Las mujeres han sido silenciadas y apartadas de la práctica médica hasta mediados del siglo XIX. Sin embargo, desde la antigüedad, hay mujeres que ejercieron e hicieron importantes aportaciones en la medicina, muchas de ellas centradas en los problemas de salud femeninos, especialmente los relacionados con la ginecología y la obstetricia.
Una de las más reconocidas es Metrodora, conocida por ser una de las primeras médicos documentadas de la historia y autora del texto médico más antiguo escrito por una mujer. Esta científica pionera, ginecóloga, partera, cirujana y estudiosa de los problemas médicos femeninos, ha dado nombre al grupo educativo Metrodora, del cual ISEP forma parte.
La doctora Metrodora hizo grandes aportaciones y avances, con los que logró que la medicina fuese mucho más de lo que era antes. Ese afán por ser más y dar más al mundo de la salud, es uno de los objetivos esenciales del grupo educativo Metrodora, que forma a profesionales que quieren orientar su vida al cuidado de los demás en los ámbitos de salud y deporte.
Una ginecóloga adelantada a su época
Todo lo que sabemos de Metrodora nos llega a través de sus escritos. Se cree que vivió entre los años 200 y 400 d.C. en la antigua Grecia y fue una mujer extremadamente culta. La etiología de su nombre proviene de su profesión: ‘metro’ en griego significa ‘útero’ y ‘dora’, ‘regalo’. Durante siglos, corrió el rumor que la verdadera identidad de Metrodora era la famosa Cleopatra. Debido a ello, no es de extrañar que en algunos estudios se la nombre como ‘Cleopatra Metrodora’, a pesar de que no existen indicios de que dicha historia sea real.
En su trayectoria, escribió numerosos tratados relacionados con la ginecología. Su obra ‘Sobre las enfermedades y curas de la mujer’ consta de 63 capítulos y sigue siendo utilizada hoy en día. En ella, no solo aborda temas médicos, sino que también brinda consejos generales sobre salud pública y problemas más leves (como es el caso de las hemorroides o la depilación).
Innovaciones y avances médicos
Entre sus aportaciones a la medicina destacan el uso del espéculo para los exámenes médicos, la creación de un pequeño tampón soluble como método anticonceptivo y para tratar infecciones vaginales, sugirió terapias para tratar la menorragia y la metrorragia, propuso nuevos compuestos médicos y el establecimiento de unas pautas para determinar si una mujer había sufrido un abuso o agresión sexual.
También se dedicó a la reconstrucción de cara, senos e himen. En este último caso, con el fin último de ayudar a aquellas mujeres que no fueran vírgenes a evitar el estigma social. De la misma forma, fue de las primeras especialistas en solicitar intervenciones quirúrgicas ante casos de cáncer, en aquella época llamado “úlcera maligna”.
Formación ISEP relacionada
Desde ISEP, ofrecemos el curso Experto en Salud psicológica en la mujer, que te permite continuar formándote con una perspectiva clara del significado del género y teniendo en cuenta las diferencias que esto comporta en el tratamiento. Siguiendo las bases de la doctora Metrodora, este curso incorpora la mirada femenina en la psicología, con la finalidad de abordar cómo se desarrolla la identidad femenina, la sexualidad y las dinámicas relacionales saludables en pareja.
