Durante los inicios de las demencias, y específicamente hablando del Alzheimer, se manifiesta una pérdida de las capacidades cognitivas, acompañada por cambios notables de la conducta, los cuales tienen como consecuencia la pérdida de manera progresiva de la autonomía del individuo. Esto implica una dependencia paulatina de su entorno familiar.
¿Cómo afecta a una persona el Alzheimer?
En un principio, los cambios y pérdidas se manifiestan en las actividades instrumentales de la vida diaria, para luego ir avanzando en actividades significativamente más simples.
La memoria es la función más alterada durante las fases iniciales de las demencias, lo cual no implica que sea la única, como tampoco que la pérdida del resto de las funciones se manifieste de manera uniforme.
Esta disminución de las funciones cognitivas se manifiestan en el día a día, impidiéndole al individuo planificar actividades cotidianas, tanto habituales como no habituales (desde realizar alguna compra hasta no retener acontecimientos importantes, o tener dificultades para resolver un problema cotidiano).
Fases del Alzheimer
En las fases moderadas, las funciones cognitivas poseen alteraciones más severas, las cuales pueden manifestarse por ejemplo en el reconocimiento de los objetos del entorno (agnosia); en la reducción tanto del habla como del significado de las palabras (afasia); en la pérdida de la secuencia motora necesaria para utilizar algún objeto cotidiano del entorno, o bien para realizar una acción motora diaria (apraxia).
En las fases moderada y grave de las demencias, las alteraciones neuropsicológicas afectan de manera general a todas las funciones cognitivas, pero se manifiesta de manera más grave el síndrome afásico, apráxico y agnósico (lo cual se manifiesta en la incapacidad de reconocer tanto a sus familiares como a sí mismo), disminuyendo de manera considerable la autonomía, llegando a necesitar asistencia permanente.
Es posible que se manifiesten alteraciones en la conducta a medida que la enfermedad avanza, lo cual implica una interferencia en la mayor parte de las actividades que desarrolla el individuo, situación que debe considerarse a la hora de planificar cualquier programa de estimulación cognitiva.
Uso de terapias creativas para tratar el Alzheimer
Se ha estudiado que el uso de terapias creativas ayuda en el tratamiento de pacientes con Alzheimer. Las artes se han utilizado como promoción de salud incorporando un nuevo campo de estudio llamado psiconeuroinmunología. Este término se refiere a la influencia de la mente en el cuerpo o sistema inmune, mediando a través del cerebro y sistema nervioso central. Se ha encontrado que haciendo que los pacientes se interesen en actividades desafiantes como el arte, el cerebro puede crear nuevas sinapsis, por ende, adaptándose y manteniéndose vital (plasticidad cerebral).
Sin embargo, las terapias creativas también afectan en las experiencias afectivas y sensoriales y ayudan a preservar y maximizar el sentido del sí mismo. Por ejemplo, fomenta la comunicación no verbal con el mundo externo, las habilidades sociales, ayuda a estimular áreas cerebrales que aún se encuentran en funcionamiento, permite reminiscencias o traer experiencias pasadas al presente, fomenta autonomía y toma de decisiones y promueve que las personas expresen sus preferencias y emociones. Es importante mencionar que las respuestas mencionadas se pueden lograr a través de diferentes medios artísticos, como artes visuales (arteterapia), música (musicoterapia) y teatro (teatroterapia).
Dentro de las opciones que brinda la utilización del arte en el ámbito terapéutico, se encuentra la musicoterapia, mediante la cual se utilizan tanto la música como sus elementos (sonido, armonía, ritmo y melodía), para promover y facilitar la estimulación de determinados objetivos terapéuticos, tales como la comunicación, el aprendizaje, la expresión, la movilización, entre otros, con el fin último de mejorar la salud de las personas. Es decir que es el uso de la música para conseguir la rehabilitación, el mantenimiento y la mejora de la salud mental y física del individuo.
La Musicoterapia y los pacientes con Alzheimer
En el caso de los pacientes con Alzheimer, esta terapia facilita y promueve la comunicación y las relaciones sociales; consigue un aumento de la autoestima, aumentando la seguridad en uno mismo ya que la música suele actuar como disparador de pensamientos positivos e ideas creativas; produce cambios emocionales positivos y un mayor dominio de las emociones; mejora las funciones motoras, perceptivas sensoriales: el ritmo, elemento dinámico de la música sirve de estímulo en procesos psicomotores, consiguiendo una mayor coordinación de los movimientos; favorece y estimula el desarrollo intelectual y cognitivo; y actúa como elemento relajante frente a desequilibrios nerviosos y problemas de estrés.
El carácter interdisciplinario de la Musicoterapia supone la integración con otras disciplinas, con miras a una atención efectiva para tratar los déficits de esta enfermedad y proporcionar a los pacientes la posibilidad de conservar por un espacio mayor de tiempo sus capacidades en algunas aéreas cognoscitivas, trastornos del comportamiento, e incluso, demorando el curso del Alzheimer mediante intervenciones cognitivas y conductuales sistemáticas, cuando la enfermedad se encuentra en una fase de deterioro cognitivo leve a moderado.
La música requiere una conducta cronológica adaptada a la realidad y un modo objetivo, inmediato y continuado. El individuo se compromete a sí mismo momento a momento en las conductas que la música exige, que determinan en primer lugar, su conducta. Si bien este compromiso es temporal, genera una influencia a largo plazo al individuo. La motivación que requiere permite una modificación de conducta, siendo importante que se gobierne y conozca a sí mismo.
Posibilita la autoexpresión. La autoorganización se refiere a respuestas muy profundas que parten de la conducta en relación con actividades individuales. En su compromiso musical está reflejándose su necesidad de expresión de su personalidad y sus emociones, dando lugar a valoraciones y apreciaciones personales. Tampoco podemos dejar de lado que ya es un disfrute la propia ejecución musical.
La música permite elegir la respuesta ante el grupo y expresarse de modo socialmente aceptable. Da oportunidades para asumir responsabilidad, en conductas autoorientadas o dirigidas a los demás. Aumenta la interacción social, la cooperación grupal y la recreación.
Qué tener en cuenta al usar el arte en pacientes con Alzheimer
Elementos a tener en cuenta a la hora de utilizar el arte como terapia en pacientes con Alzheimer:
La Arteterapia está indicada si
- Dirigir la actividad a la persona adulta
- Utilizar consignas concretas
- Actividades de fácil realización
- Animar y felicitar durante la actividad
- Intentar construir una rutina
- Dar muestras de flexibilidad y creatividad
La Arteterapia no está indicada para
- Enfrentar a la persona con su incapacidad
- Juzgar la realización, sino la participación en la actividad
- Interrumpir la actividad sin haber sido finalizada
- Permitir que existan factores de distracción durante la sesión
Si bien el Arte posee una importancia fundamental como agente terapéutico, debe considerarse también su importancia en cuanto a su capacidad potenciadora de la comunicación simbólica (no verbal), lo cual posibilita la expresión de conflictos o percepciones que no son manifestados de manera oral. De esta manera, pueden ser identificados y resueltos utilizando canales no verbales de comunicación.
Buen artículo, quizás estaría bien recalcar, en el caso de la musicoterapia, que debe hacerse siempre por un musicoterapeuta formado y con la titulación requerida para ejercer como profesional de la musicoterapia.