En el post de hoy os hablamos de la relación entre la familia y el abuso sexual infantil. Temas muy sensibles pero que requieren de toda la información posible al respecto.
¿Qué es el abuso sexual infantil?
Se considera abuso sexual infantil toda aquella interacción entre un menor y un adulto, en la que el menor es utilizado como estimulador sexual del adulto abusador o de un tercero (National Center of child Abuse and Neglect en 1978; Hartan y Burgess 1989). Es el resultado del comportamiento abusivo que se aprovecha de la vulnerabilidad de un(a) niño(a) y de ninguna manera está relacionado con la orientación sexual del(a) agresor(a).
La relación existente entre el adulto y el menor es asimétrica, de modo que el adulto es quién ostenta el poder mientras que, el niño queda sometido sin posibilidades de defenderse.
Tipos de abusos sexuales infantiles
Dentro de los tipos abusos sexuales infantiles están, por un lado:
- Comportamientos sexuales con contacto físico: Tales como los tocamientos de partes íntimas, el sexo oral, la penetración o la masturbación
- Comportamientos sexuales que no incluyen contacto físico: Como podrían ser el exhibicionismo de los genitales, la toma de fotografías o vídeos sexualmente sugerentes, los comentarios sexuados e incluso el exhibicionismo de pornografía.
¿Qué se considera abuso sexual infantil?
Así pues, son considerados abusos sexuales infantiles todas aquellas actividades sexuales forzadas que invaden la intimidad y la integridad del menor por parte de un adulto.
Cualquier comportamiento sexual ya sea con contacto físico o sin él, está penado por la ley, la cual considera que un menor de edad no cuenta con la suficiente maduración psíquica para consentir las distintas formas de acercamiento sexual que pueden ocurrir.
Los contextos en los que puede darse un caso de abuso sexual infantil son, o bien extrafamiliares, es decir, aquellas agresiones sexuales cometidas por personas ajenas al entorno familiar de la víctima tanto si son conocidos como desconocidos; o bien intrafamiliares, en donde las agresiones sexuales son realizadas por algún miembro de la familia.
¿Dónde suelen darse los abusos sexuales a menores?
Asimismo, se estima que la mayoría de los abusos sexuales a menores se dan en el ámbito familiar, siendo estos casos los más traumáticos para las víctimas ya que éstas empiezan a desarrollar sentimientos contradictorios entorno a la confianza, a la protección y al apego que tienen con los miembros de su familia.
En cualquier caso, los menores que son víctimas de estos tipos de abusos sexuales suelen sufrir consecuencias psicológicas que pueden perdurar a lo largo del ciclo evolutivo del menor y, por ende, se convierten en un factor de riesgo importante para el desarrollo de gran diversidad de trastornos psicopatológicos en la edad adulta.
Trastornos consecuencia del abuso sexual infantil
Los trastornos psicopatológicos más frecuentes que suelen presentar las víctimas de abuso sexual infantil en la esfera emocional están los trastornos depresivos, los trastornos de ansiedad, los trastornos bipolares, el Trastorno por Estrés Postraumático, el Trastorno Límite de la Personalidad, la baja autoestima y las conductas autodestructivas tales como las autolesiones o el suicidio.
En cuanto a las relaciones sociales, los menores que han sufrido abuso sexual destacan el aislamiento constante, la ansiedad social y la dificultad de establecer relaciones (reducción de amigos, descenso de interacciones sociales…).
Por lo que hace referencia al área funcional, una de las problemáticas más frecuentes son los Trastornos de Conducta Alimentaria, junto con las alteraciones en el sueño (pesadillas y dificultad para conciliar el sueño), las repetidas quejas somáticas y los episodios de enuresis.
En aspectos conductuales, las víctimas de abuso sexual infantil también presentan consecuencias psicológicas importantes que van desde las conductas antisociales hasta los trastornos de conducta.
Sentimiento de culpabilidad ante el abuso sexual infantil
Paralelamente al desarrollo de estas psicopatologías, la mayoría de víctimas de abuso sexual infantil, también manifiestan sentimientos de culpa y angustia, ya que tienden a pensar que ellos han sido los responsables de desencadenar esta situación y que en caso que se lo cuenten a alguien, algo malo les va a ocurrir.
En los casos de abusos sexuales infantiles que se dan en el ámbito familiar, el sentimiento de culpa y angustia aún es mayor puesto que los menores abusados, además de haber perdido sus puntos de referencia afectiva, creen que por su culpa la familia va a quedar desarticulada.
Este hecho ocurre porque el ser humano entiende a la familia como núcleo principal, el cual ejerce influencia en el desarrollo físico, mental, sociocultural y espiritual de todos sus miembros, especialmente de los más pequeños. De este modo, cuando una familia está frente a un caso de abuso sexual infantil, no solamente la víctima se ve afectada, sino que esta situación acaba generando un impacto en todos los miembros de la familia.
Es por eso, que se recomienda que todos los miembros de la familia, ya sea tanto la víctima de los abusos sexuales como el resto de sujetos, acudan a terapia para hacer frente a esta situación y minimizar así las posibles repercusiones que ésta pueda tener en un futuro.
Terapia Familiar ante abusos sexuales infantiles
Por lo que hace a la víctima, la terapia a la que acudirá irá enfocada a la reestructuración cognitiva, la cual contribuirá a que el menor desarrolle una autoconciencia positiva de la situación vivida; y entrene las diferentes habilidades de afrontamiento que le permitan reducir el nivel de ansiedad y a controlar las preocupaciones del menor. Asimismo, lo que se pretenderá en este caso es que menor recupere la confianza perdida y que aprenda a relacionarse con otros.
En el caso del resto de integrantes de la familia, realizarán una terapia familiar, la cual les ayudará a evolucionar y a reparar el abuso sexual infantil. Para ello, el terapeuta les ofrecerá apoyo y orientación con el fin no sólo de conocer lo ocurrido, sino para que puedan ubicar responsabilidades de forma asertiva y consolidar su capacidad de resiliencia. De igual forma, la terapia familiar les permitirá fortalecer los vínculos existentes entre ellos, lo que, a su vez contribuirá al bienestar de toda la familia.
Enneste caso en particular, es de suma importancia nombrar el acto como un delito y hacer la denuncia ante las autoridades legales.