¿Cuál es la relación entre el consumo de drogas y el desarrollo de una psicosis?
Existe una asociación entre el consumo de sustancias tóxicas y los trastornos psicóticos. En el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), se hallan descritos los diferentes trastornos psicóticos vinculados con el consumo de sustancias, ya sea en la fase de intoxicación, consumo continuado o abstinencia.
Se encuentran por intoxicación y/o abstinencia de alcohol y fármacos sedantes y, en la fase de intoxicación, por consumo de cannabis, alucinógenos, sustancias inhalantes y en estimulantes como las anfetaminas y cocaína. Con estos trastornos aparecen ideas delirantes y alucinaciones con la característica que remiten, dentro de un tiempo más o menos prolongado, al suprimir el consumo.
También encontramos otra modalidad de coexistencia entre consumo de drogas y trastorno psicótico. Serían los trastornos duales en que de forma más o menos simultánea en el tiempo aparece sintomatología psicótica y consumo de tóxicos.
Factores predisponentes, precipitantes y mantenedores
Cuando nos referimos a la influencia del consumo de sustancias tóxicas en la aparición de brotes psicóticos se entremezclan diferentes variables:
1. Genética
Está comprobada la influencia de la genética en la aparición de la psicosis. La prevalencia entre población general se encuentra entre el 0,7 y el 1% y, en su extremo superior, cuando están afectados ambos progenitores asciende al 40%. No obstante, basándonos en el modelo estrés-vulnerabilidad, cuando en la vida de un sujeto con predisposición genética aparece un estresor externo, aumenta sustancialmente el riesgo de un brote psicótico. A mayor intensidad del estresor o a más cantidad de estresores, más riesgo.
2. Cannabis
El cannabis probablemente es la sustancia tóxica que más estudios ha generado respecto a su capacidad de desencadenar psicosis. El inicio de consumo en la adolescencia facilita el desarrollo de síntomas. En jóvenes con malestar en forma de inhibición social, ansiedad, síntomas de depresión, etc., al cruzarse con el cannabis, este puede actuar como atenuante de los síntomas. Esto facilita una continuidad en el consumo sin conocer o tener en consideración el riesgo que implica.
Si bien no hay un elevado nivel de evidencia que ratifique la hipótesis que el cannabis puede causar trastornos psicóticos, sí que se puede afirmar que el consumo incrementa el riesgo de iniciar una psicosis, empeora la evolución de la enfermedad e incrementa el riesgo de psicosis crónica en personas vulnerables.
3. Metanfetaminas
En los derivados anfetamínicos se encuentra la psicosis asociada a metanfetaminas (MAP). Se estima que puede afectar entre el 26 al 46% de las personas con dependencia a las metanfetaminas. En la literatura se evidencia una interacción entre la frecuencia, la cantidad del uso de las metanfetaminas y la sintomatología psicótica. No obstante, se requiere evidencia respecto a si la psicosis es por la anfetamina por sí misma, por vulnerabilidad individual o por ambas.
Si bien se encuentra una relación entre el consumo de drogas y la sintomatología psicótica, no se puede afirmar que el consumo de estas por sí solo provoque psicosis. En la aparición de esta existen un conjunto de variables que intervienen en diferente grado: la predisposición genética, los antecedentes familiares, el estrés ambiental… y el consumo de drogas es uno de ellos. Sin embargo, sí que podemos afirmar que el consumo incrementa el riesgo de inicio, empeora el curso y dificulta la continuidad en los tratamientos.
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