Según un estudio llevado a cabo por la Sociedad Española de Oncología Médica, el cáncer sigue siendo una de las principales causas de morbi-mortalidad en todo el mundo.
Se estima que en 2019, en España, se diagnosticaron cerca de 277.200 nuevos casos de Cáncer y que esta cifra se irá incrementando conforme vayan pasando los años.
El impacto psicológico del Cáncer
El impacto que tiene el diagnóstico del cáncer tanto para el paciente como para sus familiares y allegados es muy fuerte, puesto que dicha enfermedad y su tratamiento pueden producir grandes cambios en diferentes aspectos de sus vidas (sentimientos, estilo de vida, relaciones…).
Con el fin de prevenir, controlar y aliviar los síntomas del cáncer y los efectos secundarios que puedan derivarse del tratamiento recibido, tanto el paciente como sus seres queridos podrán recurrir a los cuidados paliativos, los cuales contribuirán a una mejora en su calidad de vida.
Una de las áreas en la que los cuidados paliativos puede resultar más útil es en la nutrición, puesto que en ocasiones, el Cáncer y su tratamiento pueden afectar a los hábitos alimentarios del paciente, llegando incluso a su desnutrición.
La Quimioterapia y los Hábitos Alimentarios
Por ejemplo, en el caso de la Quimioterapia, se trata de un tratamiento cuyos efectos adversos pueden acabar produciendo anorexia o interfiriendo en la ingestión, digestión y absorción de los nutrimentos, debido a la presencia de cambios de percepción en el gusto de las comidas (disgeusia), saciedad precoz, molestias al tragar (odinofagia) o alteraciones dentarias, entre otras toxicidades.
El apoyo nutricional durante el Cáncer
Para poder ofrecer al paciente oncológico un adecuado apoyo nutricional, es necesario que el terapeuta realice una recogida sistémica de datos objetivos y subjetivos del paciente con Cáncer incluyendo los siguientes aspectos:
- Valoración nutricional, historia nutricional y estado actual de nutrición del pacientes
- Alteraciones en la ingestión y sus causas
- Datos psicológicos del paciente, su entorno y su incidencia en la nutrición
Una vez recogida toda esta información, el terapeuta ya podrá empezar a planificar un tratamiento nutricional adecuado a las especificidades del paciente en cuestión.
En el tratamiento nutricional se diferenciarán 2 períodos:
- Un primero que servirá para los días previos, los días de tratamiento y los días próximos al mismo.
- Un segundo al que se recurrirá en los períodos de tiempo existentes entre las sesiones de quimioterapia.
Período de tratamiento nutricional ante un Cáncer
Para evitar al máximo los problemas digestivos es muy aconsejable que durante un período de tiempo prudencial (1-2 días antes del tratamiento, durante el día o los días de tratamiento y 1-3 días después del tratamiento), el paciente opte por una dieta de protección gástrica, hepática y pancreática que incluya:
- Alimentos que contengan altos niveles de proteína y que sean fáciles de digerir, tales como el pescado blanco (merluza, lenguado, bacalao, dorada…), clara de huevo cocida, queso fundido desnatado, gelatinas y concentrado de proteína en polvo, así como alimentos apetecibles como pueden ser el jamón curado, las colas de gambas o los langostinos, los cuales a su vez, también tienen un aporte importante de minerales.
- Alimentos ricos en hidratos de carbono como las patatas, el arroz, la pasta o el pan tostado. Éste último es especialmente indicado puesto que el almidón está dextrinado, facilitando la digestión pancreática.
- Frutas tales como la manzana y la pera, las cuales tienen un bajo contenido en ácidos orgánicos y que resultan de fácil digestión si se consumen cocidas al horno o en compota.
- Aceite de oliva virgen de baja acidez.
- Gran cantidad de líquidos. Se ha demostrado que los pacientes con Cáncer toleran muy bien los licuados y zumos de hortalizas hechos a base de zanahoria, pera o manzana. Es recomendable que se opte por bebidas vegetales (bebida de soja, de arroz, de almendras, de avena…). También se pueden consumir infusiones suaves como la tila.
Alimentos a evitar durante tratamientos de Cáncer
Los alimentos que deberá evitar serán los alimentos ricos en grasas tales como los embutidos, la nata, la mantequilla, la carne de cerdo, la ternera o el buey, puesto que estos harán que la digestión sea más lenta y dificultosa. De igual forma, también es conveniente prescindir de alimentos con alto contenido en ácidos orgánicos como son la naranja, el kiwi, el tomate, el limón o el pomelo, puesto que no son bien tolerados por la mucosa gástrica durante el tratamiento. El café, las bebidas alcohólicas o la comida picante, también tienen efectos en la mucosa digestiva, puesto que la irritan.
Período exento de tratamiento nutricional ante un Cáncer
Entre una sesión de quimioterapia y la siguiente, y siempre y cuando el paciente no presente ninguna alteración digestiva, se puede variar la alimentación introduciendo otros alimentos como pueden ser las legumbres, la fruta, los lácteos o el huevo entero.
En caso que la quimioterapia tenga efectos colaterales como anorexia, náuseas y vómitos, sensación de plenitud gástrica, alteraciones del gusto y el olfato… se deberán establecer pautas específicas que garanticen una buena nutrición del paciente.
Por ejemplo, si el paciente sufre anorexia, se recomendará que se realice una ingesta de comidas más frecuente, que se incluyan alimentos con gran densidad de nutrientes y que tras la comida se administren líquidos.
En caso de que el paciente experimente sensación de plenitud gástrica, náuseas o vómitos, se deberá apostar por alimentos con una textura suave y fría que no posean grandes contenidos de grasas. Asimismo, se deberán evitar comidas calientes y alimentos flatulentos.
El consumo de alimentos fríos también se aconseja en casos en los que el paciente sufre mucositis o esofagitis. Asimismo, en estos casos, también se recomienda apostar por comida suave y líquida o semilíquida (textura de yogurt), evitando los alimentos que puedan producir sensación de pastosidad.
Con todo ello, el paciente oncológico logrará mejorar su estado nutricional en cualquier momento del tratamiento, a la vez que aumenta su tolerancia hacia los efectos secundarios derivados del tratamiento y mejora su calidad de vida.