La crisis educativa derivada de la pandemia de COVID-19 ha generado efectos significativos en varias esferas de la sociedad, entre ellas, la educación. Según datos de la UNESCO (2021), el 12 % de los estudiantes a nivel global se vio afectado por el cierre de las escuelas, aunque en muchos contextos, la enseñanza presencial fue sustituida por tecnologías de la información y la comunicación (TICs) que llegaron para quedarse y posicionarse como una nueva forma de aprender (Torre, 2022).
No obstante, cuando el acceso a la educación depende de la disponibilidad de estas tecnologías y estamos frente a entornos desfavorecidos, bien sea a nivel social o geográfico, el acceso a la educación se ve condicionado por las desigualdades en el acceso a las herramientas digitales, lo que profundiza la brecha digital en el ámbito educativo (Torre, 2022).
La brecha digital en la educación se manifiesta en la falta de acceso a dispositivos digitales, conexión a internet de calidad, y habilidades tecnológicas necesarias para utilizar estas herramientas eficazmente.
Específicamente, se perciben discrepancias en: a) acceso a la infraestructura, es decir, disponibilidad de dispositivos y conexión a internet, b) habilidades para el uso efectivo de las TICs en entornos educativos, c) factores socioeconómicos que condicionan la posibilidad de disponer de dispositivos digitales e internet de alta velocidad, d) zonas rurales y remotas que enfrentan mayores desafíos de conectividad, e) falta de formación en habilidades digitales tanto para estudiantes y sus cuidadores, como para docentes, f) brecha digital generacional, ya que hay una reducción de los medios y los conocimientos necesarios para acceder a internet en función de la edad (INE, 2020), y, g) el impacto en la calidad del aprendizaje y rendimiento académico, ya que el alumnado no puede participar en las actividades de aprendizaje en línea ni recibir retroalimentación oportuna a partir de la realización de evaluaciones.
Todo esto incide en el pleno desarrollo de competencias tecnológicas, lo que genera menos autonomía y menor capacidad para el aprendizaje autodirigido, así como también, se ven limitadas las oportunidades futuras en un mercado laboral cada vez más digital. En el caso de estudiantes con necesidades educativas especiales, pueden enfrentar mayores barreras en la educación a distancia debido a la falta de tecnologías que estén adaptadas y a la ausencia de un soporte. Por su parte, el alumnado de minorías culturales o lingüísticas pueden encontrar dificultades adicionales en el acceso a recursos educativos relevantes y en su idioma.
Asimismo, esta problemática interfiere con el cuarto objetivo de desarrollo sostenible (ODS4) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU): “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”, por lo que es imprescindible abordar de manera proactiva las disparidades en el acceso a una educación justa y adecuada a través de la mejora en el acceso y capacitación de las personas para que todo el mundo pueda aprovechar sus beneficios.
Por ello, las estrategias para abordar la brecha digital en educación deben enfocarse en la inclusión digital, que incluye la expansión de la conectividad de banda ancha en áreas rurales y desatendidas, la distribución de dispositivos a estudiantes en situación de vulnerabilidad para nivelar el acceso a herramientas digitales esenciales, la capacitación docente en el uso de tecnologías educativas, la inclusión de habilidades digitales en el currículo educativo para dotar de conocimientos al alumnado para el uso efectivo de las TICs, el desarrollo de plataformas de aprendizaje en línea accesibles, con recursos educativos gratuitos y de alta calidad que puedan ser utilizados por todos los estudiantes, asegurando que estén disponibles en múltiples idiomas y adaptados culturalmente, así como el desarrollo de políticas educativas que promuevan la equidad en el acceso a la tecnología y recursos digitales por medio de la colaboración entre empresas tecnológicas y organizaciones gubernamentales para abordar la brecha digital.
Al respecto, en los últimos años, se ha potenciado la creación de programas de alfabetización digital como iniciativas para capacitar a profesionales, instituciones y/o individuos en el diseño, desarrollo e implementación de programas educativos que enseñen habilidades digitales básicas y avanzadas. Algunos de los más conocidos son:
- Digital Skills for África es un programa gratuito ofrecido por Google que busca capacitar a la población africana en habilidades digitales, enseñando desde conceptos básicos como el uso de internet y aplicaciones hasta habilidades avanzadas en marketing digital y comercio electrónico.
- Digital India, que como programa del gobierno busca transformar a los ciudadanos indios en una sociedad digital empoderada y una economía basada en el conocimiento, facilitando el acceso a internet, a servicios en línea y a oportunidades de empleo digital.
- National Broadband Network, en Filipinas, es una iniciativa del gobierno basada en el desarrollo de la Red Nacional de Banda Ancha (NBN) para conectar más escuelas, universidades y bibliotecas públicas a internet de alta velocidad, ofreciendo una infraestructura de conectividad a instituciones educativas y otras instalaciones públicas.
- Comunidad Atenea en Latinoamérica, es una red social en la que docentes pueden conectarse unos y otros, compartir mejores prácticas, inspirarse en sus compañeros, acceder a cursos en línea abiertos y crear proyectos con otros profesionales.
- E-Rate (Universal Service Schools and Libraries Program) en los Estados Unidos, tiene como objetivo proporcionar subsidios para el acceso a internet y servicios de telecomunicaciones en escuelas públicas y bibliotecas, particularmente en áreas de bajos ingresos y zonas rurales.
- World´s Largest Lesson en Reino Unido, produce recursos creativos y gratuitos como vídeos, cómics y proyectos disponibles en varios idiomas para que los docentes compartan en sus centros y puedan crear lecciones de interés para los estudiantes.
- WiFi4EU es un programa de la Unión Europea que tiene como objetivo proporcionar acceso gratuito a internet mediante Wi-Fi en espacios públicos como plazas, parques, bibliotecas, centros de salud y escuelas en toda Europa; aunque no está enfocado exclusivamente en la educación, juega un papel importante en mejorar el acceso a internet en áreas rurales y desatendidas.
En el caso de España, el Plan de Educación Digital y Competencias Digitales impulsado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), busca promover la digitalización del sistema educativo y garantizar que tanto estudiantes como docentes desarrollen las competencias digitales necesarias, proporcionando recursos tecnológicos, formación en competencias digitales y mejorando las infraestructuras tecnológicas.
Por otra parte, la creación de espacios comunitarios donde los estudiantes puedan acceder a internet y a equipos tecnológicos es otra de las iniciativas sociales para mejorar el uso de la tecnología en el hogar. Sin embargo, hacia finales del 2023, alrededor de un tercio de la población mundial, es decir, 2600 millones de personas, seguían sin conexión, por lo que se requieren de esfuerzos sostenidos para lograr una conectividad universal y efectiva de aquí a los próximos años.
Finalmente, la educación digital como enfoque pedagógico ocupa un lugar cada vez más relevante en el presente y seguirá expandiéndose en el futuro. No obstante, también plantea un reto importante debido a las desigualdades tecnológicas que persisten en muchas partes del mundo. Reducir esta brecha requiere una combinación de mejoras en la infraestructura tecnológica, el desarrollo de competencias digitales, la implementación de políticas inclusivas y la colaboración entre diversos sectores. A medida que avanzamos hacia una era más digital, garantizar un acceso equitativo a la tecnología es esencial para proporcionar a todos los estudiantes las herramientas necesarias para su éxito educativo y futuro profesional.
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