Vivimos en una sociedad que está en constante transformación y en donde los desafíos que se nos presentan son cada vez más complejos. Adaptarse a estos cambios y aprender a vivir con ellos, no es tarea fácil, por lo que en ocasiones, es necesario recurrir a herramientas que nos permitan hacerles frente y responder a ellos de forma efectiva, como puede ser el coaching.
¿Qué es el Coaching?
El coaching es una disciplina que promueve la generación de cambios en las personas mediante el desarrollo de sus habilidades con el fin de que éstas puedan alcanzar sus objetivos. Pese a que su origen se remonta al S. XVIII, cuando el término se utilizaba fundamentalmente en el ámbito deportivo, con el paso de los años, el concepto ha ido evolucionando hasta alcanzar otras esferas como la personal o la empresarial.
La Internacional Coaching Federation (ICF), organismo sin ánimo de lucro que actualmente regula la profesión del Coaching, defiende que el coaching se fundamenta en una asociación con un cliente a través de un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo que inspira a las personas a maximizar su potencial tanto personal como profesional.
El punto de partida de este proceso es la necesidad que experimenta una persona de realizar cambios para lograr resultados extraordinarios en su vida, profesión, empresa o negocio.
El Coaching en la empresa
Si nos fijamos en el terreno empresarial, posiblemente observaremos que, las personas que ocupan cargos de gerencia o de dirección, necesitan un impulso motivacional que les ayude a mejorar el rendimiento de la organización en general.
Aquí es donde entra en juego el llamado coaching ejecutivo, una de las tipologías de coaching más habituales y demandadas entre las personas que deben dirigir un equipo. El objetivo que perseguirá este tipo de proceso de coaching será desarrollar las habilidades y actitudes que mejoren la actividad profesional desde un punto de vista holístico para optimizar así el potencial de la persona a nivel ejecutivo.
Beneficios del coaching ejecutivo
Cabe destacar que el coaching ejecutivo está estrechamente ligado a la capacidad de liderazgo, por lo que además de ser una buena metodología para mejorar el desempeño de un profesional, también será de gran utilidad para resolver conflictos o mejorar el clima laboral.
De igual forma, otros beneficios que se experimentarán en una organización tras realizar un proceso de coaching ejecutivo serán:
- Mejora de la comunicación interna
- Aumento de la productividad
- Claridad en la toma de decisiones
- Impulsa el liderazgo
- Incremento de la resiliencia
- Prosperar en el uso eficiente de los recursos existentes
- Mayor rendimiento ejecutivo
- Refuerzo de la seguridad profesional
- Potencia la autocrítica constructiva
- Gestión positiva de las situaciones
Etapas del proceso de coaching ejecutivo
Para que el proceso de coaching ejecutivo sea considerado como exitoso, es decir que, el objetivo que se quiere cumplir se haya materializado, es importante que el coach y la persona que se somete al proceso de coaching (coachee) establecezcan un plan de trabajo basado en estas 4 fases:
- Fase de valoración y diagnostico de necesidades: en esta fase, el coach debe explicar al coachee qué es el coaching y en qué va a consistir la relación entre ambos. De igual forma, este primer contacto se debe aprovechar para recopilar información sobre la situación de partida y analizar el sujeto, el contexto, el rendimiento y las necesidades y dificultades que presenta el coachee.
- Fase de diseño: en esta segunda fase, se debe definir el plan de trabajo, elaborando y planificando el diseño e indicando los objetivos, las acciones y las técnicas que se emplearán a lo largo del mismo. Una de las metodologías más idóneas para fijar un objetivo es emplear la técnica SMART, la cual tiene en cuenta la especificidad, la medición, el alcance, la relevancia y la temporalidad del mismo, haciendo así que sea más fácil conseguirlo.
- Fase de puesta en marcha: en esta tercera fase, ya se inicia propiamente el proyecto y se firma un contrato triangular entre el coach, el coachee y la empresa. En las sesiones que conformen esta fase, el coach debe instruir y dar pautas al coachee para poder practica y poner en práctica lo trabajado en las sesiones. Es importante que en cada sesión se revisen los procesos y los resultados que se van obteniendo para ir corrigiendo las posibles desviaciones.
- Fase de seguimiento y evaluación: en esta última fase, el coach tiene que analizar la evolución del coachee, su participación y las posibles incidencias que se han experimentado durante todo el proceso. Asimismo, también se deberán reportar los resultados y la evolución del programa a la empresa.
¿Cuánto dura el proceso de Coaching Ejecutivo?
Cabe destacar que el proceso de coaching ejecutivo tendrá una duración mínima de un mes y medio y se podrá extender hasta los 12 meses como máximo. Las sesiones que compondrán dicho proceso de coaching ejecutivo estarán basadas en diálogos de entre 60 y 90 minutos en los que, mediante el uso de preguntas poderosas, el coach guiará al coachee a clarificar sus ideas y buscar recursos para acabar alcanzando los objetivos propuestos.