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Descripción de un caso de Alzhéimer

Descripción de un caso de Alzhéimer

Hoy os traemos un caso de Alzheimer desde un punto de vista muy real y que pone de manifiesto la importancia de detectar los antecedentes, el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad lamentablemente cada vez más presente en nuestras sociedades.

Antecedentes sintomatológicos en Alzheimer

Cuando su marido fue a mirar, el bizcocho estaba dentro del horno, pero se había olvidado de encenderlo. No era la primera vez que ocurría algo así. Desde hacía unos dos años, sus hijas empezaron a observar alteraciones en el comportamiento de  su madre. Lo que en un principio podían describir como pequeños despistes, pronto se convirtieron en señales que alertaban de que algo grave le estaba ocurriendo. Como ellas mismas relatan, siempre le gustó cocinar y reunía a la familia en casa con cualquier excusa dejándolos  impresionados con sus platos. Sin embargo, empezó a ser habitual que se olvidara de añadir algún ingrediente importante o incluso, que condimentara dos veces. Con el paso de los meses, para ir a la compra, hacía listas de las que antes no dependía, y se liaba con el pago y los cambios. Realizaba preguntas repetitivas sobre un mismo tema o contaba la misma historia varias veces a las mismas personas. No recordaba sus citas médicas, y aunque siempre había sido religiosa, rápidamente perdió el interés en acudir a la iglesia. En cuestión de meses borró de su mente la fecha de los cumpleaños de sus hijas y no eran raros los días en los llegaba tarde a casa, acompañada por algún vecino que la encontraba desorientada al no reconocer las calles, llegando en una ocasión a perderse.

Cambios en la personalidad

Su personalidad, también cambió, hasta el punto de que la falta de memoria no era el problema más grave que tenían que enfrentar. Aquejaba importantes trastornos afectivos. Tenía grandes sentimientos de inutilidad, se frustraba con frecuencia y la tristeza comenzó a ser la protagonista de su día a día. Mostraba un comportamiento impulsivo, mostrándose agresiva cuando le llevaban la contraria. Su rutina diaria se convirtió en errática y caótica, a pesar de que sus familiares la recuerdan como una mujer organizada y metódica.

Con el paso del tiempo, comenzó a descuidar su aspecto personal. Podía estar con la misma ropa una semana y nunca encontraba el momento de meterse en la ducha. Vestía de manera desordenada, y aunque siempre había sido una mujer coqueta, sus nuevas indumentarias no guardaban un mínimo de sentido estético.  Utilizaba prendas poco adecuadas a la estación del año y a veces se abrochaba las camisas de forma irregular.

Enormemente sociable y habladora, sus habilidades comunicativas se fueron reduciendo. Presentaba dificultades para mantener el hilo conductor de las conversaciones y le resultaba complicado encontrar las palabras, llegando en muchas ocasiones a utilizar algunas inadecuadas a la situación y el contexto. No acertaba en la nominación de objetos de uso común, hecho que trataba de compensar dando muchas descripciones de los mismos.

El perfil clínico y diagnóstico de Alzheimer

Este es el relato de los antecedentes e historial personal de una mujer de 64 años que acude a consulta de neuropsicología acompañada de sus familiares. A su llegada al centro y tras evaluación inicial se observa una paciente desorientada en las tres esferas (tiempo, espacio y persona). No recuerda el día del mes ni de la semana en el que se encuentra, mostrando fallos en la orientación temporal. A nivel espacial, no es capaz de describir ni ubicar la localización del centro, a pesar de que vive unas calles más allá. Presenta alteraciones en el lenguaje, con marcadas dificultades para nombrar objetos además de fallos en la comprensión y ejecución de órdenes sencillas. Lentitud de pensamiento, imposibilidad de recuerdo de palabas a corto plazo y dificultades significativas en cálculo mental simple.

La paciente presenta un deterioro de memoria de inicio insidioso y varios años de evolución con un curso de carácter progresivo  asociado a diferentes áreas cognitivas (lenguaje, praxias constructivas, del vestir, agnosia visual, cálculo, pensamiento asociativo) que interfieren de forma significativa en su vida cotidiana provocando un importante desajuste funcional.  Con este perfil clínico, y tras someterse a pruebas de neuroimagen y exámenes de laboratorio complementarios, se le diagnostica enfermedad de Alzheimer según criterios DSM-IV (manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición) con un índice de deterioro GDS 5 según la Escala de Deterioro Global de Reisberg.

El Alzhéimer: características y tratamiento

La enfermedad de Alzheimer constituye la demencia primaria más común. Generalmente presenta un curso progresivo en el que su debut más frecuente suelen ser los fallos de memoria, para posteriormente causar afectación a distintas funciones cognitivas y conductuales.  Clásicamente, se ha considerada la enfermedad de Alzheimer como prototipo de las demencias corticales, estableciéndose un perfil definitorio conocido como síndrome afaso-apraxo-agnósico. Afecta a un 5-15% de la población mayor de los 65 años, aunque también puede presentarse en pacientes más jóvenes. A la enfermedad de Alzheimer se le atribuye más del 50% de todas las demencias. Como factores de riesgo para padecerla además de la edad destaca la presencia de antecedentes familiares, factores de riesgo vascular y haber sufrido TCE graves. Numerosos estudios apuntan que poseer un buen nivel educacional permite al paciente disponer de una reserva cognitiva que contribuye a retrasar el debut de la enfermedad.

Tratamiento no farmacológico del Alzheimer

Como tratamiento no farmacológico, desde el área de neuropsicología se diseña un programa de estimulación cognitiva al que la paciente acude semanalmente  con el objetivo de potenciar las áreas conservadas, tratando así mismo de mantener durante el mayor tiempo posible la reserva cognitiva de la persona. Las actividades desarrolladas dentro de este programa, le permiten además, suplir algunos de los aspectos deficitarios que presenta mediante el empleo de recursos emocionales y cognitivos alternativos.

El estudio de las demencias, clave en los tratamientos

El presente artículo relata un caso de Alzhéimer. Para favorecer una correcta detección y tratamiento de de esta enfermedad y de otras demencias, ISEP cuenta con el Máster en Envejecimiento y demencias.

 

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Acerca del autor:

Patricia Prendes Fernández
Licenciada en Psicología. Máster en Neuropsicología Clínica y Posgrado en Psicología Clínica Infantojuvenil en ISEP. Directora del Centro Psicológico P. Prendes. Unidad especializada en Daño Cerebral Adquirido (CEDA) de Gijón. Centro de Rehabilitación de Daño Cerebral 'Reintegra' de Oviedo. http://www.patriciaprendes.com

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