El coaching educativo consta de una serie de técnicas y herramientas útiles, concretas y tangibles que dispone el coach docente para sacar la mejor versión de sus alumnos. No está centrado en las enseñanzas, sino en posibilitar un mejor rendimiento.
Coaching educativo, objetivos
El objetivo fundamental del coaching educativo consiste en que primero el alumno sea consciente de su realidad individual (autoconocimiento), después, de su potencial de cambio (para llevar a cabo ese cambio hay que saber hacia dónde, por eso se establece una meta concreta) y por último, se haga responsable de la consecución o no de sus objetivos (mediante su plan de acción)
Durante este proceso conversacional uno de los momentos de mayor importancia son las dos primeras sesiones en las cuales se hace una profunda reflexión del estado actual, el punto de partida y se define el objetivo junto con el plan de acción. Para este análisis intrapersonal que hace siempre el coachee por medio de las preguntas poderosas del coach docente, la herramienta de la Rueda de la Vida Académica es de gran importancia. La formación en coaching educativo es esencial para aplicar estas técnicas con eficacia.
Herramientas para coaching educativo
Esta herramienta utilizada en los procesos de coaching educativo deriva de una adaptación académica de la “rueda de la vida”, utilizada en el coaching personal o life coaching.
La rueda de la vida académica se usa en la Fase II, inmediatamente después de la Fase I (acogida, acuerdos, derechos y deberes, y confidencialidad) del proceso de coaching educativo para establecer los objetivos y plan de acción a seguir por parte del alumno. Esta herramienta se fundamenta en la proactividad y es una especie de radiografía que nos facilita saber cómo está el alumno en cada área para que el coachee se marque, acompañado por el coach, acciones de mejora.
Rueda de la vida académica
El alumno se debe puntuar en una circunferencia dividida en 10 sectores o áreas que condicionan e influyen directamente en los resultados de su vida académica o escolar, las cuales son:
1) ambiente de estudio (condiciones y lugar donde habitualmente trabaje),
2) orden y actualización de la agenda escolar (capacidad organizativa y planificadora),
3) orden de la mochila y el material escolar (archivadores, cuadernos, folios, carpeta, orden de la documentación en el disco duro del PC, pendrive, etc.),
4) tiempo total dedicado al trabajo/estudio (se debe evaluar junto con el tiempo dedicado al ocio y a las actividades extraescolares),
5) tiempo dedicado al estudio práctico (trabajos por proyectos, trabajos cooperativos/grupales, experimentos, etc.),
6) tiempo dedicado al estudio teórico (uso de técnicas de estudio como recursos multimedia, diagramas, esquemas, subrayado, mapas conceptuales, organizadores gráficos, cronogramas, etc.),
7) motivación intrínseca (fuerza de voluntad y constancia, capacidad de superación de problemas, autocontrol/autorregulación, liderazgo personal y participación en clase),
8) apoyo externo (ayuda de familiares, compañeros, profesor particular, clases de refuerzo),
9) relación interpersonal (con profesores y compañeros)
10) autoevaluación (autocrítica constructiva en cuanto al nivel general de satisfacción consigo mismo).
En esta autoevaluación numérica (de 0 a 10, siendo el 0 el centro del círculo y representando máxima insatisfacción, y el 10 estando en el perímetro de la circunferencia y representando máxima satisfacción), el alumno tiene que expresar su propio nivel de satisfacción y éxito en el mismo momento que haga la rueda. Para puntuarse el coach docente mantendrá un diálogo abierto con preguntas poderosas con el coachee, quien deberá aportar argumentos y evidencias tangibles para justificar su puntuación.
Ejemplos de preguntas abiertas o poderosas
¿Para qué crees que es importante esta área? ¿La necesitamos?
¿Qué tienes y haces bien al respecto?
¿Qué no tienes o te sobra en esta área?
¿Cómo crees que podrías mejorar en este campo?
Esto es 100% coaching, que sean ellos, los alumnos, quienes mediante su propia reflexión concreten y definan -acompasados por el coach docente- las actividades para mejorar esa área. A través del Máster en Coaching Educativo el profesional de la docencia conocerá la importancia de que los alumnos sean protagonistas del cambio.
Ejemplos de rueda de la vida académica
Otra posibilidad para elaborar la rueda de la vida académica es una vez puntuadas todas las áreas, que el alumno se visualice, al final del curso, después de la selectividad, dentro de un año, pero imaginando que se ha tenido un curso “excelente”, tanto, que si el alumno volviera a realizar la rueda de la vida, su puntuación en todas las áreas fuera de 9/10.
A partir de esta visualización las preguntas que formularía el coach docente serían del tipo:
¿Qué ha pasado durante este curso para que te puntúes en esta área tan alto?
¿Qué acciones has realizado o dejado de realizar para subir tanto esa puntuación?
¿Cómo y en qué ha cambiado tu comportamiento para elevar dicha área?
¿Has recibido o no ayudas externas para ello?
Enfoques de coaching educativo
Finalmente, cuando un estudiante iba mal por ejemplo, en matemáticas o inglés, ¿qué hacían sus padres? A veces apuntarlo a una academia, a veces ponerle un profesor particular de esas asignaturas… Pues el enfoque de coaching educativo basado en la psicología positiva y la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, lo que propone es trabajar sobre las fortalezas del alumno para mejorar/superar sus debilidades. Cuando se trabaja sobre una fortaleza se produce un efecto palanca en las demás áreas, debido a que mejora su autoconcepto y, con ello, eleva la autoestima, confianza y seguridad en sí mismo, por lo que se consigue que sea capaz de afrontar sus propios retos personales con otra energía y actitud.