Es muy frecuente escuchar la palabra depresión. Incluso se utiliza para describir momentos de “bajón” que son transitorios y sin relevancia, pero realmente ¿Qué es la depresión?
La depresión, trastorno mental frecuente
Según la OMS, se calcula que la depresión afecta a 350 millones de personas en todo el mundo. Basándonos en la definición que hace el DSM-V, la depresión tiene las siguientes características:
- Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día (triste, vacío, pesimista),en el caso de los niños y adolescentes el estado de ánimo es triste.
- Falta de interés por las actividades diarias, por lo que la persona se muestra apática.
- Pérdida de peso o al contrario aumento significativo de peso.
- Insomnio o hipersomnia (dormir muchas horas) casi todos los días.
- Agitación o nerviosismo o todo lo contrario, lentitud.
- Pensamientos negativos, incluso en algunos casos intentos de suicidio o la muerte.
- Sentimientos de culpa, ansiedad y baja autoestima.
La falta de conocimiento y de información sobre la depresión, las conductas que deriva en la persona que lo padece, y el hecho de ser un problema de salud mental, hacen que la persona que sufre esta enfermedad sea discriminada y estigmatizada.
Discriminación a la población deprimida
El miedo a ser juzgados, el no ser tomados en serio, vergüenza y el sentimiento de culpa son muy comunes en estas personas. En esta tesitura, la persona que sufre depresión se siente culpable por no poder sentirse de otra manera. Igualmente, esta enfermedad es una causa muy común de baja laboral, por lo que en algunos casos puede ser tomado a la ligereza por los compañeros, e incluso por la familia. Además el hecho de no poder atender a las obligaciones de la vida adulta, tal como puede ser el trabajo en casa o fuera de casa, el cuidado de los hij@s o la vida de pareja, dificulta seriamente la curación de la misma.
Por otra parte, los efectos del COVID-19 en la salud mental son y serán muy notables en la población en general. El miedo a lo desconocido, la inseguridad y la ansiedad sobre el futuro están generando crisis de ansiedad y depresión.
Darse cuenta, reconocer y pedir ayuda psicológica es el primer eslabón para superar la depresión. Trabajar las emociones con el/la terapeuta, reconocer las dificultades, aprender a tener una actitud positiva o la resiliencia, serán claves para empezar a ver luz al final del túnel.