¿Trastorno del lenguaje o retraso?

Normalmente, los niños que sufren un Trastorno del Lenguaje también suelen presentar problemáticas tales como el TDAH, la dislexia o el Trastorno del Procesamiento Auditivo (TPA), dificultando así el correcto desarrollo del lenguaje.

¿Qué es el Trastorno del Lenguaje?

Según el DSM-5, el trastorno del lenguaje es una alteración significativa en la adquisición y desarrollo del lenguaje que, en unas condiciones sociales adecuadas, no está justificada por ninguna causa física, neurológica, intelectual ni sensorial.

¿Qué es el Retraso del Lenguaje?

El retraso en el lenguaje no es más que una dilación en la adquisición de las diferentes etapas del desarrollo cronológico del lenguaje infantil, es decir, cuando la adquisición de nuevos elementos lingüísticos de un niño es más lenta que la de resto de niños de su edad.

Características normales en el desarrollo del lenguaje de un niño:

• A los 2 meses, el bebé gorgotea y es capaz de reproducir sonidos vocálicos.
• A los 6 meses, el niño ya realiza “conversaciones vocálicas” y empieza a emitir los primeros sonidos consonánticos.
• A los 8 meses, el pequeño empieza a balbucear y a variar la entonación.
• A los 12 meses, el niño comienza a pronunciar sus primeras palabras incluyendo cierta jerga de entonación.
• A los 18 meses, el vocabulario del niño alcanza entre las 3 y las 50 palabras, realizando así las primeras oraciones. En este instante, ya empieza a haber una  pragmática del lenguaje que le permite comentar, pedir u obtener atención no sólo de los mayores que están a su cuidado, sino también de otros niños de su misma edad.
• A los 24 meses, el pequeño ya combina de 3 a 5 palabras para realizar frases telegráficas y/o preguntas simples, a la vez que empieza a usar demostrativos acompañados de gestos.
• A los 36 meses, los niños que no presentan ningún problema en el lenguaje ya hablan perfectamente, teniendo un vocabulario que ya alcanza más de 1.000 palabras y usando correctamente los morfemas gramaticales tales como el plural, el pasado o las preposiciones.

Diferencias entre Trastorno del lenguaje y Retraso del lenguaje

Para distinguir si un niño padece un trastorno en el lenguaje o, por el contrario, sufre de un retraso en el mismo, fijarse en la evolución del lenguaje es la clave.

Mientras que el trastorno del lenguaje es un trastorno del neurodesarrollo persistente que afecta principalmente a la adquisición y desarrollo del lenguaje oral desde sus inicios y que se prolonga durante la infancia, la adolescencia y la vida adulta; el retraso del lenguaje es una demora en el acceso al lenguaje oral como forma de comunicación hasta un año y medio más tarde de lo habitual.

Además, en el caso del trastorno del lenguaje existen diferentes estudios los cuales apuntan que la probabilidad de desarrollar este tipo de trastornos es mayor en niños con antecedentes familiares.

Otra diferencia básica es que el trastorno del lenguaje afecta tanto a nivel expresivo como comprensivo, es decir, se presentan problemas en los distintos componentes del lenguaje como la fonología, la gramática, el léxico o la pragmática. Sin embargo, en el retraso del lenguaje la problemática principal suele ser expresiva, de modo que existe una dificultad mucho mayor en la expresión respecto a la comprensión.

Asimismo, cuando se trata de un trastorno del lenguaje, el componente morfosintáctico suele ser el más alterado mientras que, en los retrasos del lenguaje, las alteraciones más llamativas son la emisión de sonidos y de vocabulario.

Por lo que hace a la población afectada, el trastorno del lenguaje presenta una gran diversidad de perfiles variando mucho de unos casos a otros. No obstante, el retraso del lenguaje se suele dar en una población bastante homogénea en la que la variabilidad de los perfiles lingüísticos es mínima.

Finalmente, a pesar de que en los casos de trastorno del lenguaje es fundamental realizar una terapia logopédica precoz, intensiva y de larga duración, con total implicación de la familia y de la escuela; en los casos de retraso del lenguaje, la respuesta a la intervención es buena si existe un entorno estimulador y unas buenas capacidades intelectuales que permiten a los niños compensar sus dificultades lingüísticas y mejorar sus competencias lingüísticas en poco tiempo.