Tras varios intentos de salida al mercado y rodeada de polémica desde que se aprobó su comercialización por la FDA (agencia de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU.) el pasado mes de agosto, la ya conocida popularmente como ‘viagra femenina’ se vende en todas las farmacias de los EE.UU. desde principios del mes de octubre, ambos hitos muy celebrados por los colectivos feministas como un paso más hacia delante en la igualdad sexual.
En relación a la composición, esta controvertida píldora encargada de incrementar el deseo sexual de la mujer, tiene como principio activo la flibanserina, sustancia que activa los neurotransmisores relacionados con el deseo sexual, como el aumento la dopamina y de la norepinefrina, así como la disminución de la serotonina.
El grupo diana de mujeres a las que va dirigido el medicamento está reducido a las mujeres con trastorno del interés/excitación sexual femenino que aún no han llegado a la menopausia, ya que durante ésta, la píldora cuyo nombre comercial es Addyi, no conllevaría más que un efecto placebo. Así que todas las mujeres que presentan una baja libido por otras enfermedades físicas o psiquiátricas quedan descartadas.
A diferencia de la viagra masculina, esta pastilla hay que ingerirla durante semanas e incluso meses ya que su efecto no es vasodilatador e instantáneo si no que es un medicamento psíquico que afecta directamente al sistema nervioso central, de ahí la importancia de las contraindicaciones y los efectos secundarios (fatiga, nauseas, desmayos, disminución de la presión arterial e incluso pérdida del conocimiento en su combinación con el alcohol), motivos responsables de que se atrasara su aprobación por la FDA. ¿Te suenan estos efectos secundarios? Claro, es que al comienzo de las investigaciones, estas pastillas iban destinadas a ser futuros antidepresivos, hasta que los investigadores se dieron cuenta de que aumentaban el deseo sexual.
Las diferencias entre los grupos de mujeres que participaron en los ensayos científicos, son la clave para demostrar la eficacia de la pastilla. En los tres realizados, las mujeres que ingirieron la píldora mejoraron sus encuentros eróticos ya que afirmaron notar un aumento en su deseo sexual y una disminución de la angustia ante el sexo con una diferencia del 10% respecto a las mujeres que ingirieron placebo.
Por nuestra parte, los profesionales de la salud sexual sabemos que la falta de deseo o interés sexual en las mujeres, está hasta el momento catalogado dentro del DSM como una disfunción sexual que lleva años rodeada de interrogantes al respecto, dado que se debate si realmente puede tratarse de un trastorno o no, razón principal por la que actualmente se discute si la píldora es necesaria.
En cualquier caso, está demostrado que la ingesta de un medicamento durante un tiempo determinado tiene la capacidad de modificar la fisiología humana. Además, en este concreto, existe una alta probabilidad de frustración con el paso del tiempo por no tener el control sobre la vida sexual y el propio cuerpo e incluso de sentimientos de dependencia a la píldora tras la disminución del deseo sexual una vez terminado el tratamiento. Por lo que si no es estrictamente necesario, es aconsejable que en su lugar se empleen otros métodos para trabajar el deseo sexual, como por ejemplo la terapia sexual.
Fuentes:
El País (2015). Qué es y para qué no sirve Addyi, la ‘viagra’ femenina. Recuperado de: http://elpais.com/elpais/2015/08/19/ciencia/1440000743_905314.html
BBC (2015). 9 preguntas para entender qué es y cómo funciona Addyi, el ‘viagra femenino’. Recuperado de: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/08/150819_salud_preguntas_viagra_femenino_addyi_lv
El Diario (2015). La ‘Viagra femenina’ ya está disponible en Farmacias de EE.UU. Recuperado de: http://www.eldiariony.com/2015/10/17/la-viagra-femenina-ya-esta-disponible-en-farmacias-de-eeuu/