiarse de herramientas sencillas que le permitan entender el funcionamiento de sus emociones, etiquetarlas y comprender las de los demás. Una vez alcanzada lo que se conoce como conciencia emocional el E-Mediador estará en capacidad de avanzar para lograr regular y autogestionar sus propias emociones. La consecuencia natural de éste hecho será la adquisición vivencial del desarrollo de habilidades para la vida y en esencia para su propia comunicación con los estudiantes.
Enseñar el reconocimiento de las emociones
La mejor forma de enseñar a reconocer las emociones es enseñando con el ejemplo el manejo de las mismas. La conciencia emocional se puede aprender por parte de los estudiantes, cuando el E-Mediador a partir de su experiencia en situaciones complejas al ponerse los zapatos del otro, contribuye para que pueda reconocer como se siente, para que pueda dar nombre a sus sentimientos y emociones y para que en ese intercambio comunicativo pueda reconocer e interpretar la de quienes le rodean.
A simple vista parece un proceso complejo, pero en realidad es sencillo, más que un tratado se propone un aprendizaje experiencial por parte del estudiante, en el que el E-Mediador acompaña no solamente la incorporación de aprendizajes memorísticos y procedimentales, sino también la apropiación de habilidades para la vida.
E-Mediador y su incidencia en la regulación emocional del estudiante
Además de incidir en el reconocimiento emocional el E-Mediador debe estar en capacidad de promover la regulación tanto del aprendizaje como de las emociones por parte de quien aprende. Esto se logra en la interacción, en la mediación de conflictos, en el diálogo constructivo y, especialmente, con la escucha activa para que ese otro, al ser escuchado aprenda a escuchar también, aprenda a reconocerse a comprenderse, a utilizar expresiones y palabras que no afecten a los otros, que no inciten la generación de violencia, a respirar y controlar los impulsos, a reflexionar y no actuar instintivamente.
En los estudiantes, la asertividad, entendida como la capacidad de relacionarse positivamente con los otros, de reconocerse como ser activo y valioso dentro de la sociedad es el resultado del desarrollo de habilidades sociales que en la práctica son fundamentales para la consolidación del proyecto de vida y en el que el E-Mediador tiene trascendental importancia ya no solo como animador del aprendizaje sino también como impulsor de la toma de la conciencia emocional, la regulación y la inteligencia interpersonal.
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