La adolescencia es una etapa llena de cambios tanto físicos y psicológicos. En la adolescencia el hijo o hija empieza el difícil camino hacia su independencia y autonomía. Este camino es un aprendizaje que se caracteriza por intentos, errores, logros, sueños, frustraciones, que pueden llevar al conflicto tanto interno como externo. No obstante, con estos aprendizajes y el grado de independencia y autonomía que adquiera en esta etapa de su vida, el adolescente buscará y formará su personalidad.
Formación de la personalidad del adolescente
En el camino hacia la independencia y autonomía influirán tres factores:
- La exaltación de uno mismo, al creerse superior a los adultos (tú no sabes, yo lo sé; sobre todo en temas que dominan como pueden ser las nuevas tecnologías)
- El deseo de autorrealización (ser bueno en algo que importa a uno mismo y a los amigos, ser buen jugador de fútbol, tener muchos likes en una publicación suya)
- La tendencia de no querer estar con los padres frente a una necesidad casi vital de estar con los amigos.
En este punto, el adolescente se descubre a sí mismo y se crea un falso narcisismo. Un narcisismo de doble cara. Por una parte se cree que es el mejor pero por otra esconde inseguridades, por lo que intentará engañar a los demás y a la vez a él mismo con sus apariencias. Por lo tanto, es común encontrarnos con adolescentes soñadores, que quieren ser youtubers o grandes futbolistas. Además, muchos programas de televisión les venden la falsa ilusión del famoseo rápido y exitoso (programas como Operación triunfo, los influencers y su vida exitosa, etc.). En este contexto, el esfuerzo por lograr objetivos, como puede ser estudiar para aprobar o autosuperarse, toma un segundo plano que a la vez alimentará la desmotivación sobre aquello que es tedioso, costoso y a largo plazo, como son los estudios y la formación profesional de uno mismo.
Etapa previa a la vida adulta
Su afán por ser tratados como adultos les lleva a alejarse de los padres, profesores y todo aquel que lleve el rol de autoridad. Así, es muy común que se subleven y se muestren reacios a obedecer, y que respondan con recelo a toda pregunta que suponga una intromisión en su vida privada. En esta tesitura, es muy común que haya disputas en casa a la hora de obedecer a los padres, muestren actitudes prepotentes, de saberlo todo para esconder sus inseguridades y miedos. Además, sus ansias de independizarse de los padres y de ser adultos, les llevan a crear la falsa creencia de que son capaces de ser independientes de los adultos pero a la hora de la verdad aún siguen siendo dependientes, creando frustración y enfado.
El adolescente vive el presente y pocas veces tiene planes a medio-largo plazo, lo importante es buscar un sitio entre los iguales y esconder sus miedos mediante el egocentrismo, egoísmo y en algunos casos mediante la tiranía.
La importancia del carácter de cada un@
En un adolescente que es más autónomo, tenaz, crítico y de naturaleza introvertida suelen ser más frecuentes las situaciones de conflicto con los padres y en algunos casos con profesores.
Por el contrario, en los individuos que tienen un carácter más dócil y extrovertido el proceso a la vida adulta suele ser más armonioso, menos conflictivo. Aceptan más lo que dicen los padres y los profesores, y tienden a ser más obedientes.
Sea como sea, el carácter y la trayectoria de cada adolescente, es una etapa llena de cambios, retos y vivencias que marcarán su futuro. La clave del proceso residirá en la comprensión y la mirada del adulto que marcará la convivencia y facilitará o entorpecerá el camino hacia la vida adulta de su hijo o hija.
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