Modelo de doble ruta en la lectura

Comprender cuales son los procesos cognitivos involucrados en la lectura ha mantenido su relevancia a través de los años. Hoy en día buscamos más respuestas a como somos capaces de extraer el significado de lo escrito con la finalidad de brindar distintas opciones y respuestas a las necesidades de lectura que se presentan día a día en las aulas.

Métodos para aprender a leer

Cuando seguimos una perspectiva cognitiva, nos encontramos con que existen varios métodos para aprender a leer. Por un lado, tenemos los métodos más alfabéticos, los cuales son centrados más en las letras, fonemas, o métodos silábicos. Y, por otra parte, tenemos los métodos más globales, que se centran más en las palabras o las frases en sí.  A raíz de estos tipos de enseñanza surgió el modelo de doble ruta, el cual explica que los niños pueden leer mediante la ruta visual/léxica o la ruta fonológica.

Mi objetivo en este post es compartirles qué son estas dos rutas en la lectura y cómo funcionan cada una de ellas.

¿Qué es la ruta léxica?

Cuando hablamos de la ruta léxica nos referimos a aquella ruta que lee la palabra globalmente sin necesidad de descomponerla.

Por consiguiente, cuando leemos mediante la ruta léxica, logramos comparar la forma de la palabra que tenemos al frente y vamos a leerla con las palabras que ya existen en nuestro vocabulario visual. Esta ruta es muy útil cuando nos encontramos ante familias de palabras que utilizamos frecuentemente, como lo son “mamá”, “papá”, “carro”, etc.

Dentro de esta ruta léxica es común también que, en casos de lectura rápida y falta de atención se sustituyan palabras que sean similares como, por ejemplo: “camión” con “canción”. Lo ideal es que cada vez se aumente el léxico visual del alumno en cuestión. Lo podemos realizar por medio de varias actividades o ejercicios haciendo uso de material concreto que motive su aprendizaje, como, por ejemplo: uso de cartillas de colores, rotuladores, etc.

¿Qué es la ruta fonológica?

Por otro lado, la ruta fonológica hace referencia a la lectura de las palabras utilizando la conversión grafema-fonema, es decir que, se identifican las letras y se transforman en sonidos. Esta ruta sirve para leer todo tipo de palabras, ya sean palabras desconocidas, palabras largas, inventadas o de otros idiomas.

La lectura por la ruta fonológica implica los siguientes procesos:

• Análisis visual de la palabra escrita.
• Asignación de fonemas.
• Unión de los fonemas.
• Activación del programa articulatorio.
• Análisis auditivo del out put oral.
• La representación activada en el léxico auditivo activa el significado en el sistema semántico.
• Activación de la representación en el léxico fonológico.
• Activación del programa de articulación y consiguiente lectura oral de la palabra.

Es importante destacar que, quien no conoce las reglas, ya sean simples o contextuales, tiende a sustituir unas letras por otras. Por ejemplo, se da el caso en la letra /c/ donde al leer una palabra como /cima/ la leerán como /qima/.

Tener éxito en la enseñanza de leer

Haciendo referencia a lo anterior, los autores Peter Bryant y Linette Bradley (1998; p. 111) hacen referencia que» la idea es que para tener éxito en la enseñanza de la vía indirecta de lectura debemos:

• Fomentar la conciencia de los sonidos en los alumnos.
• Enseñarles a establecer generalizaciones ortográficas.
• Resaltar y demostrar las relaciones entre la lectura y la ortografía y entre los aspectos fonológico y visual de la lectura y la escritura.
• Tener presente el hecho de que cada lector retrasado puede iniciarse en la lectura de forma distinta.»

Para finalizar veamos un ejemplo: Si tratamos de leer la palabra “cama” o la palabra “lexo”, ambas tienen cuatro letras por lo cual debería representar la misma dificultad, sin embargo, tendemos a leer mucho más rápido la palabra “cama” porque la tenemos en nuestro léxico mental a diferencia de la palabra “lexo” que hacemos un proceso interno antes de leerla. Lo mismo ocurre con las palabras más largas, por ejemplo “televisor” o la palabra “fabuladora”, ambas tienen la misma cantidad de letras, pero leer la primera palabra resulta más sencillo por el acceso a la ruta léxica que tenemos.