La música es un potente agente terapéutico a nivel físico, emocional y conceptual. Desde ISEP trabajamos para formar a musicoterapeutas cualificados y difundir el uso de los elementos musicales para integrar nuevas formas de comunicación no verbal con el objetivo de ayudar a la rehabilitación integral del paciente. Entre sus múltiples aplicaciones, ISEP quiere aprovechar el Día Mundial de la Música para reivindicar su gran efectividad en el ámbito geriátrico, en donde ha demostrado que ayuda a nuestros mayores a encontrarse mejor y más a gusto consigo mismos.
La musicoterapia considera al paciente como un ser bio-psico-social por lo que actúa directamente en las áreas físicas, emocionales y sociales. Cuando los musicoterapeutas trabajamos en geriatría la musicoterapia ayuda al desarrollo personal del paciente, mantiene su nivel de autonomía el mayor tiempo posible, facilita la expresión de sus emociones y potencia su nivel de adaptabilidad a esta nueva etapa vital.
Con sesiones eminentemente participativas el paciente toma decisiones consensuando, proponiendo, dialogando… La improvisación se convierte en un medio de expresión del mundo interior de cada persona. El paciente canta, baila, improvisa con instrumentos y con la voz, interactúa con los demás, escucha y comparte sus sentimientos.
La música nos ayuda a sentirnos vivos; es una medicina para el alma.
*Texto asesorado por la musicoterapeuta Denise Garat, directora del Máster en Musicoterapia de ISEP Madrid.