Muchos de los tratamientos e intervención que se realizan actualmente en personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) se centran en los primeros años de vida y realizar una buena atención temprana, además de focalizarse en la infancia y etapa escolar. Pero… ¿qué sucede a partir de los 18 años?
La vida adulta de personas con TEA
Es importante tener presente y trabajar la transición a la vida adulta en personas con TEA, ya que es una etapa en la que se van asumiendo más responsabilidades y debemos adaptarnos a nuevos contextos, como el contexto laboral. Teniendo en cuenta todos los cambios que supone esta etapa y los próximos años de adultez, es necesario anticipar a los personas con TEA sobre los cambios que van a suceder, así como ir acompañándoles y trabajando las situaciones concretas que se vayan encontrando con la finalidad de fomentar su autonomía y funcionalidad.
Respecto al empleo, muchas empresas pierden talento al no contratar a personas con autismo que pueden tener grandes competencias. Eso es debido a que habitualmente, no se ajustan a lo que se espera a nivel comunicativo y de interacción social en las entrevistas de un proceso de selección típico y en consecuencia, no tienen la oportunidad de demostrar su valía porque no superan dicho proceso. Además, cabe mencionar que a menudo las personas con autismo pueden evitar solicitar un empleo que requiera de una entrevista previa, ya que les genera mucha ansiedad pensar en lo que supone.
Apostando por la autonomía de las personas con TEA
Seguidamente, un aspecto transversal a trabajar desde la infancia y durante toda la vida de las personas con TEA, es el concepto de autonomía, que además puede trabajarse cada día con las diferentes situaciones diarias (hay que ver la novedad como una oportunidad). Es importante apostar por ello y luchar para que las personas sean lo más autónomas posibles ya que eso garantiza una mayor capacidad para resolver aspectos que puedan encontrarse en su día a día y apostar por una mayor calidad de vida.
En referencia a la vivienda, muchas personas con TEA presentan dificultades para asumir las responsabilidades que supone el hecho de independizarse y no tener soporte. Existen varios proyectos y recursos de vivienda adaptada con soporte para personas con TEA, aunque siguen siendo insuficientes.
Respecto al trabajo de la autonomía en la vivienda, puede estructurarse y realizarse de diferentes maneras, aprovechando las situaciones espontáneas del entorno natural. Por ejemplo, puede trabajarse la autonomía mediante la asignación de las tareas del hogar. Inicialmente, se le pueden asignar al niño las tareas más sencillas y una vez sepa realizarlas de forma adecuada, se debe continuar responsabilizando al niño de forma progresiva, con tareas más complejas.
Trabajar aspectos presentes en el día a día
Así mismo, cabe mencionar que las ayudas se deben ir reduciendo. Inicialmente, es habitual proporcionar ayuda física para que aprenda a realizar nuevas tareas, seguidamente esta ayuda no es constante y pasa a ser intermitente. Posteriormente, se sustituye o se combina la ayuda física por el apoyo visual, verbal, hasta que consigue realizarla con éxito y progresivamente se va desvaneciendo y el niño es capaz de realizarlas con iniciativa y de forma espontánea.
Seguidamente, además, de las tareas y responsabilidades del hogar, es importante trabajar el concepto de moneda y todos los aspectos implícitos en él ya que es un aspecto transversal en nuestra rutina diaria. Por ejemplo es necesario trabajar el entrenamiento y aprendizaje de tareas cotidianas como a ir a comprar y todo lo que esa actividad supone (saber identificar qué productos faltan, hacer una lista con los productos necesarios, desplazarse al supermercado, elegir los productos, pagar, calcular el cambio…) para que vayan adquiriendo las habilidades necesarias para el día a día.
Importancia del acompañamiento en la familia
En resumen, el acompañamiento de la familia a las personas con TEA es fundamental, ya que son un importante pilar a la hora de posibilitar y fomentar aprendizajes. Es necesario seguir realizando un trabajo de visibilización y sensibilización del autismo, para así poder proporcionar más oportunidades a personas con autismo y realizar las adaptaciones que puedan requerir.
Estos temas son de gran importancia para todas aquellas familias que tienen uno de sus miembros con TEA, el cual es mi caso, mi hijo lo padece y desde la niñez hemos estado haciendo el acompañamiento en las diferentes etapas de su desarrollo, hoy en día ya tiene 18 años. Seguimos trabajando en las dificultades en el aprendizaje, la interacción social, el tema del ser independiente y autónomo en la toma de decisiones, entre otros.