Como profesionales de la logopedia, sabemos que la deglución atípica es una disfunción oral que se caracteriza por un incorrecto posicionamiento del órgano lingual durante el acto de deglutir. Cuando la deglución atípica incide en la oclusión (mordida) causando una maloclusión, el manejo diagnóstico-terapéutico es generalmente una combinación de logopedia y ortodoncia para su total rehabilitación. La primera estará encaminada a normalizar las funciones orales alteradas (deglución, respiración, etc.), mientras que la acción de la aparatología resolverá el trastorno de la mordida, es decir, la anatomía.
En la década de los sesenta, los ortodoncistas, preocupados por las recidivas en la rehabilitación de las maloclusiones, recurrieron al trabajo conjunto con los logopedas con la finalidad de que éstos últimos llevaran a cabo un tratamiento para intentar disminuir las presiones de la musculatura contra las estructuras óseas.
Deglución atípica y terapia miofuncional
La actuación del logopeda se basa en la aplicación de la Terapia Miofuncional (TMF) que se define como “el conjunto de procedimientos y técnicas utilizados para la corrección del desequilibrio muscular orofacial, la creación de nuevos patrones musculares en la deglución, la creación de patrones adecuados para la articulación de la palabra, la reducción de hábitos nocivos y el mejoramiento de la estética del paciente” (Meyer,L. A., 2004, cp. Abello y cols., 2005).
Su base de trabajo es el sistema bucomaxilofacial, que se encarga de funciones vitales como la respiración, succión, deglución, masticación y el habla; y otras múltiples como bostezar, llorar, vomitar, etc.. El trabajo del logopeda en los casos de deglución atípica con inclusión de ortodoncia puede desarrollarse en tres etapas diferentes. La formación con el Máster en Terapia Miofuncional te permitirá conocer cuáles son:
Intervención previa
El ortodoncista otorga prioridad a la terapia logopédica miofuncional por causas que motivan la actuación del logopeda sobre la disfunción deglutoria presente:
- edad del paciente
- mordida abierta anterior o lateral
- hábitos de succión
- la dentición mixta
Intervención pre-ortodóncica
Es habitual en la práctica diaria, sobre todo en el caso de aquellos niños que por su corta edad no están preparados aún para iniciar la corrección de su mordida, sin embargo, presentan algún trastorno de resolución logopédica. Entre estos trastornos destacan:
- deglución atípica,
- respiración bucal,
- malos hábitos orales (ejemplo: succión del pulgar), etc.
Intervención conjunta
Cuando trabajan conjuntamente el logopeda y el ortodoncista, se ofrecen mayores beneficios al paciente. Esta labor en simultáneo promueve el intercambio de información y la coordinación interprofesional, acorta los tiempos del tratamiento y garantiza óptimos resultados a corto, mediano y largo plazo.
La intervención posterior
Esta se lleva a cabo tras la retirada de la aparatología, con el objetivo de verificar el adecuado proceso de generalización de los patrones aprendidos anteriormente (intervención previa y/o conjunta), mediante sesiones de revisión programadas según cada individuo. Este período es considerado crítico para la estabilidad de la oclusión y se debe asegurar que no haya interferencias musculares y/o funcionales que incidan en la misma y predispongan las recidivas. Éstas se producen cuando las arcadas dentarias del paciente vuelven a presentar el mismo estado que tenían antes de realizar el tratamiento de ortodoncia.
Durante este tiempo, la actuación del logopeda consistirá en sesiones de revisión para confirmar el mantenimiento del nuevo patrón deglutorio (diurno y nocturno). Estas revisiones suelen efectuarse cada 15, 30 o 45 días, frecuencia que dependerá de las características y necesidades particulares de cada individuo.
La intervención post-ortodóncica también es aplicable a todo paciente con la mordida corregida y que mantenga un patrón deglutorio “atípico”, por no haber efectuado terapia miofuncional previa o conjunta, disfunción que puede desestabilizar la oclusión.
Tratamiento de la deglución atípica
Desde la experiencia de expertos en el área de la logopedia, para corregir una deglución atípica en un paciente que requiere también ortodoncia, el procedimiento más apropiado es el que se resume a continuación:
Para el tratamiento en caso de una deglución atípica, se recomienda entre ocho o diez sesiones antes de la colocación de la aparatología, para concienciar al paciente acerca de su patrón deglutorio incorrecto y la nueva forma de tragar, mediante ejercicios específicos de la terapia miofuncional seleccionados de acuerdo al diagnóstico obtenido durante la valoración. En esta etapa se prepara al paciente para iniciar el aprendizaje de la deglución de saliva, líquidos y sólidos de las cinco comidas diarias, en forma conjunta con el tratamiento ortodóncico.
Mantenimiento del nuevo patrón deglutorio durante las 24 horas del día; proceso que será supervisado a través de sesiones espaciadas hasta que la mordida esté corregida, es decir, hasta la retirada del aparato de ortodoncia.
Últimas sesiones de revisión con una periodicidad menor, donde el trabajo del logopeda estará dirigido a evitar posibles interferencias en la oclusión (de la lengua, los labios) y también, el momento idóneo para otorgarle al paciente el alta logopédica definitiva.
Si la labor del logopeda finaliza antes que la actuación del ortodoncista, se da un alta provisoria y se retoma el caso más adelante, es decir, se realiza una intervención post-ortodóncica mediante sesiones de revisión con una cierta periodicidad. De igual manera, el alta provisoria se da en el caso contrario, cuando el paciente ha sido tratado por deglución atípica de forma previa al inicio de la corrección de su maloclusión.
Finalmente, se da el alta definitiva una vez se observa que el paciente ha generalizado los patrones aprendidos durante la intervención y que tiene su mordida corregida.
Me ha encantado el artículo.
Saludos de una logopeda.
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