La metacognición como estrategia de aprendizaje

Si te dijera que existe una manera de aprender mejor, ¿me lo creerías? Aquí tengo una estrategia clave para mejorar el aprendizaje: la metacognición.

Definiendo el concepto de metacognición

Por definición la metacognición se entiende como “el pensamiento acerca del pensamiento”. En palabras más claras, es la capacidad de regular y monitorear los conocimientos propios. Cross & Paris (1988) la definen como, el conocimiento y control que se tiene acerca del propio pensamiento y del aprendizaje.

Y, ¿qué tipo de conocimiento? Acerca de uno mismo como aprendiz, de los factores externos e internos que impactan (impidiendo o mejorando) el proceso de aprendizaje. Es tener conocimiento acerca de las estrategias que funcionan y cuándo conviene usarlas. Es monitorear y controlar el pensamiento (Martínez, 2006). Es conocer tus fortalezas y limitaciones cognitivas al momento de aprender algo nuevo.

Evolución de la metacognición en los niños

Lai, E. (2011), menciona que a los 3 años los niños tienen habilidades básicas de la metacognición. El proceso cognitivo y metacognitivo mejora con la edad, pero alrededor de los 4 años los niños son capaces de crear teorías acerca de su propio pensamiento. Entre los 6 y 10 años serán capaces de consolidar habilidades cognitivas. Y a los 10 -14 años podrán planificar y reconocer estrategias que los ayuden a recordar conceptos, lo cuál habla acerca de su habilidad para monitorear y regular el pensamiento. Por su parte, en 1988, Haller et. al clasifica tres actividades mentales inherentes a la metacognición:

• Conocimiento: reconocer explícita e implícitamente la información y saber responder a ella.
• Monitoreo: establecer objetivos, parafrasear, auto cuestionarse, conectar el nuevo y antiguo conocimiento y resumir información, entre otras habilidades.
• Regulación: uso de estrategias compensatorias para redirigir la comprensión.

Metacognición como herramienta de aprendizaje

Por todo ello, la metacognición es una herramienta característica de un proceso de aprendizaje óptimo. Además, se puede aprender y mejorar con instrucciones y la estimulación correcta. Algunos autores sugieren el uso de preguntas (de comprensión, de estrategia y de conexión) como herramienta de estimulación metacognitiva. Otros, basados en las teorías de Vygotsky, mencionan que el aprendizaje colaborativo es una buena estrategia metacognitiva, pues las interacciones sociales promueven el desarrollo cognitivo. En conclusión, la habilidad de conocer y controlar las estrategias del pensamiento, son fundamentales para mejorar el aprendizaje. Si eres capaz de conocer, las herramientas que te funcionan y cuándo usarlas, el proceso de aprendizaje será más llevadero y menos engorroso. Así, que padres, madres de familia, docentes, pongamos a ello e implementemos herramientas para ayudar a los estudiantes a mejorar su proceso de aprendizaje.