El presente artículo es una continuación del texto publicado recientemente Apuestas online: una adicción en auge. Parte 1.
¿Afición o adicción?
Podemos definir como afición, la práctica de juegos de azar como forma de entretenimiento y diversión, en la que el jugador participa de forma moderada y puntual, disfrutando la experiencia del juego sin asumir grandes riesgos. Esta es la práctica habitual de la población general que no genera problemas personales.
Por otro lado, El DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición), recoge el juego patológico como un trastorno que figura entre las adicciones de tipo comportamental y consiste principalmente en la pérdida de control en relación al juego, experiencia subjetiva de malestar y dependencia psicológica que se manifiesta a través de:
- Craving: deseo, ansia o pulsión irresistible a apostar.
- Modificación del estado de ánimo: sensación creciente de tensión antes de apostar.
- Placer, alivio o incluso euforia mientras se mantiene la conducta de juego.
- Agitación o irritabilidad si no es posible satisfacer la conducta de juego.
- Pérdida de control e impotencia.
¿Por qué resulta difícil dejar de jugar?
Inicialmente, no quieren darse cuenta de que empiezan a tener un problema. Les gusta, les da algo de dinero y obtienen alguna recompensa. Se justifican y se engañan intentando no mentirse. Se lanzan mensajes como “es sólo para entretenerme”, “lo tengo controlado”, “es sólo una cantidad pequeña de dinero”. Ya están dentro de una espiral y apenas se han dado cuenta. Confunden un pasatiempo con un problema adictivo. Hacen de ello un hábito, una costumbre. Se engañan a sí mismos y niegan el problema afirmando que no lo dejan porque no quieren dejarlo. Miran para otro lado negando la realidad que tienen delante.
Antes de plantearte si realmente tienes un problema y necesitas ayuda profesional, vale la pena pararte a reflexionar. ¿Crees que tienes o has tenido alguna vez problemas con el juego?, ¿Te has sentido alguna vez culpable por jugar o por lo que ocurre cuando juegas?, ¿Has intentado alguna vez dejar de jugar y no has sido capaz de ello?
Aunque la adicción al juego es un trastorno psicológico del que parece muy difícil salir, el 80% de los pacientes consiguen dejarlo. Paradójicamente y aunque la mayoría de las veces no nos demos cuenta, suelen ser los grandes problemas los que tienen solución. En todo este proceso, muchos no piden ayuda hasta que realmente se dejan caer, caer hasta el fondo de ellos mismos. Hasta el final. Sólo cuando han tocado fondo empiezan a nadar hacia arriba, tratando de encontrar una salida. El tratamiento para desenganchar a las personas afectadas es largo, entre nueve meses y un año y en él, el paciente pasa por todas las fases propias de una adicción, incluyendo la recaída entre ellas. Se trata de un proceso terapéutico lento y costoso, con continuos avances y retrocesos, que constantemente recuerda que en muchas ocasiones hay que pagar peajes para llegar a los sitios. Es necesario tener claro que en el camino hacia la desintoxicación, al igual que en el de la vida, constantemente hay cosas acabando y empezando, pero sobre todo, es imprescindible tener siempre presente que hay ciertos principios que valen el precio de un final.
¿Cómo atajar este tipo de problemas?
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