La familia es un sistema abierto en continuo movimiento y reestructuración en siempre está en busca de una estabilidad y / o equilibrio de todos los miembros que la componen.
La familia ante un miembro con necesidades especiales
Las circunstancias sociales o familiares a veces cambian y entonces hay que buscar la manera de adaptarse, con el objeto de mantener la continuidad del sistema. Cuando ocurre esto no solo se enfoca en atender las necesidades de la familia como unidad, sino incluye, también, atender las necesidades emocionales de cada uno de los miembros de la familia. Cualquier cambio o suceso que le ocurre a uno de los miembros repercute de una manera u otra en los integrantes de ese sistema familiar, es decir, la familia es un sistema interactivo e interrelacional.
Ahora bien, cada familia es única y su estilo de funcionar también va a ser único. No hay criterios específicos que nos dicte como sería un sistema familiar perfecto, y por lo tanto, tampoco hay familias perfectas, ni seres perfectos.
Adaptarse a un hijo con necesidades especiales
El hecho de tener un hijo con una excepcionalidad o capacidad diferente no es un simple cambio que la familia tiene que hacer para reorganizarse, es una situación que va a repercutir durante toda su vida o ciclo familiar , ya que las expectativas, actitudes, valores cambiaran a raíz del anuncio o la llegada del niño con esa capacidad diferente.
Como ya se comentaba, la llegada de un niño con dificultades o capacidades diferentes requiere algo más que una simple adaptación.
En primer lugar, la familia tiene que prepararse para recibir ese ser, ya que se enfrenta a cosas nuevas y distintas que no se esperaba, se enfrenta con la “excepcionalidad” de su hijo.
Segundo lugar, la excepcionalidad de su hijo le pone en contacto con un mundo médico, servicios sociales, educación que antes no conocían.
Y por último, pero no menos importante, a la incertidumbre, inseguridad, y emociones que se van generando en los padres hacia el futuro de sus hijos.
Por eso es importante estar informados con profesionales cualificados en la materia ya sean médicos especialistas, psicólogos, terapeutas, etc. Durante las diferentes etapas por las que va pasando su hijo (infancia, adolescencia, madurez) recordando y siendo consciente que el niño depende en gran medida del bienestar de los padres.}, dicho de otra manera: SI LOS PADRES ESTÁN BIEN, EMOCIONAL Y FAMILIAR, EL O LOS NIÑOS ESTARÁN BIEN.
Mientras haya amor, cariño, comprensión y apoyo en la familia y como pareja, los niños son niños seguros, van creciendo fuertes emocionalmente, independientemente de la excepcionalidad, por lo tanto, las reacciones emocionales de los padres llevaran a la adaptación o desadaptación de la familia.
Es importante que al recibir la noticia de la excepcionalidad del niño, los primeros en ser atendidos, a nivel emocional, sean los padres.
Etapas familiares ante un niño con necesidades especiales
Según Klaus y Klennell describen las etapas por las que pasan los padres de un niño excepcional:
- Conmoción
- Incredulidad O negación
- Tristeza, ansiedad, ira y culpabilidad
- Equilibrio
- Ajuste emocional
Esta última etapa nos lleva a la reorganización en la familia.
Admitir esos sentimientos negativos que van surgiendo, dejarlos fluir, poder hablar de ello, ayuda en mucho a liberar esos sentimientos y emociones y nos da la oportunidad de buscar la mejor alternativa de solución para salir adelante.
Recordando que el mejor apoyo como profesionales es dar a los padres una escucha atenta, tranquila, de compresión y sentimientos de empatía.