La utilización de las artes para conseguir fines terapéuticos con niños y adultos con necesidades especiales constituyen un instrumento de intervención eficaz, y su aplicación en otros ámbitos como el educativo también es una potente herramienta de trabajo: la música, la danza, el arte y el teatro son un modo de comunicación y expresión creativo y alternativo. Con esta explicación inicia su intervención en la revista Enlace Miguel Ángel Diví, docente del Máster en Terapias Artísticas y Creativas de ISEP: “podemos aplicar la metodología de las técnicas artísticas y expresivas en el aula, como medio de comunicación, de estimulación, de aprendizaje, de reeducación, de desarrollo de la inteligencia emocional… a la vez que se desarrolla la capacidad creativa y expresiva”.
Las artes y la creatividad refuerzan la autoestima y el autoconocimiento, además de mejorar la memoria. Un ejemplo sería que muchos niños aprenden las tablas de multiplicar tarareando alguna melodía. “Cuando nacemos somos primero musicales para más tarde poder ser verbales”, apunta Diví.
Muchas veces se utilizan las canciones, los bailes, la pintura… como algo bonito y divertido que distrae a los más pequeños, pero no son solo recursos lúdicos sino que ayudan a mejorar intelectual, emocional y físicamente a los más pequeños. Además las artes son una valiosa fuente de aspectos culturales, por lo que son un importante instrumento educativo.
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